La poeta y periodista Luna Miguel (Alcalá de Henares, 1990) ha escrito un pequeño libro titulado El dedo. Breves apuntes sobre la masturbación femenina (Capitán Swing) que trata sobre eso mismo: sobre los dedos. En la portada se ve una ilustración muy sencilla, elegante a la par que naif, de una mano con el índice erecto tocando una curva que podría ser un monte de Venus, entre muchas otras cosas.
El caso es que Miguel colocó la cubierta (acompañada de un oportuno poema de Anne Sexton, algo de información sobre la edición y algunas imágenes alegóricas) en su perfil de Facebook, con 4.000 amigos y seguidores… y Facebook le quitó el perfil, según denuncia la periodista. Aunque no el dedo. Una publicación muy similar, confirma Miguel a Verne, a la que realizó la propia editorial y que sí puede verse aún en Facebook:
«De noche, sola, desposo la cama.Dedo a dedo, ahora es mía.Ella no está lejos. Ella es mi encuentro.La sacudo como a...
Posted by Capitán Swing on jueves, 3 de marzo de 2016
En un post de su blog la poeta ha narrado cómo pidió explicaciones a la red social y esta le ha dicho que “no cumple los requisitos para usar Facebook” aunque tampoco puede explicitar los motivos por los que se habilitó su cuenta “por motivos de seguridad”.
Lo que sí puede leerse en la Declaración de Derechos y Responsabilidades que los usuarios aceptan al crear una cuenta en Facebook - en el punto 7 del apartado 3 referente a la Seguridad - es: "No publicarás contenido que contenga lenguaje que incite al odio, resulte intimidatorio, sea pornográfico, incite a la violencia o contenga desnudos o violencia gráfica o injustificada."
“Se queda una rara cuando pasa algo así. Sobre todo por la incomprensión”, dice Miguel en declaraciones a Verne, “aún no entiendo muy bien qué ha pasado, ni qué es lo que realmente ha molestado a Facebook, porque ni siquiera han querido darme sus razones. La sensación es como de: ‘venga ya, se acabó la broma, que todo vuelva a la normalidad, ¿no?". Algo así le pasó a Josef K, procesado por algo que desconocía, mucho antes del invento de las redes sociales, en El proceso de Franz Kafka.
¿Se puede vivir sin Facebook? La cosa está complicada a día de hoy, y más si eres periodista, así que Luna seguirá usando la red social, sobre todo por motivos de trabajo. Aunque planea reducir su actividad. “Facebook es algo que está tan en nuestro día a día que ni te planteas que pueda tener un ‘final’. Lo primero que hago todas las mañanas al levantarme es mirar notificaciones de mis redes. Esta mañana, al despertar sin Facebook después de ocho años ahí dentro, me he sentido muy rara”.
No está segura de si de haberse tratado de un tema similar pero masculino hubiera ocurrido lo mismo. “Pero viendo la cantidad de webs que hay con contenido machista que pasan desapercibidas y a las que Facebook no condena ni censura podría decir que no habría pasado lo mismo o se habría solucionado de otra manera”, apunta la escritora. “Recordemos que esta red social censura desnudos femeninos, pero no masculinos”.
La autora tenía más de 5.000 fotos colgadas en su perfil desde casi los inicios de la red social.“Voy a echar de menos las fotos. Tenía allí muchos recuerdos a lo largo del tiempo que he perdido. Pero trato de tomármelo con humor. Hace unas semanas cerró Fotolog, luego Tuenti, ahora pierdo Facebook. ¿Quizá todo esto quiera decir que debo empezar una nueva etapa?”.
Algunos conspiranoicos empiezan a ver aquí un maquiavélico plan para la promoción del libro. Y lo cierto es que sería buena idea, porque el asunto está teniendo bastante repercusión en las redes sociales, sino fuera porque perder el perfil que lleva usando tantos años parece un precio demasiado alto. ¿Qué le diría a su denunciante? “Creo que mi denunciante necesita un poco de lo que se habla en el libro. Un poco de amor. Un poco de autoplacer. Un poco de cariño”.
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