Pocos acontecimientos despiertan tanto interés internacional y crean un sentimiento de unidad como el atentado de París contra el semanario Charlie Hebdo. Buena parte del mundo ha mostrado estos días su solidaridad con los afectados y con el pueblo francés. Millones de personas en las calles se han convertido, para algunos, en millones de potenciales compradores. En menos de una semana han aparecido varias iniciativas para hacer negocio en torno a este suceso. Estas son algunas de ellas:
El lema y el logo
Las tres palabras más mediáticas de la última semana, Je Suis Charlie (Yo soy Charlie), no puede tener dueño. O, mejor dicho, su dueño somos un poco todos. El Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) de Francia ha recibido “numerosas peticiones” para registrar la marca con fines comerciales desde que el pasado miércoles se produjera el ataque a las oficinas del semanario Charlie Hebdo que dejó 12 muertos. La agencia AFP es la que ha puesto número: asegura que se trata de más de 50 intentos. Sin embargo, el organismo las ha rechazado todas, como explicaba este martes en un comunicado: “Ningún actor económico puede apropiarse de este eslogan debido a su extendido uso por parte de la comunidad”.
La decisión del INPI sigue el mismo razonamiento de Joachim Roncin, el diseñador y periodista francés que creó el logo minutos después de que se produjera el asalto. Roncin, que trabaja en la revista Stylist, diseñó una imagen con la frase Je Suis Charlie en una tipografía similar a la de la revista y sobre fondo negro. Rápidamente miles de personas adoptaron el logo como un símbolo. A través de su cuenta de Twitter, Ronin aseguró que “el mensaje y la imagen están libres para todo uso; en contraste, rechazo todo uso mercantil”. El diseñador sólo ha autorizado a una organización -Reporteros Sin Fronteras- a utilizarla con esos fines, según ha explicado en una entrevista a BBC Trending, en la que considera “horrible” que haya personas que quieran adueñarse de la marca.
“Quiero que este mensaje permanezca puro. Los cuatro millones de personas que salieron a las calles de París el domingo lo gritaron. Lo gritaron en las calles de Londres y de Nueva York y en todo el mundo. Me disgustaría mucho que alguien tratara de hacer dinero con él”, ha afirmado Ronin.
El merchandising
A pesar de los deseos de Roncin, sí que hay personas que ya se están lucrando con Je Suis Charlie. Una búsqueda en eBay permite encontrar todo tipo de merchandising con el logo y el lema.
Las camisetas valen entre 13 y 20 euros (hay varios modelos a la venta), los gorros de lana con el lema cuestan poco más de 10 y más de 120 personas han pagado casi 5 euros por estas pegatinas. Las chapas cuestan 5 dólares (poco más de 4 euros). Hay packs con llavero (con el lema sobre fondo negro, sobre la bandera francesa o sobre una ilustración) y chapa por 4 libras más gastos de envío (unos 9 euros en total). Las 61 personas que lo habían comprado hasta este miércoles se llevaban una pegatina de regalo.
La compañía, en un comunicado recogido por la agencia AFP, asegura que “en Francia, donaremos a Charlie Hebdo las eventuales comisiones percibidas por eBay por las ventas de revistas y productos de Charlie Hebdo relacionados con esta tragedia”.
La reventa de revistas
Como admite eBay, en su página se están revendiendo ejemplares del semanario, tanto números antiguos como el que se acaba de publicar, el primero tras el atentado [El País ha publicado dos de sus páginas]. Es cierto que existen artículos con precios de salida desorbitados -de miles de euros- lo que no significa que vayan a conseguir compradores dispuestos a pagar, por ejemplo, más de 1.000 euros. “Es un mercado abierto que no pone ninguna restricción en términos de precio de los objetos en venta”, ha explicado la compañía.
De este último número, la revista tirará finalmente cinco millones de ejemplares, frente a los 3 millones, como tirada especial, que se anunciaron al principio. La mayoría se quedarán en Francia, donde este miércoles se han agotado los 700.000 que se han puesto a la venta y ha habido colas para hacerse con la revista. A España llegarán a partir del sábado menos de 500 ejemplares. Y los quiosqueros de EE UU, donde no se distribuye habitualmente la publicación -la tirada normal de Charlie Hebdo ronda los 60.000 ejemplares- están intentando que lleguen algunas copias.
Esa dificultad de hacerse con un ejemplar de número histórico son las que catapultan la venta online. Además de los que subastan su ejemplar -e incluyen fotografías para que no haya duda de que ya lo tienen en sus manos - están aquellos que se ofrecen como intermediarios para comparlos en Francia y enviarlos a todo el mundo. Por 89 dólares (algo más de 75 euros), este usuario ofrece la posibilidad de reservar un ejemplar. Dice que ya lleva 350 vendidos.
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