El pasado 9 de febrero, Daniela Arzaba acudió al restaurante Central de Pizzas, sucursal Escandón, en compañía de amigas y familiares para celebrar el cumpleaños de una de ellas. Cuando intentaron entrar, el gerente en turno les comunicó que ya no había servicio, pues estaban a punto de cerrar. Antes de retirarse, Arzaba y sus acompañantes notaron que otros comensales que habían llegado después de ellas ya estaban siendo atendidos. Cuando cuestionaron la situación, el gerente argumentó que no podía atenderlas por “una regla interna”. Arzaba grabó la conversación y la compartió en redes sociales. En una semana el video se ha compartido por varios usuarios y ha acumulado miles de reproducciones.
“Nos dijo que no nos iba a permitir el acceso por el simple hecho de ser mujeres transexuales, que no podíamos entrar porque no éramos personas gratas ni para el local y para los comensales”, relata a Arzaba a Verne en entrevista. “Argumentaron que era por la ropa que vestíamos, pero eso no tiene nada que ver. Le dijimos que lo que estaba haciendo era un delito y que íbamos a tomar cartas en el asunto”. Ese mismo día se trasladaron a las oficinas del Consejo para prevenir y eliminar la discriminación en la Ciudad de México (Copred) y usaron la grabación para levantar una denuncia.
Aunada a la queja, este jueves 16 de febrero Arzaba y 20 chicas transexuales realizaron una manifestación afuera de las instalaciones de la pizzería. “Alto a la transfobia” y “Clausura la pizzería”, decían los carteles que sostenían. Arzaba apunta que lo que buscan es el cierre total del establecimiento: “Es un acto que no podemos permitir. (Ese día) nos sentimos incómodas porque veníamos con nuestras familias y nos negaron el acceso por el simple hecho de ser transexuales”.
Iker Rodríguez, gerente y representante de Central de Pizzas, estuvo presente durante la manifestación y asegura que todo se arreglará por la vía legal. “Ya todo está legalmente manejado por ellas”, explica. “Nuestro director general ya pidió una disculpa por el comportamiento de una persona que ya fue dada de baja. Ellas quieren que se haga una disculpa pública y seguramente se hará. Él está muy apenado y por eso todo se va a arreglar legalmente”.
Por el momento tanto la sucursal de Central de Pizzas como la página de Facebook de la cadena de restaurantes están cerradas. Arzaba asegura que el dueño del lugar estuvo presente en el acto de discriminación. Ella dice que si él no pide una disculpa pública, ella y sus amigas continuarán protestando en esta y otras sucursales de la pizzería. “No quiero una disculpa para mí. La disculpa ya no es conmigo, es con toda la comunidad trans y con toda la comunidad LGBTTI”.
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