Varias tiendas textiles llamadas Almacenes Los catalanes de diferentes puntos de España han decidido cambiar su nombre. Según explican a Verne, esto se debe al importante descenso de ventas que han experimentado desde el referéndum en Cataluña del 1 de octubre. Así lo confirman los dueños de un establecimiento de Valladolid y los de una pequeña cadena de locales en Móstoles y Alcorcón (Madrid).
"Llamar a nuestra tienda Los catalanes en Valladolid nunca nos había dado ningún problema hasta ahora. Solo éxito", cuenta por teléfono José Luis Muñoz, propietario desde 1988 de un establecimiento situado en el centro de la ciudad. Desde hace dos semanas, se llama Mundo textil, como otras de las tiendas de su familia que ya llevaban ese nombre. "Para la gente de Valladolid, Cataluña siempre ha sido un referente de calidad y prestigio en este sector. El conflicto no ha existido en la calle. Han sido los políticos quienes lo han generado", comenta.
José Luis abría su local Valladolid dos años después de que su hermano inaugurara el negocio familiar con una tienda en Madrid. Aunque no tenían ningún vínculo personal con Cataluña, sus productos procedían en su mayoría de esa región, así que decidieron llamar así a su negocio. "La única razón que ha afectado verdaderamente a las ventas en estos años ha sido la crisis económica, no el rechazo a una región de España", dice con firmeza.
Solo hace unos años, cuando se aplicó el nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006, comenzaron a notar cierto rechazo "que, en todo caso, era al separatismo y nunca a los catalanes", puntualiza Muñoz. "Noté un descenso muy leve de ventas las primeras semanas, pero no fue a más", explica. Su hermano, en cambio, sí que decidió que su negocio madrileño pasara a llamarse Mundo textil.
Esta vez, el dueño de la tienda vallisoletana pensó que sería un daño colateral igualmente pasajero, pero el rechazo de los ciudadanos ha aumentado a medida que la tensión política se ha ido incrementando en octubre y noviembre. Con la declaración unilateral de independencia de una parte del Parlament catalán y la aplicación del Senado del artículo 155 ha llegado un descenso de ventas cada vez mayor, afirma el empresario.
Parte de la clientela de la tienda, situada al lado de la estación de autobuses de Valladolid, es gente de paso que desconoce que ni sus propietarios ni la mayoría de sus productos son catalanes. "Las circunstancias del mercado hicieron que, poco a poco, nuestro catálogo de productos tenga más cosas de proveedores valencianos y andaluces que catalanes", comenta el dueño. La gente del barrio, que los conocen de toda la vida, ha seguido comprando en ella antes y después del cambio.
Otra pequeña cadena de tiendas llamada Almacenes Los catalanes, con dos locales en Móstoles y uno en Alcorcón, está en proceso de cambio por el mismo motivo, confirma a Verne Antonio Díaz Senén. En su caso, se llamarán Almacenes Pradera y tendrán que realizar "una importante inversión económica" con la que cambiar carteles de la calle, publicidad radiofónica y serigrafía en bolsas. Desean eliminar el término "catalanes".
Tradición común
Ambas empresas familiares comparten el mismo nombre y se dedican al mismo sector, como tantas otras en España, aunque no pertenecen a una misma franquicia. "A mediados del siglo XX, en España había tradición de llamar con el apodo de los catalanes a todos aquellos comerciantes que traían en sus carros productos textiles de Cataluña y los vendían en la calle. Para la gente era un orgullo lucir prendas de allí por su calidad. Es una pena tener que cambiar un nombre que es una tradición y un sello de identidad para nosotros", lamenta a Verne Díaz Senén, cuya familia es de Ávila.
Otra de estas empresas que han modificado su nombre es Almacenes Europa, con tiendas situadas en varios barrios de Madrid. También se llamaron Los catalanes hasta hace 12 años. El motivo de su cambio no tiene que ver con la política sino con el fútbol. "Algunas de ellas han sufrido actos vandálicos cuando se jugaba un Madrid-Barcelona", cuentan desde su establecimiento en el barrio del Pilar, al norte de la capital.
"Al compartir el mismo sector y la misma tradición, muchas tiendas en España coinciden en el nombre y, en algunos casos, sus propietarios compartimos algunos acuerdos comerciales. Pero con muchas otras no tenemos conexión ninguna. En cualquier caso, cada una cambia su nombre libremente cuando le apetece", explican.
José Luis Muñoz ya ha notado una ligera mejora entre los clientes de Valladolid desde que cambiara el cartel de su tienda hace dos semanas. "El conflicto está en todos los sitios. Alguno de mis proveedores catalanes me ha confesado que tiene miedo de decir si está a favor o en contra de la independencia por miedo a que parte de sus clientes en Cataluña decidan dejar de vender sus productos", comenta.
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