Las dos últimas semanas fueron las peores. Claudia Rodrigo, de 20 años, vive en Madrid. Y su novio, Pablo, de 22, en Zaragoza. Que su relación fuera a distancia hizo que se adaptaran con facilidad a la separación impuesta por el confinamiento. Sin embargo, conforme avanzaban las fases de la desescalada, veían cómo otras parejas se iban reencontrando. Y a ellos, al estar en comunidades autónomas distintas, no les quedaba más remedio que seguir esperando. "Ya estamos haciendo planes y estamos más nerviosos", contaba Claudia a mediados de junio, cuando aún les quedaban dos semanas para verse.
Comunicación...
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