En México, la época del año en la que la vitamina C, los Kleenex, los antigripales y los jarabes se vuelven una cosa de cada día apenas comienza. Lamentablemente, los resfriados y las infecciones de garganta son muy comunes en nuestro país. En 2016, la Secretaría de Salud registró más de 156.000 infecciones de la garganta por bacterias. De estas, 2.450 tuvieron lugar del 25 al 31 de diciembre debido a los cambios bruscos de temperatura que suceden en nuestro país.
La falta de tratamiento es otra de las razones por las que estos padecimientos son tan comunes. Hay quienes desde los primeros síntomas acuden al médico y cumplen con el tratamiento tradicional establecido. También hay personas optan por alternativas como la homeopatía, la medicina naturista y, claro, los remedios de la abuela. Seguramente has escuchado hablar de los preparados con limón y ajo para cortar la gripa, las infusiones extrañas o los baños con agua helada. Todos ellos son remedios heredados de tus abuelos, los has utilizado más de una vez e incluso los has recomendado, pero esto no quiere decir que funcionen. Con ayuda de dos médicos evaluamos la efectividad de algunos de los más populares.
1. Tomar líquidos con cítricos. Aquellos remedios antigripales que incluyen limón o naranja están entre los más populares. La preparación de limón, miel y ajo, el jugo de naranja, guayaba y limón son algunos de ellos. Esther Zurita, directora del Grupo Médico Doctor Zurita, explica a Verne que ambos son remedios que contienen mucha vitamina C. “Es un potente antioxidante que no es solamente útil en la prevención del resfriado común, también en su tratamiento. La Vitamina C es necesaria para el buen funcionamiento del sistema inmunológico”, indica.
El médico especialista en medicina interna, Alejandro Castillo, señala que a pesar de que hay una creencia popular de que la vitamina C ayuda a mejorar de la gripa, está demostrado que el periodo de enfermedad es el mismo. “No disminuye. Sigue durando entre 6 y 9 días no importa si tomas el limón con ajo, con miel o en tabletas”, dice. “Lo que ayuda ayudan en este tipo de remedios es la cantidad de líquidos que se toman en el afán de tomar la vitamina. Cuando tienes gripa, el cuerpo pierde mucho líquido por la fiebre, el moco de la nariz y necesita agua. Si se la das, mejorará mucho más rápido”. Conclusión: Sí funciona.
2. Echar gotas de limón en las fosas nasales para descongestionar la nariz. Aunque parezca extremo hay abuelas que consideraban este método la mejor forma de disminuir el moco y permitirle al enfermo respirar. Castillo explica que esto en efecto sucede. Dejas de generar moco, pero no porque te estés recuperando: “Si le echas limón, el cuerpo es sabio y cierra los vasos (de donde sale el moco) porque le estás haciendo daño. Por eso se quitan los mocos momentáneamente”, explica. “El problema es que es un ácido que destruye la mucosa. Al rato empiezas con sangrados y con una mayor infección en la nariz”. Conclusión: No funciona.
3. Tomar infusiones y endulzarlas con miel o propoleo para quitar dolor de garganta y tos. Al ser líquidos, cualquier ingesta de los mismos resulta benéfica para el cuerpo. Zurita recomienda los tés de jengibre y tomillo: “El jengibre contiene principios activos con acción antitusiva y expectorante. El tomillo, por su parte es rico en timol , un aceite escencial con potencial desinfectante”, comenta. “Puede ser un remedio casero coadyuvante en el tratamiento de la tos producida por cuadros infecciosos”.
En cuanto a la miel, Zurita señala que puede ayudar al control de microorganismos causantes de la tos. Castillo agrega que además la miel tiene efectos desinflamatorios, sin embargo apunta que hay que tener cuidado si se tienen problemas de azúcar. “ Si le das ese remedio diabético va a salir peor”, dice. Conclusión: Sí funciona, pero cuidado si eres diabético.
4. Hacer vaporizaciones de eucalipto para sacar las flemas. Este es un remedio bastante recomendable, pues aflojas las secreciones que tienes en el cuerpo. Castillo dice: “El principio es humedecer la nariz, garganta y el árbol bronquial para aflojar secreciones (mocos y flemas), pero no se debe salir a la calle después de realizar este tratamiento”. Conclusión: Sí funciona.
5. Darse un regaderazo de agua helada para quitar la fiebre. Zurita asegura que el baño con agua tibia se considera una medida física de control de temperatura adecuada y funciona. “No es necesario un baño de agua helada", comenta. “Unos cuantos paños de agua tibia son eficaces”. Castillo también recomienda los baños, pero no con agua helada. “Ayudan, pero deben usarse agua tibia a temperatura ambiente, pues el cambio abrupto puede ser peor”, apunta. “Tus mecanismos de defensa pueden disminuir y eso va a ser contraproducente”. Conclusión: No funciona si el agua está helada.
6. Descansar mucho y comer bien. Este es el principio básico de los remedios de abuelita y de acuerdo con ambos especialistas es el más efectivo. Castillo explica que si te quedas en casa a descansar y a comer bien al menos un día, la enfermedad puede llegar a durar la mitad. “Cuando estás enfermo gastas muchas calorías y si no descansas y no le das al cuerpo los líquidos y el alimento necesarios la recuperación es más lenta”, apunta el médico. Conclusión: Sí funciona, y muy bien.
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