Juegos de poder, confesiones amorosas y mensajes confusos. No estamos promocionando una telenovela, todo esto y más tiene lugar en uno de los eventos más importantes del reino godín: el intercambio navideño. Aunque para muchos esta dinámica es un pretexto para convivir con los colegas, el juego también conocido como amigo secreto no es tan amistoso como parece. En ocasiones puede llegar a ser truculento y a desencadenar diferencias irreconciliables. A unos días de que comiencen las fiestas de fin de año y se realicen los famosos intercambios, te compartimos una guía para que salgas victorioso de esta complicada dinámica. ¡Suerte!
1. Evita intercambiar al amigo secreto que te tocó. Ya estás grandecito para andar lloriqueando por eso. No se vale intercambiar papelitos porque no te cae tan bien el compañero que te tocó en el sorteo. Asume tu responsabilidad, saca al reportero que llevas dentro e investiga qué podrías obsequiarle a esa persona. Nunca se sabe, tal vez del intercambio de regalos puede nacer una nueva amistad.
2. Propón hacer una lista de deseos. Muchos creen que esto le quita la emoción al intercambio, pero la realidad es que garantiza que todos reciban algo que realmente quieren y que no se gaste dinero a lo tonto. Intenta que tus colegas hagan una lista de al menos cinco cosas que deseen y que cada amigo secreto escoja la que más le agrade. Si quieren sorpresas esperen a la fiesta de fin de año. Luego de la 1 am siempre sucede algo inesperado.
3. No regales cosas muy personales. Evita regalar perfumes, música, películas, libros o ropa. Puede que en los últimos meses hayas notado que a Chuchito le gustan las polo de Tommy, pero tal vez no le guste el color amarillo huevo que a ti te encanta. Evita problemas, regala cosas más genéricas y neutrales, como algún gadget para el celular o unos calcetines bonitos y gruesos para estos días muy fríos.
4. No juzgues a tu amigo secreto por las apariencias. Paquito el de sistemas se viste de negro todos los días, casi no sonríe y siempre trae los audífonos puestos. El error está en asumir que a Paquito le gusta Metallica y regalarle una antología de la banda. La realidad es que tu compañero es fan de Selena y puede escuchar una y otra vez Como la floooor. Cada cabeza es un mundo.
5. Si te toca el jefe haz un regalo equilibrado. Esta situación es bastante complicada, pero si te tocó, intenta regalar algo que no te haga ver ni como un lambiscón (tus compañeros te comerán vivo), ni como un codo. No regales una pluma fuente que no tiene ni Obama, pero tampoco regales dos tuppers resistentes al microondas. Aunque si lo piensas bien, este último podría interpretarse como un llamado de auxilio para que te suban el sueldo. Tú decides si te arriesgas.
6. No regales cosas que podrían ser vergonzosas. Sí, Carlos, el de finanzas, ha ido a ver a la banda pop Camila al menos unas 10 veces y se sabe de principio a fin Coleccionista de canciones. Sin embargo, no le cuenta esto a todo el mundo. Es su placer culposo. Por favor, no lo quemes regalándole frente a todos el Blu Ray del último concierto con entrevistas exclusivas. Mejor dale una bufanda y ya cuando te dé aventón le das la otra sorpresa.
7. Los certificados de regalo pueden ser tus mejores amigos, úsalos. Es de sabios reconocer que no conocemos a las personas o que tenemos mal gusto. Si entras en alguna de las categorías anteriormente mencionadas evítate la pena de ver malas caras y regala un certificado de regalo. Es simple, cumplidor y le das a tu amigo la opción de elegir. No, no son el regalo más personal, pero siempre funcionan. Sé práctico.
8. Apégate al presupuesto. En los intercambios siempre hay un presupuesto mínimo y un tope. Apégate a este presupuesto. No te emociones y hagas regalos demasiado caros. Entiende algo: No porque tú regales algo más caro vas a recibir lo mismo. Sigue las instrucciones y evita decepciones o vergüenzas.
9. No le cuentes a todos quién te tocó. La dinámica es secreta. Está de flojera que 10 días antes del intercambio todos sepan quién le va a regalar a quién y qué. Si vas a hacer eso mejor vete con tus compañeros de compras a la hora de la comida y se regresan a trabajar. Eso sería más divertido.
10. Practica tu cara de felicidad. Es imperativo canalizar a tu Meryl Streep interna y sonreír de oreja a oreja cuando recibas tu regalo aunque no te guste. No importa que haya un presupuesto definido y que hayas compartido más de 10 opciones de regalos, hay un 50% de probabilidades de que recibas uno de los peores obsequios de la historia. Aun así sonríe, abraza a tu colega y regresa a tu lugar. Recuerda que esa persona invirtió su tiempo y su dinero en ti. Si de plano el regalo es muy malo, no le cedas el lugar en la fila para calentar los tuppers en el micro la próxima vez que te lo pida. Sí, la venganza es un plato que se disfruta mejor frío.
11. No proyectes tus sentimientos amorosos. Es muy sencillo. Si estás perdidamente y secretamente enamorado/enamorada de alguien en la oficina, no regales el relicario de 14 quilates con tu foto, ni la taza de los ositos cariñositos gigante en el intercambio. Es innecesario e incómodo para todos los presentes y probablemente será doloroso para ti. Siempre que estés tentado a hacerlo acuérdate de Ralph.
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