Una escultura monumental colocada este mes en la zona centro de Guadalajara (Jalisco) ha despertado una polémica religiosa en una de las ciudades con mayor población católica de México. La obra creada por el artista local Ismael Vargas se llama Sincretismo, ya que representa la fusión entre la diosa prehispánica Tonantzin (o Coatlicue) y la Virgen de Guadalupe. La mezcla ha enfurecido a ciertos grupos católicos por considerarla una falta de respeto a la figura guadalupana.
El fin de semana pasado, cientos de personas se manifestaron en las calles para protestar contra la instalación y exigir su retiro inmediato. La llamada "marcha de desagravio a la Virgen de Guadalupe" fue respaldada por el cardenal emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez.
Grupos católicos se manifiestan contra la obra 'Sincretismo' https://t.co/nOuytvKZjO pic.twitter.com/38HRn52JKN
— José M. Barros (@barrosromo) 27 de agosto de 2017
Católicos se reúnen afuera del templo del Refugio. Dan la espalda a la obra Sincretismo de Ismael Vargas. Le llaman "abominación demoníaca" pic.twitter.com/cgGihlj1vq
— Alicia Preza (@AlyPreza) 26 de agosto de 2017
De manera paralela, en las redes sociales comenzaron a circular fotografías de unas mantas de protesta colocadas en distintos puntos de la ciudad, presuntamente por los mismos grupos católicos. El mensaje comienza con una especie de advertencia -“Aviso No.1”- que se infiere está dirigida al presidente municipal Enrique Alfaro. “¿Qué no entiendes que es nuestra Santísima Madre?", dice una parte del texto. Una imagen de la escultura de Vargas aparece tachada junto a la leyenda “¡Jalisco es Guadalupano!”.
El fogón político de Jalisco fue una de las páginas de Facebook que publicó las imágenes de las mantas. El álbum de nueve fotos se ha compartido más de 2.100 veces desde el sábado
La obra de Vargas, que fue adquirida por el municipio en 5,2 millones de pesos, es parte del programa Arte Público Guadalajara. Este contempla la instalación de 10 esculturas de artistas jaliscienses o radicados en el Estado. Sincretismo es la segunda obra de este programa que se coloca en la ciudad.
La Directora de Cultura de Guadalajara, Susana Chávez Brandon, afirmó en entrevista con Verne que el Gobierno municipal no contempla ningún tipo de negociación con los inconformes: "La escultura es el reflejo de la historia de México: nosotros [los mexicanos] somos parte del sincretismo". Sin embargo, dijo, "todo mundo es libre de expresar su opinión".
Algunos líderes católicos también han defendido la obra de arte, comenzando por el actual cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega. Él ha expresado que Sincretismo no es una afrenta contra la comunidad católica y que las personas que han protestado contra ella no cuentan con la preparación para apreciar el arte. El padre Alejandro Solalinde, conocido por su activismo y defensa de los derechos humanos, expresó este miércoles durante una visita a Guadalajara que la obra de Vargas "es una genialidad".
Bernardo Barranco, sociólogo especializado en creencias religiosas y cultura, consideró que las autoridades están siendo desafiadas para aplicar la laicicidad del Estado. “El problema de fondo es la no aceptación de lo diferente: una actitud que dede ser confrontada", dijo a Verne. El especialista también recordó que Guadalajara es una ciudad diversa, ya que ahí se encuentra una de las iglesias no cristianas más importantes: La Luz del Mundo.
Una polémica religiosa en el Museo de Arte Moderno
No es la primera vez que existen en México manifestaciones religiosas contra obras de arte. El 23 de enero de 1988, el líder de la agrupación conservadora Provida encabezó una marcha para protestar por la obra del artista plástico Rolando de la Rosa. Una de sus piezas sobreponía el rostro de Marilyn Monroe sobre una imagen de la Virgen de Guadalupe y otra usaba una imagen de Cristo en la cruz con el rostro de Pedro Infante.
Unos seiscientos manifestantes encabezados por Jorge Serrano Limón cerraron las inmediaciones del Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México y desmontaron las obras de la sala donde se exhibían. Días más tarde, el entonces director del museo fue despedido por estos hechos.
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