La prohibición de entrar al cine a personas acompañadas por menores de tres años de edad en Cinépolis Campeche, sigue provocando debates en las redes sociales. Aunque la cadena de cines informó a Verne que se trata de una disposición municipal y no de una decisión de la empresa, muchos usuarios se han quejado de discriminación.
El tuitero Ángel González puso un nuevo tema en la mesa de discusión en una cadena de tuits: los problemas de salud que pueden presentar los menores más allá de la discriminación a quienes tienen hijos o pasean con bebés. “Siempre es más fácil y divertido darle el manazo al botón de DISCRIMINATION ALERT”, dice en uno de sus tuits.
González cuenta en este hilo que el nivel de ruido que se alcanza en una sala de cine puede afectar a los niños por el alto volumen de sonido al que se exhiben las películas. Lo anterior ha sido confirmado por un pediatra de la UNAM. “Vi que mucha gente estaba juzgando por discriminación cuando no la hay”, dice el tuitero a Verne vía mensaje de texto. El primer tuit de esta cadena ha sido compartido más de 1.900 veces en las primeras 18 horas tras su publicación.
Hola, amigos tuiteros.
— Ángel González (@Angelini_GG) November 30, 2017
En ésta alegre noche, su servidor, amigo de todos los animalitos, los ciclistas y los comunistas, vengo a robarles cinco minutos de su tiempo para hablar de nuestro señor y salvador EL PINCHE SENTIDO COMÚN en el tema CINÉPOLIS VS BEBÉS
Y es que una sala de cine común y corriente (como las de Cinépolis) certificada THX o Dolby Digital (es decir equipada con sistema de bocinas que Holliwood™ autoriza para pasar sus pelis de guerra y putazos y comedias de Adam Sandler) funciona a 85db.
— Ángel González (@Angelini_GG) November 30, 2017
Es decir, está calibrada para levantar una presión sonora de 85dB (decibeles, o decibelios) durante toda la película.
— Ángel González (@Angelini_GG) November 30, 2017
Ojo aquí, eso no significa que la película no pasará de ese nivel de presión sonora. Si algo explota o si Jack Black grita, alcanzaremos más decibeles.
Una película de acción de Hollywood puede tener escenas que alcancen los 120dB.
— Ángel González (@Angelini_GG) November 30, 2017
Como perspectiva: un concierto ronda por ahí de los 110dB, un avión despegando (si estuvieras parado junto a la pista) alcanza los 130dB.
O sea: eso es un PU-TE-RO. No es sano para los bebés, sus tímpanos aún no se terminan de desarrollar, además de que la impresión y el susto de éste nivel de ruido les puede causar estrés por alerta constante. ¿NO TE HAS FIJADO QUE SE PONE A LLORAR EN LA FUNCIÓN?
— Ángel González (@Angelini_GG) November 30, 2017
Aaaahhh pues no es porque nomás le dieron ganas de chingar o porque "tiene hambre". Es porque básicamente SE LO ESTÁ LLEVANDO LA CHINGADA en lo que tú te zampas tu Coca Zero™ y tus palomitas acarameladas bien a toda madre.
— Ángel González (@Angelini_GG) November 30, 2017
Uno, de adulto (biológicamente hablando) tenemos las membranas de los tímpanos más rígidas (por el paso del tiempo), ya se desarrollaron y solidificaron. (¿Has notado que las sorderas aparecen normalmente a edad avanzada?)
— Ángel González (@Angelini_GG) November 30, 2017
Pero el pobre bebé, que hace apenas una o dos primaveras era un feto en desarrollo, la cosa más frágil del mundo, tiene unas membranas muuuy débiles, sensibles y en desarrollo en sus tímpanos. No seas ojete, cuida su salud.
— Ángel González (@Angelini_GG) November 30, 2017
El pediatra neonatólogo Iván Barrera Martínez, médico de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que cuando un menor se expone a altos niveles de ruido, como los que se experimentan en una sala de cine, puede tener consecuencias. “La Organización Mundial de la Salud indica que los adultos no pueden escuchar más de 80 decibeles (dB) en periodos largos de tiempo sin sufrir algún daño”, dice a Verne vía telefónica. “En menores también hay una afectación”, dice.
De acuerdo con esta ilustración, un adulto no debe estar expuesto a intensidades de más de 85 decibeles en periodos mayores a dos horas. Según Barrera, algunas películas infantiles o de acción pueden alcanzar niveles de ruido de 120 dB, lo que explica que los bebés puedan estar estresados ante un ambiente estruendoso en una sala que los puede hacer llorar.
Según el estudio de la OMS de 2015, los niños expuestos a entornos ruidosos pueden padecer un mayor estrés psicológico y ansiedad. “Aunque no hay datos concretos, sí es evidente que los puede irritar, inquietar y pueden tener problemas de concentración futura”, menciona Barrera. “Sin hacer mención a alguna implicación social, como pediatra puedo decir que no es de ningún modo recomendable llevar a menores de tres años al cine”.
En los niños pequeños, la pérdida de audición provocada por el ruido afecta negativamente a la adquisición del lenguaje, señala la OMS. “Un menor de tres años busca interactuar con su entorno, no se le puede pedir tampoco que esté quieto en el tiempo que dura una película”, dice el especialista.
Sigue a Verne México en Facebook, Twitter e Instagram y no te pierdas tu ración diaria de maravillas de Internet.