Los otros voluntarios: extranjeros que ayudan a los mexicanos tras el sismo

Decenas de voluntarios de varios continentes se unieron al contingente como rescatistas o coordinando centros de acopio

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Con apenas algunas horas de descanso desde que ocurriera el sismo magnitud 7,1 en la escala de Richter, decenas de voluntarios de diversas nacionalidades se sumaron a las labores de ayuda, ya sea levantando escombros, como rescatistas, coordinando centros de acopio o transportando los víveres a los lugares donde más se necesitaban.

Extranjeros residentes en México narraron a Verne la forma en que colaboraron a quienes más lo necesitaban en las zonas afectadas, con trabajo y donaciones, pero también coordinando la ayuda y evitando que se propagaran rumores o información falsa en las redes sociales.  

Con dos años viviendo en la Ciudad de México, Patricia de Miguel, madrileña de 30 años, fue una de las personas que estuvo recolectando materiales para enviar a Jojutla en un parque de Polanco, luego de que tuviera que ser evacuada de su edificio cerca de la avenida Álvaro Obregón, donde ocurrió el desplome de un edificio. “A través de redes sociales nos hemos informado del material que más hacía falta y lo hemos llevado a Centros de Acopio y después lo hemos organizado”, comenta vía telefónica.

El idioma tampoco fue una barrera para ayudar. Michael Briggs es un estadounidense de 40 años que trabaja en la American School Foundation que ha vivido ocho años en México, pero no habla muy bien el español. Apenas comprobó el estado de su esposa (mexicana) y su recién nacido Briggs se dirigió al sur de la ciudad. “La mañana del miércoles me uní a un equipo de rescate en la colonia Portales para poner vigas a los edificios dañados para que no se caigan y el día de ayer estuve en la Condesa en una brigada para mandar la ayuda necesaria”, dice a Verne vía telefónica.

Rodrigue Mouchez tiene 30 años y vive por periodos intercalados entre las ciudades de Bruselas y México, donde reside cerca del multifamiliar que se desplomó en Tlalpan, al sur de esta urbe. “Fui al centro de acopio de la Alberca Olímpica. Ahí estuve hasta las nueve ayudando a transportar víveres que iban a Morelos, Puebla y Oaxaca. Al principio estaba un poco desorganizado porque había muchos víveres y poco espacio, pero poco a poco las cosas fueron mejorando”, comenta vía telefónica.

La mayoría de los extranjeros se encontraban trabajando en las colonias Roma y Condesa, que fueron de las más afectadas por el terremoto. Tal fue el caso de Antonio Sabater, aragonés de 39 años, quien alcanzó a ver la polvareda de un edificio derrumbándose a una cuadra de donde estaba, en la calle de Amsterdam. Ahí se unió a la búsqueda. “Fue todo muy espontáneo, un sentimiento de supervivencia colectiva como especie humana”, dice vía correo electrónico. “Ayer me uní a un grupo de estructuristas, evaluando edificios. De siete que revisaron, cuatro estaban inhabitables, con daños significativos en estructuras. Hay mucha gente que ha perdido sus casas”, dice.  

Los habitantes de Latinoamérica también mostraron solidaridad con el pueblo mexicano. Santiago San Martín, de 30 años y nacido en Buenos Aires, dirige una empresa con sede en la colonia Nápoles, en un edificio de 15 pisos. Fue él quien dirigió las labores de desalojo del inmueble y desde entonces no ha dejado de coordinar ayuda. “Estuve en las labores de rescate e hice de todo: desde levantar escombros, subirme a un camión y cargar cubetas hasta darle de comer a los rescatistas”, relata a Verne vía telefónica.

Alexander Santana, colombiano de 28 años y con dos siendo residente en México, ha cuidado mucho que la información que circula en redes sociales no sea falsa y se ha dedicado a desmentir rumores y ayudar a coordinar brigadas para entrega de equipo médico en bicicleta. “En Colombia nunca me había tocado vivir un desastre así, pude ver el poder de comunidad en un sentido colaborativo muy noble, las personas dando todo sin esperar nada a cambio”, dice vía telefónica.

Más allá del lugar de origen de estos voluntarios, todos ellos consideran a México su verdadero hogar. “México y me ha dado mucho: mis amigos, mi trabajo, mi casa están en México y este es mi país, el país que me da de comer todo los días y de la manera que pueda voy a ayudarlo”, dice San Martín, de Argentina.

Además, varios coinciden en que la ayuda no debe suspenderse luego de que pasen los primeros días, sino que deberán organizarse más actos de donación. “Tenemos que dar ayuda constante, las siguientes semanas también son muy importantes”, dice Santana, de Colombia.

Ya que estás aquí…

... El terremoto de magnitud 7,1 del 19 de septiembre ha dejado al menos 238 muertos y decenas de edificios reducidos a escombros. Puedes seguir toda la información en EL PAÍS.

… Este terremoto se ha producido solo días después que otro sismo de magnitud 8,2, que provocó daños menores al estar su epicentro más alejado de Ciudad de México.

… Las páginas SismoMex y Cómo Ayudar están canalizando la cooperación en México. Ahí se puede encontrar información sobre lugares de asilo, personas desaparecidas, teléfonos de emergencia, mapas y noticias, entre otras.

… Además, empresas de telefonía, alojamiento, alimentación y transporte del país están prestando ayuda a los afectados.

… También se puede ayudar a las organizaciones implicadas en el rescate y la restauración, como Cruz Roja y la Brigada Topos.

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