El culpable de una violación es siempre el violador, a pesar de que, según un estudio del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, un 50% de los españoles cree que el alcohol es, a menudo, el causante de que un hombre viole a una mujer. "Hemos normalizado tanto los abusos que incluso muchas mujeres los invisibilizan, especialmente los casos que se dan entre amigos y conocidos", cuenta a Verne la psicóloga Paula Marín. Ella es la autora del texto viral que recrea una conversación entre dos jóvenes después de que uno de ellos viole a una amiga borracha. La publicación original ha sido eliminada de Facebook, pero algunas de las decenas de copias que circulan por redes sociales han superado los 50.000 compartidos en menos de una semana.
En su texto [puedes leerlo al completo en la parte inferior de este artículo], publicado el 2 de noviembre, Marín imagina una conversación ficticia entre dos jóvenes después de que uno de ellos tuviera relaciones, sin consentimiento, con Lucía, una amiga ebria. Los protagonistas no se sienten culpables y, además, se jactan de lo sucedido. Arranca así:
— Ayer me follé a Lucía.
— ¿Qué dices, tío?
— ¡Sí! Jajajaja. Estaba con un ciego que flipas, tío, pero que flipas. Se caía pa tos laos y decía tol rato que quería ir pa casa, así que me dije, esta es la mía, y la llevé pa la mía.
— Joer, qué crack, ¡qué puta suerte! Folla bien o ¿qué?
— Bueno, estaba muy ciega. Hoy por la mañana no se acordaba de nada, pero me la follé tres veces, y me corrí dentro y todo... Podía hacer con ella lo que quería, jajajaja.
Tras el diálogo, la autora reflexionaba sobre la figura preconcebida del violador. "Mucha gente tiene la sensación de que las violaciones las hacen desconocidos encapuchados, gente enferma a la que no conocemos de nada, y en muchos casos no es así", explica a Verne. "Esto, además, hace que muchas mujeres que ha sufrido abusos ni siquiera los considere como tal".
El post de Marín fue eliminado de Facebook una semana después de su publicación y la autora fue penalizada con tres días sin poder publicar. Verne se ha puesto en contacto con Facebook, que no ha ofrecido ninguna respuesta por el momento. Aunque desapareció de la página de la psicóloga, otras cuentas comenzaron a replicarlo –incluso por stories de Instagram–, algunas de ellas sin citar siquiera su autoría. "La parte positiva es que el texto obtuvo una difusión grandísima. La parte mala, la cantidad de comentarios machistas que empecé a recibir", explica.
"En los comentarios, mucha gente escribía que la culpa era de Lucía por quedarse sola, por haber bebido o incluso por no elegir bien a sus amistades", cuenta Marín. Por este motivo, añadió una segunda parte de la historia en la que planteaba supuestos en los que Lucía no se emborracha ni volvía a casa sola. Mucha gente, sostiene, seguiría pensando que la culpa es suya:
Quizás, si no bebe, y coge el taxi, alguien diría que Lucía no debería andar a esas horas sola por la noche. Imaginaos que tampoco lo hace. Pero un día, sale a correr, y un tipo la viola. Ahora, habría gente diciendo que no puede ir a correr sola, porque tiene que tener cuidado. Imaginaos que ni va a correr, ni sale de noche, ni bebe. Pero, tiene un novio que un día quiere follar y ella no. Así que la viola. Ahora, habría gente diciendo que Lucía tiene que elegir mejor a sus parejas.
La culpabilización de la víctima es un proceso del que se habla a menudo usando la expresión en inglés victim blaming. Lo hemos visto, por ejemplo, durante el juicio de La Manada, cuando se cuestionaba si la joven había bebido o por qué iba sola. También en muchos de los mensajes que pueden verse en el texto de Paula Marín. En muchas ocasiones, cuando se producen este tipo de comentarios, resucita un clásico de internet: el gráfico que recuerda quién tiene la culpa en un caso de violación.
"Es increíble la cantidad de casos que encuentro en terapia de mujeres que han sufrido abusos y que las propias afectadas no consideran como tal", cuenta Marín. Según el estudio de Percepción Social de la Violencia Sexual, publicado en junio de este año, el porcentaje de mujeres que opinan que el alcohol puede ser el causante de que un hombre viole es similar entre los entrevistados y las entrevistadas. En el caso de los hombres, un 50% están de acuerdo con esta afirmación. En el de las mujeres, un 45,6%.
La culpabilización a la víctima es un problema estructural que se da incluso en campañas publicitarias contra la prevención de la violencia machista. Durante los últimos años, muchas de estas campañas se han dirigido la víctima, dejando caer la responsabilidad de arreglar la situación en la persona agredida.
Texto completo de Paula Marín
POST ORIGINAL:
—Ayer me follé a Lucía.
—¿Qué dices, tío?
—¡Sí! Jajajaja. Estaba con un ciego que flipas, tío, pero que flipas. Se caía pa tos laos y decía tol rato que quería ir pa casa, así que me dije, esta es la mía, y la llevé pa la mía.
—Joer, qué crack, ¡qué puta suerte! Folla bien o ¿qué?
—Bueno, estaba muy ciega. Hoy por la mañana no se acordaba de nada, pero me la follé tres veces, y me corrí dentro y todo... Podía hacer con ella lo que quería, jajajaja.
—Y, ¿no follasteis hoy?
—¡Qué va tío! Lucía no folla conmigo serena ni de coña, ¡con lo buena que está! Esta mañana se piró corriendo en cuanto se despertó y vio dónde estaba, se moría de vergüenza.
—Y, ¿cómo tiene las tetas? Cuenta.
—Calla, que le hice fotos porque tenía tal ciego que no se enteraba de nada, jajajaja, ahora te las mando.
—¡¡¡No jodas tío!!!! Manda, manda! Jajajaja, ¡qué bueno!
La mayoría de las violaciones no son cometidas por un tío con pasamontañas esperándote detrás de un seto. La mayoría de las violaciones son cometidas por alguien conocido.
Y, en el diálogo que acabo de escribir, nos encontramos con tres protagonistas. Un violador, una mujer violada, y un cómplice.
Y lo más heavy de todo, es que, seguramente, ninguno de los tres piense que lo que ha pasado se llama VIOLACIÓN, sino que ha sido algo dentro de la fiesta. Cosas del colocón. La noche, que confunde.
Y aún más heavy es que muchas de las personas que lean esto pensarán lo mismo, o que la culpa es de Lucía por no "saber cuidarse" o haber bebido tanto.
CONTINUACIÓN:
Hace unos días publiqué este texto de una violación, en la cual la chica, Lucía, estaba muy ciega. Bien, no se hicieron esperar los comentarios en los que se decía que una chica no se puede emborrachar, porque luego pasa lo que pasa. Imaginaos que Lucía no bebe esa noche. Se cansa antes y pilla un taxi para ir a casa. El taxi la deja en la puerta, y cuando va a abrir el portal, llega un tipo y la viola.
El problema no es que Lucía beba o no beba. El problema es el patriarcado.
Quizás, si no bebe, y coge el taxi, alguien diría que Lucía no debería andar a esas horas sola por la noche.
Imaginaos que tampoco lo hace. Pero un día, sale a correr, y un tipo la viola.
Ahora, habría gente diciendo que no puede ir a correr sola, porque tiene que tener cuidado.
Imaginaos que ni va a correr, ni sale de noche, ni bebe. Pero, tiene un novio que un día quiere follar y ella no. Así que la viola.
Ahora, habría gente diciendo que Lucía tiene que elegir mejor a sus parejas.
El problema no es Lucía, lo que haga o lo que deje de hacer. El problema es el machismo.
Y hasta que no lo tengamos todos y todas claro, no vamos a poder acabar con él.
Lucía lleva consigo una mochila llena de culpa y vergüenza. "No debí beber tanto... Confiaba en él... La culpa ha sido mía por no irme a casa antes... etc."
Lucía necesita que le digan que la culpa de una violación no la tiene el alcohol, ni ir sola, ni vestir de una manera o de otra, ni salir de noche.
Lucía necesita saber y tener claro, que la culpa de una violación la tiene quien viola.
Y que ella es una mujer LIBRE.
Y nosotros, como sociedad, tenemos que quitarle esa mochila y ponérsela a quien tiene que llevarla.
No cargársela más de mierda, que bastante tiene ya encima.
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