Embutidos, marisco, cochinillo al horno, lechazo, pavo relleno, polvorones y mucho turrón. Son solo algunos de los alimentos que nos hartamos a comer en las celebraciones navideñas. Los españoles van a engordar entre tres y cinco kilos en estas fechas, según las previsiones del Instituto Médico Europeo de la Obesidad. Mientras que varios nutricionistas y dietistas coinciden en que las comidas en fechas navideñas son abundantes, algunos afirman planificar minuciosamente los menús de los días señalados y optan por platos ligeros y menos calóricos. En Verne, nos hemos preguntado qué habrán cenado por Nochebuena varios especialistas en alimentación. Y, para asegurarnos de que no es solo postureo, les hemos pedido pruebas gráficas.
Raquel Bernácer, dietista y nutricionista autora del blog Alimentarte está a favor de “hacerlo bien durante todo el año” y relajarse durante las fiestas. Sin embargo, opta por aligerar los menús navideños con preparaciones más saludables, que le ayuden a “compensar” otros platos más contundentes. En la mesa de su cena de Nochebuena junto a las croquetas caseras de pollo, el jamón ibérico y el queso, hay una gran ensalada con colas de langostino y mango.
Al igual que ella, varios especialistas consultados incluyen ensaladas como entrantes de esta cena. Es el caso de Sílvia Viñas Gironella, dietista y nutricionista del hospital Sant Jaume de Olot (Girona), que también prepara espárragos, crema de berenjenas, gambas a la plancha y almejas.
El marisco también está presente en la cena navideña de varios expertos consultados. “Nuestro menú incluye chirlas, almejas, gambas... lo habitual. Solo que en vez de con salsas lo acompañamos de limón, ajo y perejil”, cuenta Bárbara Sánchez. Esta dietista y nutricionista especializada en nutrición deportiva explica que también comen verduras asadas y untables como olivada —paté de aceitunas— y hummus con palitos de zanahoria. Las guarniciones vegetales como el guacamole o diferentes pastas para untar no suelen faltar en las mesas de estos nutricionistas.
El plato principal en casa de Sánchez suele ser cordero: “Una carne al horno guisada con verduras y patata asada”. Sin embargo, en Mallorca es tradicional preparar en estas fechas porcella (cochinillo). Pero Lucía Martínez Argüelles, dietista y nutricionista autora del blog Dime qué comes, es vegetariana. Así que suele disfrutar de las patatas asadas que lo acompañan “con algo que haya por ahí, como hummus”. Por ejemplo este año su menú de Nochebuena incluía lasaña de setas y baba ganush, una pasta a base de puré de berenjena típica de la cocina árabe y mediterránea.
Es muy habitual ser un invitado en las festividades navideñas y, por lo tanto, no planificar el menú. Es el caso de Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de alimentos: “La cena se celebra en casa de mis padres, así que tenemos un menú negociado para que pueda gustar a todo el mundo”. El banquete incluye una ensalada de pimientos asados del Bierzo con ventresca, crema de calabaza y almejas a la marinera. “En mi casa, para casi todos los comensales la cena se acaba con la crema. Pero, por tradición familiar, preparamos un cochinillo asado que generalmente acaba siendo la comida del día de Navidad de los muy carnívoros, entre los que no estoy”, cuenta Robles.
También hay quienes optan por un pescado como plato principal. Por ejemplo, Bernácer apuesta por el pastel de merluza y la dietista y nutricionista Julia Farré, que también suele ir como invitada, por rape o langostinos. Esta última experta recuerda como hace unos años organizó ella la cena en su casa: “Hice un ‘picapica’ donde había jamón del bueno, pan con tomate y anchoas, ensalada de escarola con rábanos y granada. Después, como plato principal preparé un rape guisado con picada catalana, que lleva frutos secos, pan, ajo y perejil”.
Otros expertos dejan de lado tanto la carne como el pescado. En la mesa de Victoria Lozada, dietista y nutricionista y autora del blog Nutritionisthenewblack, destacan como plato principal las hallacas, una comida típica venezolana: “Son como una especie de tamales rellenos. La mía era vegetariana, con relleno de garbanzos”. Su menú incluye multitud de frutas y verduras. Por ejemplo, kiwi con aceite de oliva, ensalada de patata y zanahoria, dátiles, mandarinas, caquis y peras.
Se pelan, se escaldan para poder quitar la piel marrón de dentro y se tuestan. Todo en la cocina de leña. pic.twitter.com/NR5ft2xiHK
— Lucía Martínez (@Dimequecomes) 10 de diciembre de 2017
De postre, en ninguna de sus mesas falta una bandeja de fruta. Entre otras piezas, hay mandarinas, naranjas o piña. Muchos nutricionistas se reservan un hueco en el estómago para comer finalmente algún dulce. El padre de Martínez prepara cada año turrón casero. Ella misma explicó cómo lo hizo el año pasado en un hilo de Twitter. Su menú también incluye coca de Nadal, que es un dulce típico de Mallorca. “Mi tía suele hacer una sin manteca de cerdo para mí y turrón de chocolate”.
Al finalizar la cena, hay quienes brindan con una copa de cava. Por ejemplo, Farré, que durante este tipo de comidas siempre bebe agua, y Sánchez, que explica que en la cena se puede ir alternando el vino con el agua: “Somos humanos, por supuesto que también cenamos ese día con vino y brindamos con una copa de cava. La diferencia es que no hace falta terminarse la botella”.
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