Durante el confinamiento por la contingencia sanitaria por la Covid-19, muchas personas encontraron varias maneras de pasar de modo más ameno el tiempo en casa. Creaciones musicales, poesía o adquirir nuevas habilidades fotográficas se volvieron tema de conversación en redes sociales.
Para Rosario Cacho, la mejor forma de matar el tiempo fue creando una cocina en miniatura. Las fotografías de su maqueta fueron publicadas por su hija Fernanda en Facebook, donde fueron compartidas más de 18.000 veces en las primeras 48 horas tras su publicación.
“Tenía ratos libres entre el quehacer de la casa, así que pensé en hacerle una maqueta a mi sobrina nieta”, cuenta a Verne Rosario Cacho, trabajadora administrativa de 48 años. “No soy profesional, pero me gusta ver videos de cómo hacer miniaturas y pensé que podría hacerlo bien”, dice, vía telefónica.
Vista de lejos, la pequeña maqueta pareciera una cocina real. Refrigerador, cuarto de lavado con una moderna lavadora, azulejos en las paredes y una vajilla de talavera recién lavada son algunos de los elementos que sobresalen de esta minúscula instalación. Para su creación, Cacho usó primordialmente objetos reciclados: envases de yogur, borradores escolares, clips, trozos de plástico recortados, palitos de madera o trozos de alambre, entre otros materiales.
El proyecto inicial, sin embargo, no era construir una cocina, sino un cuarto de baño para la casa de muñecas de su sobrina, de cinco años. “En total, me llevó tres meses construirlo”, detalla Cacho. Para su construcción, la trabajadora administrativa utilizó un juego de manicura y uno de limas que adquirió en línea, además de algunas tijeras. “No tengo un espacio para trabajar en casa, así que lo hice al lado de la cama en una mesa que levantaba todos los días y volvía a poner después”, cuenta la capitalina.
En YouTube hay gran cantidad de videos con tutoriales para crear maquetas en miniatura, en donde Cacho encontró patrones que pudo descargar e imprimir, además de otras ideas para poner en marcha su universo culinario en miniatura. “Los azulejos los encontré en catálogos viejos que me regaló una amiga”, comenta.
Pero más que los materiales, uno de los rasgos que más llamó de esta instalación con detalles muy a la mexicana, fueron los ingredientes de cocina y los aditamentos del cuarto de lavado. El clásico jabón Zote y un aceite Capullo, entre otras conocidas marcas de enseres domésticos muy populares en los hogares, se encuentran presentes en esta maqueta, con pequeñas etiquetas salidas de una impresora casera. Adheridos con pincel y también marcados con agujas. “No se trata de las marcas, sino de que mi sobrina supiera identificar el jabón, la mayonesa y otras cosas de la cocina a través de las cosas que ve en su casa”, comenta.
Para ser un regalo imaginado en medio de una pandemia, Cacho no sospechó que su creación sería tan bien recibida en las redes sociales. “Me gustan mucho las manualidades, mi familia siempre me pide ayuda... creo que soy buena en esto”, reflexiona la capitalina. “Hay que tener paciencia para hacer estas cosas”, finaliza.
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