La moda de los payasos diabólicos empieza a manifestarse de forma puntual en España, justo a las puertas de Halloween. Si te estás preguntando qué harías al encontrarte con uno de ellos, no cuentes con un puñetazo a la nariz roja como una posibilidad. “Si te dan un susto y contestas con una agresión, cometerías un delito de lesiones. No se consideraría legítima defensa”, indica vía telefónica a Verne Nuria López, abogada de Legálitas y autora de la guía Lo que la ley te permite hacer (o no) ante un payaso diabólico. Su artículo ha cobrado protagonismo en las redes sociales tras llegar a la portada del popular agregador Menéame.
En el texto López deja claro que no se puede golpear a un payaso diabólico a la ligera, por muy aterrador que resulte: “El simple hecho de ir disfrazado no constituye ningún tipo de ilícito penal, con lo cual si yo me encuentro con un payaso de estas características y le recrimino su actitud, o lo que es más, le agredo, no estoy amparado por ninguna legítima defensa y se me podría imputar un delito de coacciones o vejaciones o incluso un delito de lesiones si a consecuencia de mis actos le causo algún tipo de herida”.
“El concepto de defensa propia consiste en que la agresión que me amenace sea semejante a mi respuesta”, añade López para Verne. Con esa premisa sobre la mesa, el adolescente que acuchilló a otro joven disfrazado de payaso en Alemania no podría alegar defensa propia. Depende de si el hecho de que el payaso fuese armado con un martillo justificase, bajo la valoración del juez, dicho ataque. “Se podría aplicar el atenuante de miedo insuperable”, apostilla la abogada, que no eximiría al joven alemán del delito “pero sí rebajaría el castigo”.
La recurrencia de estos sucesos y su presencia en los medios de comunicación introduce una variable más a tener en cuenta: “Disfrazarse como uno quiera no es delito, pero hacerlo en este contexto de alarma social con la intención clara de infundir miedo se podría considerar como un delito de amenazas”. El artículo 169 del Código Penal sanciona este tipo de infracción con multas económicas. Sin embargo, “si los hechos fueran dirigidos a atemorizar a los habitantes de una población, grupo étnico, cultural o religioso la pena sería de prisión”.
Este lunes tuvo lugar una agresión en Badajoz, donde un joven fue atacado por una persona disfrazada de payaso. El mensaje de su padre en Facebook acumula casi 4.000 compartidos. “La alarma social que se está generando con este tema podría conducir a que una agresión disfrazado de payaso se considere agravada por amenazas”, apostilla López.
La Policía Nacional también ha tratado el asunto de los payasos diabólicos este jueves. A través de Twitter, ha difundido una serie de consejos de cara a Halloween, en los que insta a prescindir del polémico disfraz: "Sé mas original". "No compartas publicaciones que puedan provocar alarma social. Y si te encuentras a alguien disfrazado, no entres en provocaciones", señalan. Ante una situación de riesgo, instan a llamar al 091 y añaden: "La exhibición de objetos peligrosos para la vida e integridad física de las personas con ánimo intimidatorio está prohibida".
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— Policía Nacional (@policia) 27 de octubre de 2016
Los payasos diabólicos también han sido avistados en Valencia. Se dejan ver en las redes sociales a través de la cuenta de Instagram @valenciaclown, que se despidió de sus seguidores tras solo dos días de vida catalogando su existencia como “un experimento social”. Antes de que esta moda tomara cuerpo en Estados Unidos, ya llamó la atención de los vecinos de Gijón hace dos años, a través de la cuenta @gijonclown. En Málaga, hubo una versión de payaso, el 'conejito malo', para promocionar un festival.
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