Cosas que confunden a los españoles cuando llegan a vivir a China

"Salir en pijama a la calle llega a ser hasta común y no una cosa de locos o sonámbulos"

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Decoración en la calle Qianmen, en Pekín, durante una edición anterior del Festival de las Linternas Rojas. LI WENMING/Corbis
Decoración en la calle Qianmen, en Pekín, durante una edición anterior del Festival de las Linternas Rojas. LI WENMING/Corbis

Mudarse a un país extranjero en el que se habla un idioma diferente supone enfrentarse de golpe a un puñado de choques culturales. Cuando se trata de cambiar de continente y de que ese continente sea Asia, esas diferencias se hacen todavía más grandes.

Hay 41.249 personas nacidas en España que viven en Asia. De ellas, 5.118 están en China, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) fechados a 1 de enero de 2018. El dato ha aumentado un 26,4% en los últimos cinco años.

La cifra real de españoles en el país es todavía mayor: el dato del INE se elabora, tal y como explica en su metodología, a través de los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE). Este no recoge a los emigrantes no residentes, es decir, a los que tienen prevista una estancia de menos de un año, ni a los que no han regularizado su situación en el extranjero.

Hemos preguntado a varios grupos de españoles en China de Facebook y de WeChat [app china similar a WhatsApp, pero con muchas más funciones] por las cosas que más les sorprendieron al llegar al gigante asiático, entre ellos Españoles en Shanghai y Comando X.

Moda

1. En verano aparecen hombres con la camiseta arremangada enseñando la barriga. Una técnica de seducción y liderazgo que nunca entenderé… [Esta moda tiene un nombre: Beijing Bikini y Quora te lo explica].

2. Salir en pijama a la calle llega a ser hasta común y no una cosa de locos o sonámbulos.

3. Su sentido de la moda, en general, es nulo: pueden combinar perfectamente cuadros con rayas.

4. He llegado a ver peluquerías portátiles en la calle.

Costumbres

5. Que se señalen la nariz para referirse a sí mismos.

6. Su arte milenario de colarse en todas partes.

7. Que vayan a toda prisa para pillar sitio donde haga falta, pero luego se paren de lleno en las escaleras mecánicas en el último peldaño y te los comas con patatas.

8. El ansia que tienen por pulsar el botón de cerrar las puertas del ascensor.

Pasión por el botón del ascensor

9. Que consideren dormir como un hobby. Hacen siestas improvisadas en cualquier lugar (oficina, universidad, dentro del coche,...) y en días laborables sin importar el qué dirán.

10. Que luego te digan que su deporte favorito es el hiking (senderismo).

11. Que algunos bebés, en vez de llevar pañales, llevan una raja en el pantalón. Sin duda es más ecológico…

12. A veces hablan muy alto por el móvil, seguro que se les escucha sin él…

13. La gracia que puede llegar a hacer a alguien echarse una foto con orejitas y bigotes de gato, aunque sea doctorado en Física, o hacerse miles de fotos en un campo de flores totalmente random.

14. Salir de trabajar, por la tarde, y te encuentras a un grupo de señoras bailando coreografías en las plazas de la ciudad. [Se llama Square Dancing]

Square Dancing

15. Que pongan el apellido delante del nombre.

16. En el supermercado, puedes encontrar geles de baño y compresas refrescantes. ¿WTF? 😵😵😵

17. Que compartan por WeChat cadenas con consejos para no resfriarse cuando hay olas de frío.

18. Los retretes de muchos bares son un agujero en el suelo.

19. No es raro ver a personas mayores dándose golpecitos en la cabeza. Es un tratamiento tradicional chino para activar el flujo de la sangre y tratar enfermedades en función de qué parte de la cabeza golpees. Como reflexología, pero en la cabeza.

20. Son muy osados con el estilo capilar de sus perros. No es raro encontrar a caniches con parte del cuerpo pintado de colores estridentes o vestidos como humanos, con sus zapatitos, sus trajes, sus diademas...

21. Ver gallinas paseando en plena ciudad. Es de lo más normal. Mi vecina tenía una oca como mascota. La sacaba a la calle a pasear y era muy obediente.

Comer y beber

22. Me llamó la atención que no hay pan como el español. Muchas cosas que venden en las tiendas de alimentación me parecen chucherías, cuando en realidad son comida.

23. Tienen una solución a todos sus problemas: drink hot water (beba agua caliente).

24. Beber un líquido a cualquier temperatura que esté por debajo de la temperatura ambiente es considerado casi un crimen. Olvídate de los cubitos de hielo en este país.

25. En los restaurantes de ciudades pequeñas y pueblos sí llegas a ver que sirvan perro en los restaurantes, y paloma, tortuga…

26. La carne no se corta como en España. Se corta en trozos pequeños e irregulares, a lo loco.

27. Que los comensales tiren los restos de comida al suelo del restaurante (huesos, espinas, palos de los pinchitos...).

28. Los huevos de los mil años. Son como huevos duros negros a los que les han metido un químico y los han enterrado, supongo que mil años... A mí me saben a amoniaco.

Relaciones humanas

29. Que vayan dos chicas o dos chicos heterosexuales dándose la mano por la calle como signo de amistad.

30. Su obsesión por casarse jóvenes antes de los 25-30 años. Y la presión que se ejerce sobre ellos por este motivo. [En este vídeo se muestra cómo a las solteras mayores de esa edad se les llama mujeres sobrantes].

31. Conocí a un chico en el trabajo y me invitó a salir. Yo acepté. Al día siguiente estaba en su casa con toda su familia porque aparentemente había aceptado casarme con él. Lo de las relaciones personales en China es algo que sigo sin entender después de años viviendo en el país.

Finanzas

32. En la tecnología nos llevan mucha ventaja. He llegado a ver personas que viven en la calle con un vaso con un código QR para ingresar el donativo directamente en una cuenta bancaria. [Abierta por una ONG que se lo gestiona].

33. Se honra a los difuntos quemando billetes, para que tengan recursos en la otra vida. A veces, se quema algo más que dinero; también pertenencias hechas de papel, por ejemplo coches de lujo, pisos y casas... Todo tamaño mini y de papel.

34. Que sea más cara la entrada para un piso que un piso completo en Madrid.

35. Que vayan 10 a comer o al karaoke y que uno pague lo de todos. ¡Se pelean de verdad por pagar!

36. Que muchos tengan el último modelo de iPhone, con independencia de su sueldo.

37. Lo bonito de firmar un contrato es que a partir de ahí empiezas a hablar de las condiciones y todo lo hablado antes y firmado no tenga valor. Firmar quiere decir empecemos a negociar.

38. Que lo compren absolutamente todo por Internet.

Lengua

39. Su particular manía de decirte que te entienden cuando no saben ni lo que has dicho. Es que te dicen sí a todo sin entender...

40. Que para hacerse entender te dibujen con el dedo en el aire o en tu mano el carácter/palabra que están diciendo. Como si así fueses a entender... [Con los locales, la técnica funciona: la lengua oral en China tiene centenares de variantes y acentos, pero la escrita es igual. Con lo cual, cuando no se entienden se piden uno al otro que lo escriban, porque así sí pueden comunicarse].

Tráfico

41. Que vayan todos en la moto sin casco.

42. Que los peatones cedan el paso a los vehículos en los pasos de cebra en vez de al revés.

43. ¡Y cómo conducen! Si la Guardia Civil estuviese en China se forraría a multas. Es Grand Theft Auto en estado puro.

44. A los niños les ceden el asiento en el transporte público. A mí, de pequeño, como a todos los niños, me tocaba ir de pie porque se sentaban los adultos…

45. No se cabrean ni cuando tienen un accidente de coche. Tranquilamente fumándose un cigarro con toda la carretera parada y hablando con el del otro coche.

46. Levantarse un día excepcionalmente a las seis de la mañana y ver que en la calle hay tanta gente como a las 12 del mediodía en España.

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