De folletos a bolsas de pan: todos los mensajes sobre compra de pisos que recibimos en un día

También recibimos visitas de agentes inmobiliarios, anuncios por redes sociales y hasta cartas manuscritas

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Este es el traje típico de las farolas del centro de Madrid:

Actualmente, es complicado dar un paseo por la capital o hacer cualquier actividad cotidiana sin toparse con un anuncio de compra o venta de vivienda. Este mercado se encuentra en continuo crecimiento desde 2016 –aunque en noviembre del pasado año sufrió un leve descenso– y, además, vuela: en Madrid, una casa dura a la venta 75 días de media. En 2015, se tardaba más del doble, unos 190 días. Los pisos (y las inmobiliarias) se anuncian en medios, redes sociales o publicidad en la calle. En Verne hemos recopilado algunos de los estímulos que, a diario, se reciben en la capital para instarnos a comprar o vender un piso. En menos de un mes, solo en folletos –en farolas, coches, buzoneo...– hemos dado con esto:

Hay, sin embargo, muchos más que no pueden ponerse sobre una mesa para fotografiarlos: cartelería encolada en las calles, anuncios en el transporte público, medios de comunicación y redes sociales... E incluso agentes inmobiliarios que acuden a los domicilios para preguntar, en persona, si el propietario está dispuesto a comprar o vender su piso. Esta es toda la publicidad que encuentro en el día a día caminando por Madrid.

En la calle

Al salir de casa, de camino al trabajo, lo primero que suelo encontrarme son flyers. Son los papeles publicitarios que puedes toparte sueltos en el portal o los limpiaparabrisas de los coches, aunque algunas inmobiliarias los distribuyen con repartidores que los entregan en mano o hacen buzoneo. Hay tanto de compradores como vendedores, y algunos incluso ofertan packs de viviendas, por si no necesitas solo una. Como en este flyer encontrado en la calle Meléndez Valdés, en el distrito de Chamberí:

En muchos de ellos, a pesar de su aspecto de anuncio casero, fotocopiado y en blanco y negro, el vendedor es en realidad una inmobiliaria. Basta con buscar en Google el teléfono que aparece en el cartel para comprobarlo. En otros, los compradores se identifican como "inversores chinos", y es que la venta de inmuebles a extranjeros también está en auge. Este 2018 ha marcado un nuevo récord, con 53.359 operaciones inmobiliarias hechas por extranjeros solo en el primer semestre. Solo en Madrid se realizaron 4.911 operaciones, un 5,4% más que en el primer semestre de 2017.

Además de los flyers, también es normal encontrarse con cartelería, anuncios fijados en las paredes o en los abarrotados postes de señales y farolas. Los de las farolas suelen estar acompañados de otros anuncios que, aunque no son exactamente de compraventa de viviendas, están muy vinculados: los de transporte de mobiliario, mudanzas y reformas. Y no todos están colocados de forma clandestina: también hay carteles colocados por inmobiliarias en el transporte público, pegados en marquesinas, espacios publicitarios de Metro o los autobuses de la EMT.

Anuncio en la parada de Metro de Quevedo, en Madrid.

Las inmobiliarias, además de publicidad en todo tipo de soportes, tienen otra forma de publicitarse: sus propios escaparates. Sus cristaleras están abarrotadas de anuncios de compraventa, y es casi imposible no pasar frente a una en cualquier paseo rutinario por a capital. Su número se ha disparado en los últimos años: en 2018, según el INE, había 176.950 empresas dedicadas al sector inmobiliario en nuestro país. En 2013, eran 129.000.

Ni siquiera hace falta que vaya al trabajo y coja el transporte público para encontrar publicidad inmobiliaria. Basta con bajar a comprar el pan:

A cubierto

Si me quedara en casa tampoco descansaría de los anuncios de compraventa de vivienda. Bastaría con entrar a Facebook, visitar algún diario online o escuchar la radio para toparme con uno. Los portales de vivienda como Idealista o Fotocasa, así como algunas redes inmobiliarias, incluyen publicidad tradicional en los medios de comunicación. No es complicado toparse con una cuña radiofónica de una inmobiliaria o un banner en una página web. Además, están los anuncios personalizados de redes sociales. En Facebook, por ejemplo, deben creer que soy público objetivo de la compra de viviendas sobre plano, que todavía no están construidas. Como estas:

Incluso suponiendo que me pasara el día en casa sin mirar el móvil, sin encender el ordenador ni escuchar la radio, los anuncios podrían venir a mí. Puedes sentirte afortunado si, durante los últimos meses, no ha llamado a tu puerta un agente inmobiliario preguntando si quieres vender tu casa. Normalmente, son trabajadores de inmobiliarias grandes, y ofrecen información para convertirse en intermediarios en caso de que quieras vender tu hogar. En la última semana, a una de las compañeras de Verne incluso le han dejado en el buzón una carta manuscrita sugiriendo a su casero que venda el piso en el que vive:

ampliar foto
Carta dirigida al propietario de una vivienda en alquiler, proponiéndole que venda el piso. Haz clic en la imagen para ampliar

Una publicidad que no va con los jóvenes

Seguro que si vives de alquiler te has hecho esta pregunta alguna vez cuando te has topado con tu enésimo anuncio de compra de piso: "Entonces, ¿es mejor comprar?". Lo primero que debes de tener en cuenta es que uno de los motivos por los que la compraventa de pisos ha crecido es la situación del alquiler: los arrendamientos están por las nubes y la oferta de casas para alquilar es pequeña. Además, muchas viviendas que antes se encontraban en alquiler se han convertido, en los últimos años, en pisos turísticos.

Esto, sumado a la bajada de intereses de las hipotecas, ha hecho que algunos prefieran hipotecarse a alquilar. Según el INE, el número de hipotecas en España alcanzó en 2018 la cifra más alta desde 2011. Eso sí, las hipotecas no son para todo el mundo: los bancos piden a los hipotecados ahorros e ingresos estables, tener ahorrado el 35% del precio de la vivienda, tener un trabajo fijo y que lleves varios años en la empresa. Si las condiciones de algunos alquileres son complicadas de cumplir, las de las hipotecas no se quedan atrás.

"La compra de una vivienda es poco viable para una persona joven en solitario, pues difícilmente ha podido reunir un importante ahorro previo con el que amortiguar el importe inicial del préstamo hipotecario, y no suele reunir los requisitos mínimos de solvencia económica", explica el último informe del Observatorio de la Emancipación en España.

Datos de tenencia de vivienda en menores de 34 años. Fuente: Observatorio de la Emancipación.

Además, que el mercado de la vivienda haya crecido no implica que los precios sean más bajos. Al contrario: en la primera mitad del año, el precio medio de las casas a estrenar y usadas ha experimentado un incremento del 4,5% anual, colocando en 1.557 euros el precio por metro cuadrado. No se alcanzaban esas cifras desde 2013. Según el Observatorio de la Emancipación, casi el 59% de los menores de 30 años emancipados viven de alquiler, frente al 19% que posee una propiedad con hipoteca y el 10,8% que tiene una propiedad totalmente pagada. El español medio menor de 30 años sigue viviendo de alquiler, independientemente del número de anuncios que vea para comprar una casa.

Un solo día, en cifras

Además de recoger información durante varios días, en Verne hemos hecho el experimento de apuntar, durante una única jornada, cuántos anuncios relacionados con la compraventa de vivienda veíamos. Este ha sido el día, en cifras:

De casa al trabajo, en metro: cuatro anuncios pegados en farolas, dos carteles de gran tamaño en paredes, un escaparate de inmobiliaria. En total, siete.

En el trabajo: un anuncio en el periódico (portada de EL PAÍS), dos anuncios de inmobiliarias en el tablón de la cafetería, un post patrocinado en Facebook. En total, cuatro.

Vuelta a casa, corriendo: seis anuncios pegados en farolas y señales, cuatro flyers en coches, ocho escaparates de inmobiliarias. En total, 18.

Total: 29

(Muestra realizada contando únicamente anuncios y flyers diferentes. Contando los estímulos repetidos –los flyers que me encuentro muchas veces o sitios por los que paso varias veces en un día– el total sería de 47).

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