¿Se rodarían hoy determinadas películas?, se preguntaban hace un par de semanas los responsables de Filmin. La plataforma de cine online divide su catálogo por temáticas y, desde entonces, dedica una de sus colecciones a cintas polémicas que desentonan con el clima de corrección política actual.
"Las noticias que nos llegan los últimos días, sobre la censura en Arco y la orden de secuestro del libro Fariña, nos hizo replantearnos el nombre", cuenta a Verne uno de los fundadores de la web, Jaume Ripoll. Ahora, esa selección de títulos se llama Hoy sería delito, tal y como destacó ayer El Periódico de Cataluña.
Filmin lo clava con el título de esta nueva colección de películas. pic.twitter.com/AaYlG9JwCK
— David Bravo (@dbravo) 21 de febrero de 2018
La colección creada por la plataforma incluye títulos de provocadores vocacionales como los italianos Pasolini y Tinto Brass, la violencia sexual de Irreversible (2002), de Gaspar Noé y una comedia que se atreve a banalizar el terrorismo como la británica Four Lions (2009). También el humor ácido de Monty Python en La Vida de Brian (1979).
El equipo de Filmin lleva dándole vueltas al asunto desde la polémica generada el año pasado en torno a la comedia de Netflix Fe de etarras, en la que Borja Cobeaga también trata el terrorismo, en este caso en España, en clave de humor.
La actualidad es "una importante aliada" de la plataforma cuando intenta descubrir nuevos títulos a sus usuarios: "Películas como estas se emitían a las 11 de la noche en Televisión Española hace 30 años. Ahora es impensable. Tendemos a mirar las cosas con poca distancia y eso nos lleva a desenfocar la realidad. Nos dejamos llevar por un titular o un mensaje en redes sociales descontextualizado. Nos falta amplitud de miras", comenta Jaume Ripoll por teléfono.
Estos 31 títulos englobados bajo el epígrafe Hoy sería delito forman un manifiesto en favor de la libertad de expresión. Junto a la crítica al nazismo de El gran dictador (1940) de Chaplin se oferta El nacimiento de una nación, la oda al Ku Klux Klan que George W. Grifith rodó en 1915.
"Hubiéramos incluido cintas de Woody Allen y Roman Polanski si hubieran encajado con el nuevo título de la colección. Su vida personal debería ir siempre separada de su arte", defiende el fundador de Filmin.
¿Se rodarían entonces estas películas en la actualidad? "Probablemente sí, aunque con financiación muy escasa. La ventaja del cine actual es que se puede hacer sin grandes presupuestos, pero sin duda una producción como Calígula (1979) de Tinto Brass [crítica sobre los abusos del poder que incluye incesto y zoofilia] no tendría los medios de los que dispuso entonces. Sería algo marginal".
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