Este miércoles 6 de junio, Georgy Cohen visitó el colegio al que acudirá su hija de cinco años el próximo curso. Está en Somerville (Massachusetts, Estados Unidos). En una de las clases vio un cartel impactante: la letra de una canción que enseña a los niños qué hacer ante un tiroteo, una situación que se ha dado varias veces en centros escolares de Estados Unidos. Le hizo una foto, la tuiteó y ha sido compartida más de 40.000 veces en tres días desde su publicación.
This should not be hanging in my soon-to-be-kindergartener’s classroom. pic.twitter.com/mWiJVdddpH
— Georgy Cohen (@radiofreegeorgy) 6 de junio de 2018
Cierra, cierra,
cierra la puerta
Apaga las luces,
no digas nada.
Ve bajo tu mesa
y escóndete.
Espera hasta que sea seguro fuera
Cierra, cierra,
ya ha acabado todo.
Ahora es el momento
para divertirse.
En el tuit, la madre asegura que "esto no debería estar colgando en la futura clase de mi hija". No es una crítica al colegio, sino una queja por los tiroteos contra menores de edad que suceden cada poco tiempo en Estados Unidos. "El colegio está haciendo exactamente lo que es necesario. Y estoy contenta por ello. Mi problema es con los factores políticos y culturales que nos han llevado a esta triste situación. Por favor, hablad con nuestros legisladores sobre la necesidad de una reforma sobre la posesión de armas", dice Cohen en Twitter.
En un comunicado remitido al periódico Boston Globe, el colegio asegura que deben educar a los alumnos ante estas situaciones: "Desafortunadamente, es el mundo en el que vivimos. Al igual que los simulacros de incendios, estas medidas también se están convirtiendo en una práctica común en colegios. Los educadores debemos hacer todo lo que podemos para reducir la ansiedad y el estrés de los alumnos".
El colegio también indica que la canción es un ejemplo de cómo un profesor puede usar rimas para ayudar a los estudiantes a permanecer tranquilos y seguir los pasos durante un simulacro o una emergencia real. El ritmo de la canción imita a Twinkle, twinkle, little star, una nana muy conocida en Estados Unidos.
Como explica The New York Times en este artículo, los tiroteos en colegios e institutos han hecho que los simulacros ante estos incidentes sean cada vez más habituales en Estados Unidos. "Los más pequeños aprenden a esconderse silencionsamente. En los institutos, se les advierte de que el brillo de sus teléfonos puede convertirles en objetivos fáciles", indica The New York Times.
En marzo, la Cámara de Representates aprobó dedicar 50 millones de dólares a mejorar el entrenamiento de profesores de colegios e institutos ante tiroteos. Además, según el medio de comunicación Vox, varios congresistas están dando pasos para que los simulacros sean obligatorios en todo el país. Pero nueve de cada diez colegios ya desarrollan estos simulacros.
El debate sobre las armas en Estados Unidos se ha reavivado en los últimos meses, especialmente desde la masacre de Parkland. En febrero, un joven de 19 años acudió su antiguo instituto de Florida con un rifle. Mató a 17 personas e hirió a otras 15.
Una de las supervivientes, Emma González, se ha convertido en la voz joven contra las armas en Estados Unidos. "Vamos a ser los chicos sobre los que leáis en los libros de texto porque el nuestro va a ser el último tiroteo en masa", dijo en un discurso tras la masacre. En marzo, junto a otros alumnos supervivientes de Parkland, fue portada de la revista Time. Piden un cambio en la flexible legislación de posesión de armas en Estados Unidos.
En mayo se produjo otro tiroteo en un colegio de Santa Fe, en Texas. Diez personas fueron asesinadas y otra 13, heridas. Entra dentro de la categoría de tiroteo en masa, según la organización Archivo de Violencia con Armas, aquel en el que cuatro o más personas son asesinadas o heridas al mismo tiempo por armas de fuego.
Con esta masacre, según los datos de este colectivo y recogidos por Business Insider, el de Santa Fe fue el tiroteo en masa 101 en Estados Unidos en lo que llevamos de 2018. En total, han muerto más de 5.400 personas por violencia con armas de fuego. En 2017, como explica EL PAÍS en este artículo con datos de la misma asociación, hubo 11.652 muertos y 23.516 heridos.
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