“Hora de Aventuras llegó, coge a tus amigos y vámonos…”
Si no sabes cómo sigue esa cancioncilla, tienes que ponerle remedio. No conocer Hora de Aventuras, una de las series de animación más revolucionarias del panorama actual y todo un movimiento en sí mismo en Internet, debería considerarse pecado.
Hora de Aventuras es una serie de animación del canal estadounidense Cartoon Network creada por Pendleton Ward, un señor con un nombre estupendo, un aspecto único y que crió cierta fama haciendo cómics por Internet hasta que dio el salto a la televisión como animador. Su serie ya tiene seis temporadas y es uno de los programas de dibujos mejor valoradas de los últimos años, como demuestran sus dos premios Emmy o que sea “uno de los programas más filosóficamente arriesgados y, a menudo, conmovedores de la televisión” para The New Yorker.
En principio, está pensada para niños de entre 10 y 14 años y su planteamiento es muy simple: Finn, el humano, es un héroe con espada que, junto a su infatigable y mágico amigo Jake, el perro, protege a los habitantes de un mundo de fantasía en el que tan pronto un rey secuestra a unas princesas como una criatura del averno lleva a sus enemigos a otra dimensión.
Dicho así, puede no sonar demasiado especial, pues hay una buena cantidad de series similares y con planteamientos fantásticos y épicos para el público infantil y juvenil, pero Hora de Aventuras ha conseguido alzarse como serie de culto y un programa que también disfrutan muchos adultos.
¿No es la típica serie de dibujos, entonces? La culpa de esto la tiene Internet, como siempre. Una sencilla búsqueda en Google abre un portal hacia el infinito repleto de fanfiction (versiones de la serie hechas por fans), webs con teorías locas sobre sus personajes, ilustraciones, gifs a tutiplén de Tumblr, juegos de cartas, muchos videojuegos y toda clase de merchandising, desde mochilas hasta leggins o vestidos.
También ha atraído a creadores de la envergadura de Guillermo del Toro, cuyo prólogo para Adventure Time - The Art of Ooo no podría resumir mejor el espíritu de la serie: “La soledad, la pérdida, el amor imposible o la pureza de un buen tránsito intestinal son igual de importantes para Hora de Aventuras [...] porque aborda temas que son grandes o pequeños, pero siempre fundamentales”.
Esto es algo que también piensa Luis Alis, CEO de Nagareboshi y Rainbow Entertainment y uno de los encargados de la traducción y adaptación de la serie. Alis achaca el éxito de la serie directamente a sus protagonistas: “Hora de Aventuras tiene unos personajes muy humanos que reflejan las pulsiones, los intereses, el amor, incluso la sexualidad, que muchas veces terminan con un pedo o de coña, pero está ahí dentro. Y contextos muy curiosos, pues aunque Jake sea amigo de Finn, es padre y tiene cachorros”.
Al parecer, todo esto nace de su equipo de guionistas. Alis los describe un poco de coña y un poco en serio como “hipsters yanquis que escriben para hipsters yanquis”, pues “escriben para hacerse unas risas entre ellos y es todo orgánico. El hecho de que la serie sea adecuada para niños muestra hasta qué punto esa laxitud de temas y actitudes”.
Más de Dragon Ball que de Los Simpson
¿De dónde surge esta forma de hacer dibujos tan sincera que ha hecho de Hora de Aventuras lo que es? Alis apunta al hecho de que “es una serie de autor”, y por eso “se permite contenido más explícito gracias a los avances creativos de shows anteriores como Beavis y Butthead, Los Simpsons, South Park o Padre de Familia”, aunque no cae en lo realmente explícito ni en insultos, pues nunca deja de ser una serie apropiada para niños.
Tras nombres tan bobos como Princesa Chicle, Marceline la Reina Vamiro, Rey Hielo, Lady Arcoiris o B-MO, hay personajes más humanos que los de series con actores de carne y hueso. Que la animación sea sencilla no debe engañar a nadie: tras ese telón infantil hay un abanico de sentimientos y mensajes complejos.
Oculta más de lo que cuenta
Alis destaca que la serie tiene capas de profundidad más allá de su aspecto naíf. Estas ‘capas’ pueden ser un caracol que aparece escondido en todos los capítulos o el hecho de que solo mediante la observación de ciertos detalles descubrimos que Hora de Aventuras sucede en una Tierra postapocalíptica en la que la humanidad fue erradicada por la guerra.
Y con el paso del tiempo, la serie ha ido elaborando más su mensaje entre líneas para hablar de los suplicios de la burocracia (Regreso a la Nochesfera), las crisis de identidad (La Torre), los placeres carnales (Brisa) y muchos más temas que no son, desde luego, infantiles. Aunque claro, no todo en la serie tiene que tener un gran mensaje...
“El hecho de que los adultos le queramos buscar significados a la serie es parte del encanto de la misma”, opina Alis.
Hora de Aventuras no es ajena a su tiempo, por mucho que viva en su propio mundo de fantasía. Y pueden llegarse a ver incluso contradicciones dentro de ella, pues “aunque plantee enfrentamientos con la autoridad, [...] nuestro protagonista aspira a un ‘viaje del héroe’ clásico”, “más que repensar las reglas del juego, a lo que se aprende es a acatarlas en vez de a transgredirlas”, explica Elisa McCausland, periodista y crítica especializada en cómic y cine, además de una ávida fan de la serie.
Aunque se llegue tarde y a destiempo, se puede disfrutar viendo capítulos sueltos. Para verla en español, hay dos opciones: en Boing, el canal de TDT, o en Cartoon Network a través del canal de pago o por su web. Los DVDs parece que no van a llegar nunca, y no será porque la serie no tiene público.
Además, Hora de aventuras también es una saga de cómic con historias que funcionan al margen de la serie. Los edita Norma Editorial en España y en EEUU ya van por el número 34.
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