72 kilos y tres millones de seguidores: el ilustrador que comenzó hablando de su dieta

Este publicista bilbaíno, que comparte una ilustración casi a diario desde hace 12 años, publica su cuarto libro

  • Comentar
  • Imprimir
Detalle de una de las ilustraciones que componen Las cosas que importan
Detalle de una de las ilustraciones que componen Las cosas que importan.

Hace ya doce años, cuando Óscar Alonso pesaba 92 kilos, empezó a contar en su blog, diariamente y con viñetas, su camino hasta perder veinte kilos. De ahí que bautizara su proyecto @72kilos, por el peso que esperaba alcanzar. Sus mensajes sobre correr, sobre nutrición y sobre motivación fueron despertando la atención de muchas personas y algunas de sus ilustraciones se publicaron en la revista Runners world.

Una vez alcanzado su objetivo con el peso, y ya con un elevado número de seguidores, Óscar Alonso siguió publicando sus sencillas viñetas, pero llevando su temática más allá del deporte. "Sentía que había dibujado mucho sobre correr y que tenía mucho que contar de lo que me sucedía con mi familia, amigos y novia". Ahora, muchas de esas viñetas han visto la luz en un libro titulado Las cosas que importan (Plan B, 2020).

Desde que comenzó el proyecto en 2008, Óscar Alonso intentó que la periodicidad de sus viñetas fuese diaria. "Pero había épocas de mucho trabajo en las que no podía dedicarle nada de tiempo", nos cuenta. Este ilustrador, nacido en Bilbao hace 37 años, trabaja como creativo publicitario  en la agencia Trupp, por lo que se dedica a dibujar las viñetas por las noches "como hobbie". Sin embargo, desde el 11 de julio de 2017 sí que ha logrado la periodicidad deseada y no ha fallado ni un solo día.

Otra de las ilustraciones que componen Las cosas que importan. Cedida por el autor

Con la llegada al mundo de su hijo Telmo su producción artística no se ha reducido, sino que ha aumentado. "Nos ocurren más aventuras que guardo en mis cuadernos y, de vez en cuando, las publico. Además, cuando todos se han dormido en casa, saco fuerzas y me pongo a trabajar en los dibujos. Me sirve para relajarme".

Además de la evolución temática comentada, también es posible apreciar un desarrollo técnico en su obra. "Gráficamente creo que las viñetas han mejorado y eso es fruto de observar mucho y tratar de mejorar". La mejora ha sido posible gracias a "algunos aciertos, muchos errores y tratar de no rendirme en un hobbie que solo me ha traído alegrías".

En el momento de publicar Las cosas que importan —su cuarto libro después de Un millón de runners (2014), Las vidas que dibujamos (2019) y El mundo es un regalo (2020)—, la cuenta de @72kilos supera los 1.700.000 seguidores en Instagram, los 850.000 en Facebook y los 356.000 en Twitter. Ante semejantes cifras, Óscar Alonso asegura sentirse todavía "asombrado y agradecido".

Otra de las ilustraciones que componen Las cosas que importan. Cedida por el autor

¿Cuáles son las cosas que importan?

En Las cosas que importan, su primer libro con un cien por cien de viñetas inéditas, hay mucho más texto que en sus viñetas diarias. "Quería explicar ciertas anécdotas o cuentos en este formato para poder contarlos con más detalle. Estas piezas no sé cómo llamarlas: algunas son poesía, otras son cuentos, otras anécdotas... Son habitantes por definir".

Es lo más autobiográfico que ha publicado hasta ahora. Ha utilizado escenas que estaban muy nítidas en su memoria, "como una peli que has visto miles de veces, de esas que te sabes sus diálogos". Pero el libro no habla solo de él. Las cosas que de verdad importan son, en opinión del autor, muy parecidas para todos.

Otra de las ilustraciones que componen Las cosas que importan. Cedida por el autor

Su intención con este libro, al igual que ocurre con el resto de su producción artística, es contar algo que él ve pero de tal manera que los demás se vean reflejados en ello. "Que completes la foto tú, que termines el dibujo". El contenido final está condicionado por el receptor: "Dentro de esa habitación están las respuestas cambiantes dependiendo de quién abra la puerta". El libro es, por lo general, alegre y optimista, aunque según avanzan las páginas gana realismo y crudeza, ya que aborda temas como la enfermedad o la muerte.

Óscar Alonso cree que en la sociedad digital, pragmática e inmediata en la que vivimos "compartimos más nuestro estado de ánimo y nos sumamos más a comportamientos porque estamos más conectados, pero también cambiamos más. Somos máquinas de hacer cosas, igual podríamos parar un poco y no sentir tanto en todo momento". Puede parecer ligeramente tecnófobo, ya que alaba el silencio y la conexión real entre las personas, pero él tiene una buena consideración general de las redes sociales.

"Creo que son una herramienta que si se utiliza bien puede ayudarte mucho. Ha habido momentos en los que la saturación que he sufrido ha sido real y he tenido que desconectar de alguna manera, dejando que mi hermano me ayudara a publicar las viñetas, contestara a los comentarios, emails, etcétera. Yo trato de consumir redes sociales en la medida en la que puedo, sin intoxicarme".

Otra de las ilustraciones que componen Las cosas que importan. Cedida por el autor

La reacción de sus seguidores

"Decir lo que uno siente es cuidar el jardín. Ser consciente de lo que está pasando y no descuidarlo". Las cosas que importan está lleno de metáforas y consejos de este estilo. Las viñetas de 72kilos pueden resultar terapéuticas para algunas personas, y así se lo hacen saber los lectores al autor cuando le escriben contándole sus puntos de vista y sus experiencias: "Me dicen que mis viñetas o textos les sirven como punto de partida para ahondar en sus sentimientos".

Aunque le han dicho que acierta en muchos de los enfoques para ciertos comportamientos, él es humilde con su posición y no aspira a ejercer como coach ni como psicólogo: "No pretendo ser un experto aquí. Es mi visión sobre ciertos temas y cómo actúo o actuaría en determinadas situaciones. Cuando la gente me ha pedido consejo yo les derivo a profesionales. Me limito a escribir y dibujar lo que siento".

Otra de las ilustraciones que componen Las cosas que importan. Cedida por el autor

Debido al gran número de seguidores que tiene en las redes sociales, siente una responsabilidad a la hora de hablar de temas como los hábitos saludables, la nutrición o el descanso. "Trato de hacerlo de la mejor manera que puedo. Lo cuento todo desde mi punto de vista y a veces cometo errores. Dibujar muñequitos pequeños me quita un poco ese peso de mostrar quién soy y qué hago a cada instante".

Atribuye al público la mitad de su éxito. "Con sus 'me gusta', retuits, felicitaciones, etcétera hacen que este proyecto crezca, aunque no lo sepan". A veces, incluso, influyen en el contenido de las ilustraciones. Alonso recibe muchos mensajes con historias increíbles. "Son los que me hacen seguir día a día. Muchos me encogen el corazón. Otros me dan alas... Suelo dibujarlos de vez en cuando". Eso sí, intenta que, en la medida de la posible, sean historias que sienta como propias. Calcula que si escribiera todas las que le llegan podría publicar un libro al año.

—¿En qué manos te imaginas Las cosas que importan? —le preguntamos.

—En las de personas que tienen ganas de parar un poco y valorar lo que tienen —responde.

Otra de las ilustraciones que componen Las cosas que importan. Cedida por el autor

El embrión del libro se gestó durante los meses del confinamiento más estricto por la pandemia de la covid-19 en España. "Me puse a escribir cosas que me estaban pasando y que no terminaba de contar en mis viñetas diarias". Pero la idea del libro no nació únicamente de él: "Fue una coincidencia en el tiempo. La pérdida de mi suegra a principios de año y el comienzo de la pandemia y el confinamiento me hicieron dibujar sobre cosas que no había dibujado antes. Incluso comencé a escribir algún cuento. Mi editor Gonzalo me llamó un día y me propuso hacer un libro sobre todo lo que nos estaba pasando como sociedad, sobre valorar lo que teníamos cerca. Entonces profundicé en este trabajo que ya venía realizando y salió este libro".

Esa situación tan excepcional influyó en su contenido, y el libro ha salido a la luz en otra que no es menos atípica: las vísperas de unas fiestas navideñas que serán muy diferentes a todas las anteriores. "Me hace mucha ilusión y me da un poco de pena cuando la gente me escribe para contarme que es un libro que regalarán en Navidad a pesar de no poder estar con esas personas. Me encanta la idea de un libro que es puente en esta situación tan complicada".

Le damos a elegir cuál es su "hija" preferida y, aunque hay varias viñetas que le encantan, se queda con una en la que una abuela desciende de lo alto para aconsejar a su nieto: "Resume por un lado la relación con la familia y por otro las ganas de hacer cosas en la vida. Y me gusta que una abuela baje del cielo como si esto fuera un gran musical".

En la viñeta se lee:

—¿Qué harías en mi situación, abuela?

—Divertirme.

* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!

  • Comentar
  • Imprimir

Comentar Normas

Lo más visto en Verne