Estar es un acto político

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Ilustración: Anabel Bueno con fotografía de Getty Images
Ilustración: Anabel Bueno con fotografía de Getty Images

Tuvieron suerte porque en esos momentos hacía frío, pero no llovía. Les habría dado igual, de todos modos: cada último domingo de mes, tienen una cita en la explanada de los antiguos cuarteles de Daoíz y Velarde, cerca del metro Pacífico, en Madrid, independientemente del tiempo. Esta vez, la reunión se producía el domingo 24 de noviembre, la víspera del Día Internacional contra la Violencia de Género.

Yo había pasado por ahí unos minutos antes y no estaban, pero cuando me di cuenta, se habían agolpado. Serían una veintena de mujeres, aproximadamente. La mayoría tenía más de 60 años pero también las había de mediana edad. Una más joven llevaba a su hijo. O hija. Se desplegaron rápido, sujetando una cuerda de la que colgaban ataúdes de papel con los nombres de mujeres asesinadas durante 2019. Se plantaron en la acera, sacaron el megáfono y empezaron a corear: “No estamos todas, faltan las asesinadas”. A esas horas, por el barrio paseaban personas que salían de misa, familias aprovechando ese día gélido pero con sol y algún runner.

Ellas son las de este barrio, pero son grupos y redes que están en otros muchos barrios y ciudades de todo el país: un día anterior, otro grupo de mujeres que habían hecho su propio acto en memoria de las asesinadas en Tetuán en el que unos zapatos rojos representaban a cada una de las víctimas mortales. Ese domingo, Toledo amaneció con mariposas de papel esparcidas por el casco antiguo con los nombres de las asesinadas. Sus nombres también protagonizaron las esquelas que las Muyeres Rurales del Oriente habían repartido por varios concejos y municipios asturianos…

Su empeño puede parecer estéril para muchos. ¿De qué sirve juntarse una vez al mes para algo así? ¿Servirá para evitar asesinatos? ¿Qué ganan? Pero a mí me parece de una generosidad enorme. Además de dedicar su tiempo y sus fuerzas, están ocupando los espacios para ganar visibilidad y conseguir que esos nombres, esas mujeres, no se nos olviden el resto de días que no son 25 de noviembre. Estar, solamente estar ahí, es un acto político. Viéndolas, mi acompañante me recordó la historia de las Madres de la Plaza de Mayo. Estas mujeres recorrían las comisarías en busca de sus hijos desaparecidos. Comenzaron a reconocerse, a conocerse y “comprendieron que tenían que hacer público su secreto”, cuenta Rebecca Solnit en su libro Wanderlust, una historia del caminar.

“El 30 de abril de 1977, catorce madres fueron a la Plaza de Mayo, en el centro de Buenos Aires (...). Sentarse allí constituía, les gritó un policía, una reunión ilegal, así que empezaron a caminar alrededor del obelisco del centro de la plaza.

Allí y entonces, escribió un francés, los generales perdieron su primera batalla y las madres encontraron su identidad. Aquella fue la plaza que les dio nombre y sus caminatas por aquella plaza todos los viernes las hicieron famosas”.

ESTOS DÍAS, NOS HA GUSTADO MUCHO

1. Sesgos, everywhere (The Guardian/ Verne). En Verne nos encantan los sesgos cognitivos. Bueno, nos encanta conocerlos para intentar luchar contra las trampas que nos pone nuestro cerebro. Este es uno de los primeros artículos que publicamos, allá por 2014. Estos días he guardado especialmente dos noticias que nos hablan de ellos y la relación con el género. Por un lado, este de The Guardian sobre cómo afectan a la salud de las mujeres y a la manera en la que se han planteado los tratamientos contra las enfermedades. También hablamos de sesgos en este artículo sobre el diseño de los mandos de las videoconsolas, a propósito del lanzamiento del primer mando gender neutral de Google. Este es uno de los típicos ejemplos de artículo que nos llenan los comentarios de haters ¯\_(ツ)_/¯

2. A la cola (eldiario.es). Me ha gustado mucho ver cifras para un tema que me he planteado muchas veces: el de las colas en los baños de mujeres. El artículo está escrito por Lezlie Lowe, autora del libro No Place To Go: How Public Toilets Fail Our Private Needs (Sin lugar al que ir: cómo los baños públicos no satisfacen nuestras necesidades privadas). ¿Vosotras sois de las que se meten en el baño masculino si no hay cola o de las que aguantan? ¿Qué os parecen los baños mixtos?

3. Esta pancarta

Al verla he recordado este experimento de La Ser, en el que pidieron a sus periodistas que buscaran en sus grupos de WhatsApp los mensajes que las mujeres nos enviamos para avisar de que ya hemos llegado. Después, sus oyentes enviaron también sus capturas.

4. ¿Qué coño está pasando? (Netflix). Este documental toca la mayoría de los debates en los que estamos inmersas en estos momentos (y desde hace décadas): prostitución, vientres de alquiler, techos de cristal, transversalidad... Pero es, sobre todo, un compendio de voces del feminismo español.

5. Quién decide qué es lo mejor (Babelia). Cuando leas esto, ya será diciembre. Y, como todos los diciembres, comienzan las listas de lo mejor del año. Esta vez, además, habrá listas de lo mejor de la década y lo mejor que llevamos de siglo. ¿Quién decide esas listas? Babelia ha publicado los datos de qué y cómo ha votado el jurado que ha seleccionado los 21 mejores libros del siglo XXI. Y los resultados son interesantísimos: hombres y mujeres votan diferente, las mujeres votan más libros de mujeres y los jóvenes, también. Revisar los entresijos de la votación es apasionante. Estaría bien plantearse esto cada vez que vemos listas por el estilo y también, entender cómo influye la presencia mayoritaria de hombres a la hora de establecer cuál es el mejor libro (o similares). Rescato este dato: "En el top 10 de los hombres mayores de 50 años [miembros del jurado] solo hay libros escritos por hombres".

6. Un poquito de autobombing. El pasado fin de semana estuvimos en el evento que Chicas Poderosas celebró en Madrid, por su primer aniversario en España. Si no las conocéis, Chicas Poderosas son un colectivo que tiene presencia en muchos países, especialmente en Latinoamérica, y que trata de temas de innovación, periodismo y mujer. A lo largo de los años, han construido una comunidad que trabaja en visibilizar a las mujeres, crear redes y dotarnos de herramientas para saber sobrevivir en el mundo laboral. En el evento de la semana pasada, hablamos de nuestro proyecto De aquí y también de por qué son importantes las redes femeninas en el ámbito laboral

Selección del contenido y redacción de La Matяioska: Mari Luz Peinado @mluzpeinado

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