Hay una nueva razón para usar un cubrebocas además de la pandemia por la covid-19. Una nube gigante con polvo proveniente del desierto del Sahara, en África, ha arribado al país desde el Caribe y se encuentra en los Estados de la península de Yucatán desde el 24 de junio. Luis Ladino, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, explica que se trata de un fenómeno que se repite cada año, pero en esta ocasión se trata de la mayor cantidad de polvo registrado en los últimos 50 años.
“Se espera que esta pluma con polvo proveniente del desierto del Sahara salga por el golfo de México el 26 de junio y tenga su mayor impacto en los Estados de la península de Yucatán”, explica Ladino en una conferencia virtual. Esta nube de polvo contiene partículas ultrafinas menores a los 2,5 micrómetros (PM2.5) que pueden ser perjudiciales para la salud si se respiran por un periodo considerable de tiempo. “Estamos experimentando un aumento del 800% y la pluma apenas está llegando. Es bastante significativo”, expresó el académico.
Las personas con enfermedades respiratorias, adultos mayores, mujeres embarazadas y menores de edad son particularmente susceptibles de manifestar efectos negativos al respirar este polvo, por lo que deben de usar cubrebocas, permanecer en interiores y mantener las ventanas cerradas para evitar que las partículas finas dañen su salud.
De acuerdo con un estudio de la UNAM, la presencia de micropartículas, presentes en el ambiente por contaminación ambiental, aumenta entre 300 y 500% cuando hay presencia de plumas de polvo desértico, un fenómeno que es más frecuente en el verano. “Cada año los desiertos africanos, siendo el del Sahara el más grande, emiten a la atmósfera aproximadamente 800 millones de toneladas métricas de partículas finas de polvo, y cada verano, entre los meses de julio y agosto, se dirigen hacia el Caribe”, indicó.
Alejandro Aguilar Sierra, del Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra del Instituto de Geografía de la UNAM, señala que han dado seguimiento a éste y otros fenómenos atmosféricos con ayuda del satélite GOES-16 de la NASA, obteniendo información que será clave para comprender más este tipo de eventos.
Aunque las afectaciones en México no serán significativas, los investigadores llamaron a la población de Yucatán, Quintana Roo y Campeche a proteger las vías respiratorias con cubrebocas y evitar estar en el exterior. “A Ciudad de México y el centro del país esperamos que llegue muy disipada esta nube”, comenta Ladino.
La presencia de este polvo disminuye la visibilidad y empeora la calidad del aire. Sin embargo, este fenómeno no es negativo en su totalidad, ya que la presencia de esta nube ayuda a inhibir la creación de ciclones tropicales en el Caribe y transporta diversos nutrientes benéficos para muchas especias. “La ausencia de humedad ayuda a que no haya huracanes, además de que ayuda a enfriar la superficie terrestre”, detalla.
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