Un auto negro se derrapa sobre el asfalto de la esquina de la calle Madero y Eje 1 en el centro de la Ciudad de México. Dos hombres descienden del vehículo a toda velocidad y jalonean a un transeúnte hacia el interior del vehículo. Cientos de personas atestiguaron este y otros secuestros simulados esa mañana de principios de julio. El video que captó los momentos registra más nueve millones de reproducciones en un día.
La plataforma digital Mensajeros Urbanos y la organización civil Alto al Secuestro produjeron el video para analizar las reacciones de los ciudadanos ante este crimen. Lo publicaron este lunes en Facebook.
Mensajeros Urbanos, que, a través de videos, buscan mostrar actitudes de los mexicanos ante situaciones de injusticia o corrupción, había planteado hacer este video desde hace tiempo. “Es importante contar con el apoyo de la policía para tener las cosas bajo control”, comenta Gerardo Jimmy Alcobendas, cofundador de Mensajeros. “Necesitábamos a alguien que nos ayudará a hacer ese contacto”.
Los productores de esta plataforma buscaban realizar una versión de un secuestro simulado que se realizó en Bélgica en 2014. Este también se realizó para captar las reacciones de los transeúntes. Videos como estos siguen el formato de lo que se conoce como falsos experimentos sociales. Se definen así no porque las situaciones o reacciones en el video sean falsas, sino porque no están hechos con parámetros científicos.
Isabel Miranda de Wallace facilitó la realización del video. La política y activista fundó Alto al Secuestro después del plagio y asesinato de su hijo. La organización brinda apoyo a los familiares y las víctimas de este crimen. En México aproximadamente cinco mexicanos son secuestrados al día, de acuerdo a estimaciones de la UNAM.
Los productores de Mensajeros contactaron a Miranda de Wallace a través de Twitter. Unos días después se reunieron para proponer la realización del simulacro de secuestro. La activista accedió a participar y consiguió el aval de la policía de la Ciudad de México para llevar a cabo el proyecto. Se simularon cuatro secuestros, de los cuales se muestran tres en el video final.
Alcobendas cuenta que así como se ve en el video, la mayoría de los testigos miraban el secuestro, pero no hacían algo al respecto. Solo una persona lo reportó por teléfono, otras personas cuestionaban a los policías de tránsito por su pasividad. Ellos sabían del simulador, explica el productor de Mensajeros Urbanos. “No podían hacer nada porque estaban a cargo de desalojar el área para el experimento”, dice.
Uno de los propósitos del video era detectar cuántas personas reportaban los secuestros. “Algunos no hacían nada por miedo a represalias, nos pedían que no los grabáramos, decían que no habían visto nada”, dice Alcobendas. El representante de Mensajeros, aclara, sin embargo, que la intención no es juzgar a la gente o calificarla de indiferente. “Buscamos concientizar sobre lo que debe hacer para denunciar un secuestro”, comenta. “No estamos capacitados para esto, no hemos recibido suficiente información. A mí me hubiera pasado lo mismo que a la gente en el video”.
El miedo de la gente no es infundado. En México se han registrado decenas de casos en los que miembros de la policía están involucrados en secuestros o son sobornados por los delincuentes para evitar arrestos. “Creo que es normal que la gente tenga desconfianza en las autoridades, pero no se puede generalizar, así como hay policías malos, hay policías buenos”, dice Alcobendas. “Vale la pena denunciar porque así puedes ayudar a alguien”.
Cuanto más casos de secuestro resueltos, más confianza tendrá la gente en denunciar, asegura Astrid González, coordinadora del consejo multidisciplinario gubernamental Mesa de Seguridad de Ciudad Juárez (Chihuahua). "En el momento en el que hubo resultados positivos, la resolución de los secuestros y una baja en la incidencia, las personas comenzaron a denunciar más", dice a Verne vía telefónica.
El contacto directo entre los ciudadanos y la policía también contribuye a un mayor nivel de confianza, apunta González. "En la Mesa hemos realizado esfuerzos para acercar a la gente a las autoridades. Cuando saben quiénes son, cómo se llaman, dónde están, esto no solo genera más confianza, también inhibe a los policías a incurrir en delitos".
Al final del video, Miranda de Wallace da una serie de medidas para reportar un secuestro de forma anónima, como llamar a los números 089 y 911, detectar botones de pánico en los postes de la Ciudad, así como fijarse en el número de placas, las características del vehículo, de los agresores y de la persona secuestrada.
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