Probablemente te haya sorprendido el anuncio de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) sobre la primera ola de calor del verano, que empieza el jueves, después de varias semanas en las que los termómetros de muchas regiones de España han registrado altísimas temperaturas. Diversos usuarios de Twitter lo han manifestado al enterarse de la noticia por un tuit de la propia AEMET. En Verne hemos hablado con Rubén del Campo, técnico de la agencia, para saber cómo será esta ola de calor y por qué, pese a las altas temperaturas, no se había activado todavía.
Que lo de estos días era broma... https://t.co/JJyoMoo56U
— Eduardo Rodrigo (@EduRodrigoM) July 28, 2020
¿Qué es una ola de calor y cuándo se activa?
"Es un fenómeno meteorológico extremo y extraordinario, pero no existe una única y precisa definición porque varía en función de cada país. No es lo mismo una ola de calor en España que en Reino Unido, por ejemplo", explica Del Campo.
Para que la AEMET active una alerta por ola de calor en España han de cumplirse simultáneamente estos tres criterios: adversidad, que se emitan avisos de nivel naranja o rojo por temperaturas muy altas; duración, que esas temperaturas adversas se prolonguen al menos durante tres días; y extensión, que como mínimo el 10% de la península y Baleares o el 30% de Canarias se vea afectado por esta adversidad. "Durante el mes de julio, y a pesar de haber sido muy caluroso en algunas partes de España, no se han dado a la vez estos tres criterios y por eso hasta ahora no se había activado la alerta por ola de calor en toda España", aclara Del Campo.
Esto no quiere decir que no se puedan activar avisos naranja o rojo por altas temperaturas únicamente en algunas regiones del país. AEMET tiene hasta 140 zonas de aviso distribuidas en diferentes provincias que alertan no solo sobre fenómenos meteorológicos relacionados con el calor, sino con otros como lluvias torrenciales, rachas extremas de viento, etc.
¿Van a explotar los termómetros?
Que se declare ahora una ola de calor no implica una subida generalizada de las temperaturas. Como ya hemos visto, esta se activa cuando más regiones se suman a estos altos registros. Del Campo explica que en las zonas donde ya eran altas, la sensación de calor va a ser prácticamente la misma en los próximos días (la alerta del servicio de meteorología se acaba el domingo). Los que más lo notarán serán los que se encuentren en la región cantábrica, donde se podrá llegar hasta los 41 o 42 grados, diez más que estos días atrás. "Bilbao puede incluso batir su registro histórico de hace 73 años", dice el técnico de AEMET.
Cuando este fenómeno se produce tendemos a fijarnos únicamente en las temperaturas máximas, pero las mínimas también pueden suponer un problema. "Las noches tropicales, esas en las que el termómetro no baja de 21 o 22 grados y que tendremos en estos días pueden ser peligrosas para las personas que estén delicadas de salud. Esos 21 o 22 grados se alcanzan ya de madrugada, eso quiere decir que a la hora que nos acostamos todavía puede hacer 30 o 32 grados. Si no tenemos sistemas de refrigeración en casa y además esta se ha recalentado por la insolación prolongada puede hacer que no descansemos bien".
Otro factor importante al que atender es la humedad que se da en los litorales y que hace que notemos en nuestro cuerpo una temperatura más alta de la que realmente hay, lo que se conoce como sensación de bochorno. "Uno de los mecanismos que tiene nuestro cuerpo para combatir el calor es la sudoración. Al evaporarse, el sudor enfría nuestra piel, pero cuando la humedad es muy alta, a nuestro cuerpo le cuesta más realizar este proceso y de ahí que tengamos una sensación de más calor", explica.
¿Ni un verano sin su ola de calor?
En cualquier caso, una ola de calor es "un fenómeno extraño y excepcional", como explica Del Campo, y que cada vez sean más frecuentes e intensas está directamente relacionado con el calentamiento global. El técnico recuerda que el año pasado la ola de calor que vivimos en junio fue una de las más intensas desde que empezaron a estudiarse en los años 60 del siglo pasado. "Y en 2015, tuvimos una ola de calor que duró 26 días", añade.
La primera ola de calor oficial de este verano no se prolongará más allá del fin de semana. "A partir de entonces, bajarán un poco las temperaturas. Pero vamos, que frío tampoco va a hacer", se ríe Del Campo que, a falta de analizar los datos de julio, cree que "probablemente este ha sido uno de los más calurosos de los últimos años, aunque no se haya activado hasta ahora aviso por ola de calor".
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