En el Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia, como explicamos en este artículo, tienen claro su opción preferida en el debate sobre el cambio horario: quedarnos todo el año en el horario de invierno (GMT +1).
Pero hay otras opciones que explican al detalle en el artículo La hora oficial a debate: Cuatro posibilidades, cuatro estilos de vida, publicado en octubre de 2016 en la web del laboratorio. Analizan los pros y los contras de cada opción, mostrando horas de luz y cómo coincidirán con una jornada laboral de nueve de la mañana a cinco de la tarde en Madrid. Estas son las ventajas e inconvenientes de las posibilidades más plausibles.
Mantener el horario de invierno (GTM +1) todo el año
Es la opción favorita de este equipo de expertos. Esta posibilidad "permitiría mantener siempre una diferencia de una hora con respecto a la que nos corresponde por nuestro meridiano, pero solo siete meses de horario distinto al que ahora tenemos".
Ventajas | Desventajas |
El sol saldría una hora antes (desde final de marzo hasta final de octubre) facilitando un despertar más natural. |
Se perdería una hora de sol por la tarde, pero solo en los meses de mayor número de horas de sol (desde final de marzo hasta final de octubre). |
Nos acercaríamos a nuestra hora solar natural. |
Supone un cambio de hábitos de vida. |
Adelantaría horarios de alimentación y sueño. | |
Permitiría dormir más tiempo. | |
Nos ahorraríamos adaptarnos a los dos cambios horarios que hacemos al año. |
Mantener el horario de verano (GTM +2) todo el año
De adoptar este horario, tendríamos todo el año la hora que de forma natural le corresponde a Berlín. Esta opción se perfila como la favorita de la Comisión Europea.
Ventajas | Desventajas |
Todo el año se utilizaría el mismo horario. | Retrasaría el horario de salida del sol desde final de marzo hasta final de octubre. En algunas regiones de la península el sol saldría a las diez de la mañana durante los meses de invierno. |
Alargaría en una hora las horas de sol por las tardes (desde final de octubre hasta final de marzo). | Aumentaría el retraso de horarios de alimentación y sueño. |
Favorecería una mayor reducción en el tiempo de sueño. | |
Supone un cambio de hábitos de vida. |
Quedarnos como estamos (GTM+1 en invierno y +2 en verano)
No parece que esta opción esté sobre la mesa del Gobierno, ya que, antes de escuchar al comité de expertos que analizará el cambio horario, ha anunciado que está de acuerdo con la propuesta de la Comisión Europea de poner fin al cambio de hora estacional.
Ventajas | Desventajas |
Alarga las horas de luz solar por la tarde entre una y dos horas con respecto al horario solar. | Favorece que tengamos un retraso en los horarios de alimentación y sueño. |
Es el horario al que estamos habituados. | Reduce el tiempo disponible para el sueño. |
Cada año hay que adaptarse dos veces al cambio de hora. |
Cambiar a la hora que nos correspondería según nuestro meridiano (GTM +0 en invierno y +1 en verano)
Esta opción nos devolvería a la situación previa a 1940, cuando toda España (y no solo Canarias) compartía horario con Reino Unido y Portugal.
Ventajas | Desventajas |
El sol saldría una hora antes facilitando un despertar más natural. | Durante todo el año la puesta de sol tendría lugar una hora antes. |
Nos acercaríamos a nuestra hora solar natural. | Cambia la rutina a la que estamos acostumbrados. |
Adelantaría horarios de alimentación y sueño. | Cada año hay que adaptarse dos veces al cambio de hora. |
Permitiría dormir más tiempo. |
La conclusión del laboratorio la Universidad de Murcia, que apuesta por el horario de invierno sin cambio estacional, coincide con la de José María Fernández-Crehuet, autor de La conciliación de la vida profesional, familiar y personal. España en el contexto europeo y profesor de Economía e Innovación en la Universidad Politécnica de Madrid. "No cambiar la hora beneficia a España siempre que nos quedemos todo el año en el horario GMT+1", dice a Verne por correo electrónico.
"Sin duda cada uno de estos horarios presenta ventajas e inconvenientes que pueden ser diferentes en función del lugar de residencia (Baleares, Galicia…), edad, horarios de trabajo y cronotipo, que refleja nuestra tendencia natural a ser matutino o vespertino", finaliza el artículo, que lleva la firma de los miembros de laboratorio Antonio Martínez Nicolás, María de los Ángeles Rol de Lama y Juan Antonio Madrid Pérez.
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