A María Gallay le encargaron trasladar una biblioteca de una familia desde Madrid hasta Málaga. La organizadora profesional, que se dedica a ayudar a la gente a resolver el caos que a veces surge cuando tienes muchas cosas en casa, empaquetó y etiquetó cada libro siguiendo escrupulosamente el orden en el que estaban situados en la biblioteca de origen, sin que nadie se lo hubiese pedido: poetas por un lado, dramaturgas en otra caja, los autores de ficción separados del resto… La sorpresa de la dueña de los libros fue tal al descubrirlo que Gallay lo recuerda como una de las anécdotas más gratificantes de su trabajo.
Los libros son esos compañeros de piso que se van apoderando de tu espacio poquito a poco, aunque lleves años sin mirarlos ellos siguen acumulando polvo en cada una de sus páginas. Quizá a ti mismo te pasa lo mismo, almacenas libros y libros sin ningún tipo de criterio, desde tus obras favoritas, a aquel que te regalaron una vez en una promoción y nunca entró en tus planes leer. Tirar libros cuesta mucho, por eso mantener ordenada tu biblioteca es fundamental para dilatar lo máximo posible ese dramático momento.
“Lo mejor de este tipo de encargos es que por lo menos los libros son rectos, son más fáciles de ordenar que otras cosas”, bromea Gallay, que ya suma 15 años dedicándose a esto. La experta asegura que la complicidad con los clientes es clave para llevar a cabo el trabajo: “Las bibliotecas tienen que ser, sobre todo, prácticas, que el dueño reconozca los libros, sepa cómo buscarlos y, lo más importante, cómo devolverlos a su lugar correcto”.
Aunque cada maestrillo tiene sus pautas a la hora de poner orden a las cosas ajenas, Pilar Quintana, organizadora profesional y creadora de la empresa Ordenarte, nos desvela cuatro pasos básicos para crear un sistema de organización duradero y eficaz.
1. Sacar todo
Pero todo, todo. Según la experta, sólo somos conscientes de lo que tenemos cuando lo vemos en conjunto.
2. Hacer montoncitos
Por un lado, agrupamos los libros que queremos tirar, los que estén muy usados y en mal estado. Quintana recomienda hacer un segundo montón con libros para donar, dice que la gente se siente bien al saber que sus libros tendrán una segunda vida y que además están ayudando con ello (residencias de ancianos, zonas desfavorecidas…).
A un tercer grupo irían los libros que quieres regalar a alguien en concreto (“pon su nombre”, si no, es muy probable que nunca salgan de tu casa, asegura la experta) y en una cuarta división colocarías los que quieres vender.
El quinto montón es el bueno: los libros que te quedas (¡seguimos!).
3. Establecer categorías y asignar espacios
Una vez tengas claras qué lecturas se salvan de las nominaciones y deben continuar en tu biblioteca, debes separar los libros por categorías (géneros, colores...), tal y como recomienda la gurú japonesa Marie Kondo, y a la vez determinar en qué espacios colocarás dichas categorías. “Un estante por categoría es lo mejor”, recomienda Quintana.
4. ¡A colocar!
Ha llegado el momento cumbre, colocar cada libro en el espacio adecuado… pero ¿cómo? ¿Por colores? ¿Por tamaños? ¿Por orden alfabético? ¿Da igual? (¡Cómo va a dar igual!, llevas un minuto leyendo un artículo sobre cómo ordenar tu biblioteca).
Lo primero que hay que pensar es cómo reconoces tú los libros. Hay gente más visual, personas que saben perfectamente en qué editorial compraron cada ejemplar, lectores que se niegan a mezclar poesía con novela…
Priorizando la estética. Los colores de los libros pueden ser un criterio a la hora de organizar tu biblioteca. No es una opción muy práctica pero indudablemente es la más efectiva si eres de los que recuerdas que un libro era amarillo pero no el nombre del autor.
Pablo López Navarro, integrante del estudio de decoración Casa Josephine, nos cuenta que nunca hay que utilizar criterios decorativos para organizar una biblioteca, pero que sí se le pueden introducir detalles que hagan de ese espacio un rincón más cálido. “Elementos textiles, fotografías y plantas” son clave para convivir con nuestros libros, afirma.
Por tamaño. Los expertos del orden desvelan que una de las reglas de oro para organizar libros es que los más altos estén a la izquierda y los más bajitos en el lado derecho de la estantería. La sensación de orden es mayor.
Por género. Distribuir tus lecturas por género (no ficción, novelas, libros académicos…) puede ayudarte a encontrar de manera muy rápida ese libro que necesitas. Quintana recomienda etiquetar las estanterías si tenemos muchos libros acumulados.
Dentro de nuestro orden no es necesario situar todos los libros en vertical, alternarlos con montones horizontales puede ser útil si los espacios no son muy altos.
Una mezcla de las tres anteriores. Si quieres aunar el criterio más práctico sin desligarlo de lo atractivo, comienza por organizar tu biblioteca por géneros, y a continuación intenta agrupar los libros por colores y tamaños sin que desentonen demasiado entre ellos, para lograr una armonía estética y práctica.
Y si después de leer todo esto se te han quitado las ganas de ordenar tus libros, te dejamos unas cuantas fotos de bibliotecas bonitas para que disfrutes de las de los demás.
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