La primera imagen de un agujero negro jamás tomada no solo se ha comparado con el ojo de Sauron, sino también con una versión borrosa de Gargantúa, el agujero negro supermasivo de la película Interstellar, de Christopher Nolan. Kip Thorne, premio Nobel de Física en 2017, colaboró con el equipo de la película para que esta fuera lo más fiel a la ciencia posible. Y Gargantúa sigue lo que se sabía hasta el momento acerca de los agujeros negros.
Como explica Kip Thorne en su libro The Science of Interstellar (la ciencia de Interstellar), “los agujeros negros no emiten luz, así que la única forma de ver Gargantúa es por la influencia de la luz de otros objetos”. El agujero negro “emite una sombra negra en el campo de estrellas y también desvía los rayos de luz de cada estrella, distorsionando el patrón estelar que capta la cámara”.
Alrededor del agujero negro está el llamado disco de acrecimiento: todo el gas y polvo que gira alrededor de este cuerpo, cayendo poco a poco hacia él. En la película, este disco es la fuente de luz del planeta de Miller, que los protagonistas exploran para saber si podría albergar vida. Pero el disco de acrecimiento se ve distorsionado por la gravedad, lo que forma otras dos imágenes: una que gira por encima del agujero negro y otra por debajo.
Thorne explica en su libro que este efecto se suele omitir en muchas simulaciones: “No en Interstellar, para la que Chris [Nolan] insistió en precisión visual”. No todos los trabajos previos ignoran esta distorsión de la luz. Se aprecia en el que ya llevó a cabo el astrofísico Jean-Pierre Luminet en 1979, usando también ecuaciones y un ordenador (de la época). Por cierto, como explica en su blog, Luminet no es un apodo.
En un artículo publicado en 2015, Thorne explicó el proceso con detalle, ofreciendo varias imágenes aún más realistas que las mostradas en la película. La tercera de estas simulaciones sería la que de verdad podrían ver Matthew McConaughey y Anne Hathaway desde el planeta de la cinta de Nolan, pero el director optó por la primera representación al considerar que el cambio en la intensidad de luz y de colores podría resultar confusa.
Thorne explicó a Gizmodo que esta decisión le decepcionó, pero le pareció comprensible dado que el resultado final era más fácil de entender. Esta diferencia de intensidad sí se puede ver en las imágenes reales que se captaron este miércoles. En cuanto a la ausencia del disco de acreción (el agujero negro de ayer parece un solo disco), se explicaría por el hecho de que las imágenes reales que se han captado son cercanas al polo del agujero negro. Es decir, se ven los aros desde abajo y no de frente, según explicaba uno de los investigadores que ha participado en el proyecto.
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