Hasta ahora, las excursiones a Chernóbil eran cosa de unos pocos que recurrían a pequeñas agencias especializadas. Pero el éxito en 2019 de la miniserie de HBO que relata el accidente nuclear ha hecho que se dispare el interés por visitar la zona. La mayorista española Politours organiza por vez primera un viaje temático inspirado en lo visto en la serie.
"Desde hace cinco años, se incluía como una pequeña excursión dentro de uno de nuestros viajes a Ucrania. Pero este año, tras el éxito en televisión, hemos decidido apostar por un tour específico", cuenta a Verne David Hernández, del departamento de Rusia y exrepúblicas soviéticas de Politours.
¿Qué coño acabo de ver? pic.twitter.com/2IxW5yEoEW
— Botifler historiador (@Botifler4ever) August 12, 2019
El folleto de la compañía explica que la visita a la central nuclear programada para octubre forma parte de un tour de siete días que cuesta algo más de 1.500 euros. Comienza con el viaje desde Madrid hasta Vilna (capital de Lituania) y pasa por Ignalina, una central nuclear lituana donde se ha rodado parte de la serie, el museo dedicado a Chernóbil situado en Kiev (capital de Ucrania) y por la propia Chernóbil.
Desde Viajes El Corte Inglés explican que este destino sigue sin formar parte de su oferta entre los mayoristas con los que trabaja, salvo la excepción de Politours: "De momento, es algo puntual entre las grandes compañías, pero las tendencias en turismo pueden cambiar en muy pocos meses y que otras se sumen en breve".
Pequeñas agencias de viaje especializadas, en cambio, organizan excursiones a Chernóbil desde 1999, apenas 13 años después del desastre. La ucraniana SoloEast Travel es la más veterana, pero luego llegaron otras como la británica Lupine Travel o la eslovaca Chernobylwel.come.
Consultadas por Verne, nos comentan que el interés se ha disparado desde el estreno de HBO: el número de personas que han viajado con ellos hasta el momento ha sido entre un 40% y un 60% que en 2018. A estos nuevos viajeros hay que sumar los que lo están haciendo a través de los grandes turoperadores, que han incluido el destino en este 2019.
¿Es seguro viajar allí?
El fotógrafo David McMillan (Canadá 1944), que lleva retratando la zona desde hace décadas, nos contaba en mayo de 2019 que durante sus primeros años tomaba precauciones. Pasaba poco tiempo allí y se hacía acompañar de científicos que intentaban evaluar sin mucho éxito el nivel de radiación. Con el paso del tiempo, ha ido prolongando sus estancias sin que le haya supuesto un problema de salud.
Según la web de Chernobylwe.come, la dosis recibida en la excursión de dos días es comparable a una radiografía o a un viaje de varias horas en avión: “Probablemente recibirás más radiación durante tu vuelo a Kiev”.
Lo confirma Politours a través del teléfono: "La radiación a la que se expone el viajero no es mayor que la de una radiografía o un vuelo de avión. En nuestra visita, se lleva colgado siempre un medidor de radiación y hay varios controles durante la visita. Solo recomendamos no tocar las cosas y llevar un calzado que poder tirar luego. Son medidas de precaución, más que de seguridad".
Harris, de Lupine Travels, añade que las excursiones siguen una ruta muy estricta que ha sido comprobada en muchas ocasiones “y que no presenta niveles de radiación superiores a los de Kiev”. Eso sí, está prohibido separarte del guía para darte un paseo por tu cuenta, especialmente si tienes la idea de adentrarte en el bosque, que es “donde los niveles de radiación siguen siendo altos”.
La llegada del turismo
McMillan ha visitado como fotógrafo la zona de forma regular durante 25 años para tomar imágenes para su libro Growth and Decay: Pripyat and the Chernobyl Exclusion Zone (Crecimiento y decadencia: Prípiat y la zona de exclusión de Chernóbil). Al canadiense le ha dado tiempo a comprobar la evolución del lugar.
Primero acudían los habitantes de la ciudad, que regresaban a llorar su pérdida; luego se acercaron artistas como él, para aportar otra mirada a lo ocurrido; más tarde llegaron los turistas y ahora incluso se organizan raves en la zona. "Ha sido una evolución inesperada. Se ha convertido en una versión tétrica de Disneylandia", comentaba a Verne.
Desde hace años, él ya no es la única persona con cámara que pulula entre los escombros: "Aparece gente que viene a hacerse selfis para poder decir en redes sociales 'yo estuve allí". El momento en el que confirmó esta extraña deriva fue durante un partido de fútbol que se celebraba en Kiev, a 180 kilómetros de distancia. "El día antes, algunos escoceses seguidores del equipo visitante alquilaron un autobús para conocer la zona afectada por Chernóbil. Fue muy extraño ver a hombres en falda haciendo turismo", confesaba, sobre la cantidad de visitantes que recibía el lugar antes del estreno de la serie de HBO. La situación parece haberse multiplicado este verano.
* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!