El disfraz de Clark Kent es algo más que unas gafas, pero eso no quita que a todos nos extrañe que nadie reconozca la identidad secreta de Superman. ¡Es la misma cara! ¡Y no lleva ni un triste antifaz!
Un estudio de la Universidad de Nueva York ha analizado hasta qué punto esto resulta creíble. Para su “Disfrazando a Superman: cómo las gafas afectan al reconocimiento de caras desconocidas”, los psicólogos Robin S. S. Kramer y Kay L. Ritchie mostraron a 59 participantes varios pares de fotos y les preguntaron si se trataba de la misma persona o no.
Las imágenes se dividían en tres categorías: en unas había dos personas con gafas, en otras nadie las llevaba y en la tercera clase, había gafas solo en una de las dos fotos. En todas se veían cambios en la ropa, el fondo y otros elementos.
Cuando ambos llevaban gafas o ninguno las llevaba, los participantes acertaban en torno al 80% de las veces si se trataba o no de la misma persona. Pero cuando en una de las fotografías uno de los dos llevaba gafas, el porcentaje de acierto se reducía al 74%, una diferencia que los investigadores consideran significativa.
En su opinión, esto significa que “la aparición de las gafas en una sola imagen hace que la identificación sea más difícil”. Por tanto, “las gafas son un disfraz sencillo que puede ser efectivo en escenarios reales".
Además, “uno puede parecerse más a la fotografía de un pasaporte (sin necesidad de que sea suyo) simplemente llevando o quitándose unas gafas". En este sentido, hay que tener en cuenta que los empleados de seguridad no cuentan con la ventaja de conocer previamente a las personas que pasan los controles, lo que hace más dificil su trabajo.
Estos resultados están en línea con otros anteriores y citados en el propio estudio: las gafas afectan al recuerdo que tenemos de los rostros y si además son de sol, el reconocimiento es más difícil. “Los investigadores suelen sugerir que los ojos son el rasgo más importante a la hora de reconocer una cara”, por lo que cualquier transformación u ocultación de esta zona “probablemente dificultará la tarea de reconocimiento”.
En España, a la hora de renovarse el DNI y el pasaporte solo se menciona que están prohibidas las gafas de sol. Eso sí, el pasaporte incluye un chip con datos biométricos que facilitan el reconocimiento automático.
Entonces, ¿a Clark Kent le funcionaría lo de llevar gafas?
No. El elemento clave es el ya mencionado de la familiaridad. “En términos reales -afirma Ritchie en un comunicado- las gafas no impedirían que Lois reconociera a Clark como Superman, al estar familiarizado con él. De todas formas, para quienes no le conozcan, esta tarea es mucho más difícil”.
Pero Lois Lane no es la única que conoce al superhéroe o a su alter ego. El estudio añade que, aunque las gafas pueden ser "una ayuda para mantener el anonimato", es "difícilmente creíble que los habitantes de Metropolis sean incapaces de relacionar a Clark Kent con las numerosas apariciones de Superman en los periódicos y en la televisión”. Pensemos, por ejemplo, en todos los compañeros de Kent, que además trabaja en un diario, el Daily Planet, que a menudo saca a Superman en la portada.
Eso sí, el disfraz de Kent no son solo unas gafas, como recuerdan en Quora: también hay un cambio de actitud. Kent es un tipo normal, apocado, tímido. Eso podría ayudar a que nadie sospechara. Eso y, por supuesto, nuestra capacidad para suspender la incredulidad mientras vemos las películas o leemos los cómics.
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