Este año el acoso callejero en México se ha hecho más visible gracias a las denuncias e iniciativas tanto de mujeres como de asociaciones en redes sociales. La mayoría también ha mostrado lo complicado que es denunciarlo ante las autoridades ya que este tipo de acoso no está bien delimitado en las leyes tanto locales como federales. Esto ha motivado a la oficina de Derechos Humanos del PRD proponer una reforma de ley. Para divulgar su iniciativa el partido ha producido el cortometraje El último acoso, que busca mostrar lo normalizado que es este tipo de violencia en México.
Actualmente el acoso sexual callejero no está tipificado como un delito en el Código Penal Federal ni en las leyes de los Estados. Solo la Ciudad de México considera las miradas y palabras lascivas como violencia sexual. En el Estado de México se prohíbe tomar fotografías o videos de una mujer en el transporte público sin que esta dé su consentimiento. Aunque el Código Federal incluye en su definición de abuso sexual, tocamientos o manoseos corporales, no incluye otros tipos de violencia como en los códigos antes mencionados.
El video, que registra miles de reproducciones desde mediados de septiembre, muestra a una chica que es acosada verbalmente en su trabajo y en la calle. Más adelante, es arrinconada y tocada sin su consentimiento por un desconocido en el metro de la Ciudad de México. La grabación también muestra la situación desde otra perspectiva, la del acosador, un padre de familia.
“Necesitábamos utilizar las redes sociales para mostrar el tema, generar empatía y disminuir el alto nivel de tolerancia social alrededor de esta problemática”, explica a Verne Paloma Castañón, directora de la Secretaría de Derechos Humanos del PRD. “Esto forma parte de los esfuerzos que estamos realizando para reformar el código penal federal, pues queremos tipificar el acoso sexual callejero como delito y queremos que la gente se sume a la iniciativa”.
En Francia, un cineasta también creó un cortometraje para visibilizar el acoso callejero en ese país. En Au Bout de la Rue ("Al final de la calle"), la protagonista es increpada por un joven que la sigue mientras ella lo ignora. La situación aparentemente inocua produce una tensión que se disipa solo hasta que la joven entra a su casa.
De acuerdo con datos del Estudio diagnóstico sobre violencia de género en el transporte público realizado por el Colegio de México el 93 % de las mexicanas ha recibido miradas lascivas al transitar por espacios públicos. El 50 % ha sido tocada en las calles por lo menos una vez, el 69 % ha tenido acercamientos indeseados y el 39 % ha vivido persecuciones. “Aun así, el acoso sexual callejero en espacios públicos no es un delito en México y eso tiene que cambiar”, agrega Castañón.
Castañón también considera necesaria la creación de un observatorio ciudadano encargado de recabar y proveer cifras sobre este tipo de violencia. “Justo ahora solo hay datos aislados”, asegura.
En la página de la campaña en Facebook se publican datos y cifras sobre este problema. También, bajo el hashtag #NoesNormal (que las víctimas de acoso han usado previamente), se comparten historias y posturas de mexicanos que han vivido o presenciado estas situaciones. “Queremos que las chicas sepan que esto no es normal y Facebook y Twitter nos están ayudando a llegar a más personas”, señala Castañón.
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