La madre del usuario de Twitter Rafa de la Rosa lleva casi nueve años renaciendo. Sufrió un ictus con 45 años y tuvo que aprenderlo todo de nuevo. Durante una conversación telefónica reciente, le recordó cómo descubrió lo que era la lluvia durante una de sus sesiones de rehabilitación. Él decidió convertir esa experiencia en un hilo de Twitter. "Aunque en su día fue una situación dramática, quería mostrar que también hay mucho espacio para la esperanza", cuenta a Verne el autor del relato.
Cuando su madre sufrió un infarto cerebral, Rafa tenía 17 años. "Ocurrió porque fumaba demasiado. Fue un impacto. Mi abuela había muerto hacía poco de lo mismo y mi hermana y yo nos pusimos en lo peor. No teníamos esperanza", explica por teléfono Rafa de la Rosa, sevillano de 25 años que vive en Bilbao y trabaja en neurobiología. Su hilo se ha compartido más de 2.000 veces en menos de 24 horas de publicación.
Cuenta en él que, durante una sesión con su logopeda meses después del ictus, comenzó a llover en Sevilla. preguntó qué era eso y ambas mujeres salieron a la calle a empaparse y jugar con el agua como si fueran niñas.
Ayer, hablando con mi madre me contó la primera vez que ella vio llover.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
[NOTA: mi madre sufrió un infarto cerebral hace 9 años y olvidó casi todo]
🌧️Os lo voy a contar porque me pareció PRECIOSO🌧️ pic.twitter.com/kyniOjnpoM
Cuando le dio el ictus, mi madre perdió, aparte de la movilidad de toda la parte derecha, el habla y gran parte de sus recuerdos.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Que tu madre no sea capaz de reconocerte es un varapalo, pero eso es aparte.
Con el tiempo, la increíble labor de los médicos y del tratamiento, mi madre recuperó gran parte de la movilidad y del habla. Aunque con una afasia de Wernicke brutal que causaba situaciones divertidas cuando nos pedía "aguacates" cuando quería "magdalenas".
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Eso pasó en abril, y por si no lo sabéis, el verano en Sevilla empieza en febrero y dura hasta noviembre, así que desde que la dejaron ir a casa en mayo hasta que llegase el otoño de dos semanas que tenemos en Andalucía, quedaba tiempo.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
En ese tiempo, recuperó una pequeña parte de los recuerdos y se emocionaba mucho cuando tenía flashes de mí o de mi hermana antes del ictus ("yo cuando tu hermana y tú nacisteis lo primero que hice fue contaros los dedos porque tenía miedo de que os faltara uno. ME HE ACORDADO").
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Por supuesto, para tratar la afasia y demás problemas (no sabía sumar ni restar, cuando mi madre era economista), iba a una logopeda y a rehabilitación.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Y benditos los médicos que la trataban porque la ayudaron mucho y tuvieron una santa paciencia con ella, que es mu pejiguera.
Así que ayer, me preguntó si estaba lloviendo en Bilbao y yo le dije que hoy no. Y surgió el tema de cómo ella vio llover por primera vez en una sesión con la logopeda.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Había ido andando (mi madre adora caminar) y estaba chispeando pero ella pensó que habían regado alguna planta y que le estaba cayendo el agua de los geranios de algún balcón.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Cuando llegó a la consulta, la logopeda empezó la sesión como siempre, y de repente vio que mi madre no le estaba echando cuenta. Asustada, empezó a llamarla temiendo alguna recaída.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
--Yolanda, ¿estás bien?
Mi madre responde que sí, pero que no sabe qué ocurre fuera, que si es que están limpiando y la logopeda le dice que no. "Entonces, ¿qué es lo que cae?", le preguntó mi madre.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
La logopeda asustada pensando que mi madre estaba teniendo problemas de visión o algo, porque no sabía de qué hablaba.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
(porque, claro, la logopeda no veía nada inusual caer como para que alguien le preguntase)
Hasta que mi madre le dijo que era eso que estaba hasta chocando contra la ventana mojándola y la logopeda, con la boca chica, temiendo preguntar algo estúpido le dijo: "¿la lluvia?".
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
"¿Y eso qué es?", preguntó mi madre.
La logoepda, medio riéndose nerviosa por el susto que se había dado, le explica qué es la lluvia, pero mi madre le pide si pueden ir a verla.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Así que la logopeda la ayuda a caminar hasta la salida del hospital y allí se ponen las dos, a jugar bajo la lluvia.
Mi madre ayer súper emocionada contándome lo bien que se lo pasó, cuando el agua empezó a mojarle la cara, a mojarle el pelo. La logopeda y ella abriendo la boca para que les cayese agua (y la logopeda pidiéndole que hiciera gárgaras de paso para reforzar musculatura).
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Mi madre, con 45 años, estaba viendo llover por primera vez.
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Y se lo estaba pasando en grande.
Y me parece algo tan precioso, que ella recuerda de forma tan bonita y que me emocionó tanto ayer cuando me lo contó, que no podía guardármelo para mí solo.
Yo no sé vosotros pero a mí me cambió mucho la percepción de la lluvia ayer después del relato de mi madre porque ¿quién puede contar la primera vez que vio llover?
— Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
La recuperación fue relativamente rápida y su madre "volvió a ser tan independiente como había sido siempre, aunque estuvo casi seis años de rehabilitación", recuerda De la Rosa.
La lluvia no es lo único que ha ido redescubriendo. "Hace tres años retomó algunas aficiones como cocinar, aprendiendo de nuevo desde cero, y cambió algunos de sus gustos. Incluso pequeños detalles de su personalidad se han renovado. Ahora prefiere picar cosas dulces en vez de saladas, cuando antes no era golosa".
A pesar de lo trágico de la experiencia, el humor es parte del día a día de su madre. "Sigue teniendo una ligera afasia. Cuando se equivoca y pide aguacates para desayunar en vez de magdalenas y nota nuestras caras, es la primera que dice con una sonrisa: ya me he equivocado", cuenta.
De la Rosa, que también es autor de relatos de fantasía y cuenta con un blog llamado Dragón Mecánico, cambia su estilo cuando escribe en Twitter, añadiendo humor y entretenimiento, como en el hilo que publicó el año pasado sobre por qué los hombres no necesitan sentarse con las piernas abiertas.
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