La Unión Europea (UE) es la región del mundo donde más se bebe, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España "todos los parámetros evolucionan favorablemente y en el ranking europeo estamos por debajo de la media, pero las leves mejoras se producen a un ritmo tan lento que no nos puede complacer", como dice a Verne Francisco Babín, delegado del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas. "Estamos muy preocupados", reconoce cuando habla sobre todo de consumo en adolescentes, donde observa "una permisividad y tolerancia tremendas".
El alcohol, como recuerda Babín, puede derivar en adicción y "es el factor de riesgo modificable" que más enfermedades genera. Pero además de problemas en el sistema digestivo -que afectan sobre todo al hígado- y en el circulatorio -corazón, hipertensión, etc-, su consumo está asociado a accidentes de circulación vial y comportamientos lesivos, como pueden ser peleas y agresiones.
La OMS tiene una herramienta para que calcular si bebemos más de la cuenta, aunque aclara que "la situación ideal para la salud es no beber nada". Babín lo confirma e insiste sobre todo en el riesgo para la población adolescente, para quienes "cualquier alcohol tiene efectos en la maduración y no hay dosis segura".
En el siguiente gráfico puedes explorar el consumo medio de los españoles según las estadísticas de 2015 del Observatorio Español de las Drogas y las Toxicomanías. En él se observa, por ejemplo, cómo la población más adulta masculina -entre 45 y 64 años- es la que más instituido tiene el hábito. Según Babín, "entre las personas que acuden a un centro de desintoxicación, hay más personas mayores por consumo de alcohol que de cualquier otra sustancia".
El preocupante consumo de las chicas
El 78% de los adolescentes han bebido antes de los 18. Antes era el 84%, pero esa variación o el leve descenso en las borracheras "no nos puede complacer", insiste Babín. Un tercio (32,2%) de los chavales de entre 14 y 18 años se ha dado un atracón de beber en el último mes, según la encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT).
En 20 años ha caído la prevalencia en las categorías de consumo más moderado, pero a la vez, ha aumentado la intensidad en las veces en que se bebe. Si en 1994 el 16% reconocía haberse emborrachado en el último mes, en 2014 el dato subía al 22%.
Las adolescentes, desde hace tiempo, presentan un mayor riesgo que los chicos en su consumo de alcohol (y también en tabaco y medicamentos). "No hay aún una estrategia nacional para afrontar este problema", dice el delegado del Gobierno, que explica sin embargo que está previsto desarrollarla mientras el Ministerio de Sanidad patrocina programas específicos.
La muerte de una niña de 12 años por un coma etílico en noviembre recordó la dificultad de muchos padres para evitar que sus hijos adolescentes beban alcohol. Algunos expertos, como Ignacio Calderón, director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) han publicado consejos para los padres y madres para prevenir su consumo.
El Ministerio, explica Babín, trabaja en un nuevo marco legislativo junto a acciones de prevención "con evidencia científica" para "ganar esta batalla". "A los chicas y chicos muy jóvenes no podemos pedirles que se autoprotejan; hay que evitar que el alcohol llegue a sus manos", dice. Para eso, señala, hace falta la implicación de los padres y la comunidad educativa, pero también de quienes venden alcohol o quienes se puedan encontrar a chavales bebiendo en la calle.
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