En septiembre, el quiosco de Diana Castro cambia de piel. Se viste de coleccionables. "Hace años se vendían mucho más, pero siguen siendo muy importantes. Hay muchos aficionados a los coleccionables en fascículos", dice Castro en su quiosco de la plaza de la Reverencia de Madrid. Quiosquera desde 1983, conoce muy bien cómo son las personas que se enganchan a los coleccionables: "Son metódicas y detallistas".
Su análisis coincide con el del psicólogo Diego Antelo, miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia: "Las personas aficionadas a los coleccionables son perfeccionistas. No de una manera radical, pero es normal que sean personas especialmente meticulosas", explica a Verne vía telefónica.
Estas características no solo son importantes para que a estas personas les puedan gustar los coleccionables. Son cualidades necesarias para ser capaces de completarlos. "Hay algunas personas que abandonan nada más empezar, cuando han salido los dos o tres fascículos iniciales que estaban de oferta. Los coleccionistas de verdad terminan", indica Castro.
Si lo haces tú, gusta más
Una de las críticas más recurrentes contra los coleccionables es que exigen más trabajo y más dinero que adquirir la colección. "La maqueta del barco suele ser más barata que el coleccionable con las piezas del barco. Pero la gratificación de esa maqueta no solo procede de ponerla en tu estantería. La satisfacción emocional de algo que creas tú, que te ha costado varios meses de trabajo, siempre es mucho mayor", explica Antelo.
Esto aplica a otras facetas de la vida: valoramos más el plato de comida que hemos elaborado nosotros y presumimos del mueble de Ikea que conseguimos montar sin ayuda. Sin esta sensación positiva que nos generan los retos que nos exigen tiempo y esfuerzo, nadie completaría puzzles de miles de piezas.
"Todo lo que nos supone un esfuerzo nos llama la atención", dice a Verne por teléfono Elena Datrá, del Colegio de Psicólogos de Madrid. Esta psicóloga señala otra de las claves por las que enganchan los coleccionables por fascículos: "Para adquirir una colección completa hay que pagar dinero de golpe, pero cuando se fraccionan los pagos, como pasa con los fascículos, tenemos la sensación de que nos está costando menos. Aunque, al final, lo normal es que hayamos gastado más".
Antelo cree que las editoriales lanzan los coleccionables en septiembre porque "es un punto de arranque de un nueva etapa". Con el final de las vacaciones, buscamos nuevos retos y aficiones: "Es un trabajo de fondo, que nos pilla en un momento en el que solemos estar con ganas de hacer cosas nuevas". Por eso también hay coleccionables a principios de año.
"Hace años, un tipo de coleccionable que siempre funcionaba era el de idiomas. Ya no se venden", añade la quiosquera, rodeada de coleccionables para todas las edades: tiene un primer fascículo de la maqueta de un camión, cómics de Astérix y sellos y billetes de la II Guerra Mundial.
¿Cuáles son los coleccionables que mejor recuerdas?
A continuación ofrecemos una lista de los coleccionables que completamos (o al menos empezamos) en Verne. O que hemos visto en casa de amigos y familiares. Puedes contarnos los tuyos de la forma que te resulte más cómoda: contestando a estos stories de Instagram o por correo electrónico a esta dirección: hola@verne.es. Si nos mandas una imagen del coleccionable, mucho mejor.
1. Magic English
2. Maquetas y libros de dinosaurios
3. Los Premios Nobel
4. Érase una vez.. el cuerpo humano
5. Cómics de Astérix
5. Fórmula 1; The car collection
6. El maravilloso mundo de las muñecas de porcelana
7. Cartas Magic
8. Naves de Star Wars
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