Pablo Casado habló el pasado domingo sobre inmigración tras un acto del Partido Popular en Ávila. Entre otras afirmaciones, señaló que "España no puede absorber a millones de africanos que quieran venir a Europa buscando un futuro mejor".
Pablo Casado: "No es posible que haya papeles para todos, tenemos que decirlo aunque sea políticamente incorrecto" https://t.co/S2fW2QuEk7 pic.twitter.com/ZAEqgWN0Px
— Europa Press (@europapress) 29 de julio de 2018
El nuevo líder popular justificó su cálculo apelando a "estudios de responsables policiales" según los cuales hay un millón de inmigrantes en las costas libias planteándose una ruta a través de España, y a "estudios de ONG" que aseguran que hay 50 millones de africanos juntando dinero para poder hacer estas rutas.
Son exactamente las mismas cifras que, según recuerda eldiario.es, mencionaba hace poco el portavoz de la Unión Federal de Policía, Serafín Giraldo, en una intervención en Intereconomía, aunque sin concretar la procedencia exacta de los datos.
La migración regular
Si repasamos las cifras actuales de la inmigración que recibe España nos encontraremos con que se encuentran verdaderamente alejadas de esas cantidades. Aunque se hable tanto de la inmigración irregular, la mayoría de inmigrantes que llegan a Europa lo hacen a través de los mecanismos que se consideran legales.
Mientras que, según los datos del Ministerio del Interior, en 2017 llegaron 25.251 inmigrantes por las vías que se consideran irregulares, el flujo de inmigración que entró por mecanismos regulares fue de 532.482 personas, según el INE. Es decir, del total de la inmigración recibida por España en 2017, solo un 4,5% fue irregular.
Las cifras de migraciones del INE, que nos permiten, por tanto, obtener una visión más amplia de la llegada de extranjeros, nos muestra que, en el período de 2008 a 2017, España recibió a 558.467 inmigrantes nacidos en países africanos. En ese mismo periodo, 556.508 inmigrantes nacidos en países africanos abandonaron el país. La comparación de ambas cifras deja un saldo migratorio positivo de solo 1.942 personas en la última década.
Ahora echemos un vistazo a las cifras sobre inmigración irregular, que, como acabamos de ver, suponen un 4,5% de la llegada total de inmigrantes.
La migración irregular
El último balance anual del Ministerio del Interior corresponde al año 2016. Los datos a nivel europeo indicaban que, ese año, 503.653 personas entraron en toda Europa al margen de los cauces que se consideran regulares.
Los datos españoles, como es lógico, son bastante más discretos. En España, a lo largo de 2016, se produjeron 14.558 entradas irregulares de inmigrantes. Y esta cifra no solo se ciñe a personas de origen africano, a los que aludía expresamente Pablo Casado, sino a toda la población mundial.
Ese mismo año, y según los mismos datos del Ministerio del Interior, 18.975 inmigrantes fueron repatriados por su situación irregular, arrojando un saldo negativo en la estancia de inmigrantes irregulares en España. Es decir, el número de inmigrantes irregulares en España descendió ese año.
Es cierto que, a lo largo de 2017, el número de inmigrantes que llegaron a España aumentó bastante con respecto al año anterior, hasta llegar a los 25.251 que se han mencionado más arriba. De hecho, el año pasado fue histórico porque nunca antes, desde que se tienen cálculos y a excepción del año 2006, habían llegado más inmigrantes a España de forma irregular.
Y, de forma paralela al incremento en la llegada de inmigrantes por vías consideradas irregulares, es probable que también aumentara el número de repatriaciones, en un paralelismo que prueban las series históricas y que también reconoce el propio Ministerio.
Haciendo un cálculo hipotético, que nos sirva para acercarnos a la magnitud real del problema, si en 2017 se hubiese mantenido estable el número de repatriaciones del año anterior, el balance sería de + 6.288 llegadas.
Esto significa que, en caso de que ese volumen se mantuviera en el tiempo, tendrían que pasar 159 años para que España absorbiese un millón de inmigrantes irregulares. O 8.000 años, si hablamos de esos 50 millones de inmigrantes irregulares que mencionaba Pablo Casado.
La previsión para 2018 sobre la llegada de inmigrantes en situación irregular a España es bastante superior a la del año pasado. Según el último balance quincenal del Ministerio, que solo llega hasta el 15 de julio, y por tanto deja fuera las dos últimas semanas del mes, 19.997 personas habían llegado así a España. Una cifra mucho más alta que en años recientes, pero que de momento sigue lejos de esos "millones".
El nuevo presidente, Pedro Sánchez, también habló sobre inmigración en su reciente entrevista en Televisión Española: "Es evidente que nosotros no vamos a abrir las fronteras, que eso es inviable. Lo que tenemos que hacer es gestionar bien los flujos migratorios".
Pedro Sánchez, sobre el 'Aquarius' y la inmigración: "Se pueden guardar las fronteras pero sin lesionar a las personas. No vamos a abrir las fronteras, que es inviable, sino a gestionar bien los flujos migratorios" https://t.co/Rbwhn4JOcm
— EL PAÍS España (@elpais_espana) 18 de junio de 2018
Aquella entrevista se produjo al día siguiente de la llegada a España del Aquarius, un acontecimiento que Pablo Casado relaciona con un "efecto llamada" que, según él, estaría provocando el actual aumento en la llegada de inmigrantes irregulares, según dijo también en Ávila. Responsables de ONG, como Estrella Galán, de CEAR, han respondido afirmando que esta tendencia empezó en 2017 y que no guarda ninguna relación con el recibimiento del Aquarius.
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