Andrés Borque es DJ y cantante, aunque en Cuenca le conocen como "El Alcalde". Su Cuenca, eso sí, no tiene nada que ver con la ciudad castellanomanchega: tiene cerca de 1.000 habitantes que se reúnen semanalmente en Madrid para bailar y dejarse la voz cantando temazos que, a finales de los 90 y principios de los 2000, triunfaban en películas y programas de televisión. "Pinchar Ariana Grande mola, pero escarbar en la memoria de la gente y poner ese tema del que nadie se acordaba y que toca la fibra... Mola más", cuenta a Verne. Bueno, algo sí tiene que ver esta fiesta con la ciudad de Cuenca: si eres de allí, entras gratis.
En Cuenca pueden escucharse, del tirón, la apertura de Física o Química (FoQ), Cuando tu vas de Chenoa y Todo un hombre haré de ti, de Mulán. "Empezamos a celebrar Cuenca en septiembre de 2013, y un mes después del lanzamiento, organizamos la primera fiesta nostálgica: Cuenca Art Attack, con Jordi Cruz", cuenta Borque. Normalmente, la fiesta tiene lugar los viernes en la sala Pirandello de Madrid, pero en ocasiones cambia de localización e incluso de ciudad. "Vimos que había gente a la que le flipaba rescatar eso, y empezamos a organizar fiestas de Disney, de OT, de series de televisión...".
Borque empezó a organizar Cuenca porque no encontraba nada similar. "Nadie ponía la música que me apetecía escuchar: Xuxa Park, la opening de La vida es así... Eso a mí me encantaba y veía que la gente respondía, al igual que con canciones de Los Simpson, como Monoraíl o Mocasines saltarines". El germen de Cuenca fue otro evento mensual con nombre de anuncio nostálgico: Es Una Fieshta. "Vi que había público al que le gustaban las fiestas divertidas y temáticas, suficiente como para llenar salas".
Vídeo promocional de Es una fieshta, especial Glee.
Una noche normal pasan por Cuenca cerca de 1.000 personas, asegura Borque. Pocas de ellas sobrepasan la treintena. Y no es el único fenómeno nostálgico para jóvenes: shows como Que vuelva Fotolog, de las youtubers SoyUnaPringada y Percebes y Grelos, los regresos de fenómenos Operación Triunfo o las incombustibles reposiciones de Aquí no hay quien viva triunfan en una nueva generación que ya tiene su propia cultura nostálgica.
Una emoción colectiva y adulta
Carolina Iglesias, conocida en internet como Percebes y Grelos, es guionista y presentadora de Yu no te pierdas nada en Los40, ha presentado el chat de OT, actúa una vez al mes en su espectáculo Que vuelva el Fotolog y, cuando El Alcalde la invita, pincha en Cuenca. "Cuando fui por primera vez flipé, ponían todas las canciones que escuchábamos en casa antes de salir de fiesta", cuenta. Para ella, el formato tiene "el plus de la experiencia colectiva". Pone de ejemplo la edición especial de Cuenca en Barcelona por el regreso de OT: "Todo el mundo se sabía todas las canciones, pedían temas de los que pensaba que solo me acordaba yo... Es muy emocionante".
Ese "plus de la experiencia colectiva" del que habla Iglesias es uno de los ingredientes que necesita la nostalgia. "No podemos sentir nostalgia si los demás no nos la reconocen o no están dispuestos a sentirla con nosotros", cuenta a Verne Eduardo Bericat, coordinador del grupo de trabajo de Sociología de las Emociones de la Federación Española de Sociología.
Otro de los ingredientes es la edad. Los niños pueden sentir nostalgia, pero no es igual a la de los adultos, ni igual de intensa. "Es obvio que, cuanto más se haya vivido, mayores serán las probabilidades de que gozásemos de experiencias idealizadas de las que sentir nostalgia", explica Bericat. "Las sociedades y los individuos viejos son más propensos a idealizar el pasado para sublimar los sinsabores del presente". Era complicado, por tanto, que una generación que todavía tiene miembros menores de edad desarrollara antes una nostalgia "adulta".
El impulso de las redes
Cuando Cuenca comenzó a celebrarse, lo hacían en una de las tres salas que conforman el complejo de fiestas Pirandello. Cuatro años después, llenan las tres y, algunos fines de semana, con el cartel de "aforo completo". "Crecimos gracias al boca a boca y a las redes, sobre todo por vídeos como el que hicimos para la primera fiesta de Leticia Sabater de Con Mucha Marcha". Atento al documento:
La nostalgia es una emoción social que se potencia en Internet. "Las redes sociales, como los ritos colectivos, tiene a crear efervescencia colectiva", cuenta Bericat. "Como en las redes sociales no hay centro ni oficiante que regule estas emociones, se retroalimentan generando en algunos individuos pasiones descontroladas". La serie Aquí no hay quien viva terminó hace más de 10 años, pero hay grupos en Facebook (como este, con más de 15.000 miembros) que publican a diario memes de la serie. También los hay de Evangelion, de los Power Rangers...
Las redes, además, también tienen su propia nostalgia: ya echamos en falta algunas de las que se han ido, como MySpace, el Messenger o el Fotolog. Esta última da título al espectáculo cómico que Carolina Iglesias y Soy Una Pringada –que también ha pinchado en Cuenca– presentan en teatros una vez al mes, Que vuelva el fotolog. "Es una cosa que nos une mucho a Esti [Estíbaliz Quesada, nombre real de Soy Una Pringada] y a mí", cuenta Iglesias. No es difícil encontrar de qué reírse en aquello. "Era muy patético, en Fotolog no había nada digno", cuenta.
Los comebacks y la nostalgia de algo que no has vivido
Para Borque, en Cuenca se unen dos tipos de nostalgias. "Xuxa Park o Bom Bom Chip son más concretas, cosas que tocan la fibra solo a una generación determinada, pero la primera generación de OT, por ejemplo, ha traspasado su tiempo: al hacer un comeback (regreso) hay una gente más joven, que tal vez ni la vivió, a la que también le flipa".
Los regresos o comebacks "son muy interesantes como negocio, porque la alusión a la semejanza, a lo ya conocido, genera confort en el público", cuenta a Verne Madalena D'Oliveira-Martins, doctora en Filosofía Social y coatura del libro Emociones y estilos de vida. "Se apela a sentimientos positivos del pasado porque saben que pueden generar público, y el enganche incluso puede ser mayor que en el momento original, atrayendo tanto a nostálgicos como a nuevos espectadores".
Ocurre, por ejemplo, con Aquí no hay quien viva, en reemisión continua en Neox y A3Series, o Física o Química, que el año pasado celebró una reunión y volvió a emitirse. "Hay gente que sigue pidiendo que se emita FoQ y que nos comenta que la está volviendo a ver", cuenta a Verne Angy Fernández, una de las protagonistas de la serie. "No pasa de moda porque son cosas que siguen pasando en los institutos. Además no hay ninguna serie de adolescentes de ese estilo ahora mismo".
¿Y de qué tienen nostalgia los millenials?
En Verne ya hemos hablado alguna vez de que la generación millenial es muy amplia y heterogénea. Hay quien se deja la voz cantando Dos hombres y un destino en Cuenca, quien recuerda con humor las miserias del Fotolog y quien tiene como mejor plan de viernes comerse un maratón de Aquí no hay quien viva. Pero hay más. Así que hemos preguntado a actores, músicos, escritores, youtubers e ilustradores qué es lo que ellos y ellas echan de menos. Y esto es lo que nos han contado:
Javier Calvo, actor y director, profesor de OT (1991)
- El mundillo pijo-surfero. "Toda esa gente vestida de Billabong y El Niño... Y los accesorios como el collar de conchas y el pelo largo de filete. También la camiseta de Pachá".
- Fotolog. "Ahora me arrepiento, borré el mío y no guardé nada".
- Mi época de punk de palo y el rollo emo. "Cuando me tintaba el pelo de negro y me pintaba los ojos. Y escuchaba a Green Day. Éramos todos medio emos, en eso el look de Angy en Física o Química tuvo mucho que ver, aunque yo era punk antes".
- Quimi y Valle. "Para mí, la gran historia de amor de nuestra época, la que más nos marcó".
- El MSN Messenger. "Todos lo usábamos para ligar o para mandar indirectas en los estados a quien no te caía bien".
Angy Fernández, actriz, música y presentadora (1990)
- Los chicles Boomer. "Tanto los normales como el kilométrico, pero especialmente al normal, porque normalmente solo tenía 5 céntimos, así que era el que me podía comprar".
- La primera edición de OT. "Porque era todo nuevo, y porque fue alucinante".
- Que me regalaran VHS. "Mi madre me regalaba por mi cumpleaños cintas de VHS. Solían ser películas de Disney, aunque recuerdo que también me regaló Titanic. Todavía la tengo".
- Las tiendas de discos. "Sobre todo a las pequeñas, a las que eran solo de discos. De esas quedan pocas Recuerdo ir a comprarme álbumes de Green Day... Y de los Back Street Boys".
- Los SMS. "Tenían más encanto, era como más romántico, y cuando los recibías te hacía mucha ilusión. Era todo más privado".
Andrés Borque, "Alcalde" de Cuenca y cantante (1988)
- Los doblajes en latino de las películas Disney. "No es lo mismo revisionar La Sirenita o La cenicienta. No es lo mismo. Me da igual que estén remasterizadas. No es lo mismo. Es peor, y me parte el corazón".
- Los arcades. "Cuando los empecé a disfrutar estaban ya de capa caída, pero era maravilloso pasar la tarde con tus amigos jugando al Pang, al Time Crisis o al Puzzle Bobble".
- Revelar fotos. "Esa magia de ir a recogerlas y comprobar que te habían salido solo el 50% porque no tenías ni idea de usar la cámara que te habían regalado en la Comunión, no tenía precio".
- Los cines llenos. "Esa época en la que la canción Cine de Mecano aún tenía sentido. #MasIrAlCineYMenosReggaetónPorFavor".
- Los concursos de pruebas. "Rollo El Gran Juego de la Oca, Humor Amarillo o La Noche de los Castillos. Ni Stranger Things ni American Horror Story, aquello sí que era estar en continua tensión".
Abigail Frías (Abi Power), cómica y youtuber (1991)
- Los reproductores mp3. "Eran geniales, pero que pereza daba tener que descargar la música y meterla. Además iban a pilas".
- Los bolindres. "Así llamábamos en mi barrio a las canicas. Nunca he sabido jugar con ellas pero me encantaba coleccionar las que eran bonitas".
- Los chicles Boomer. "En realidad no sé si siguen existiendo, pero que ricos estaban los cinco minutos que les duraba el sabor".
- Llamar a tus amigos por el telefonillo. "Lo mejor es que salías a la calle sin saber si alguien podía bajar a jugar o no, todo muy loco, sin WhatsApp ni nada".
- La bebida Radical. "Sus anuncios me daban muy mal rollo, ¡pero que rica estaba!".
Ana Macías (SoyCardo), ilustradora (1994)
- Las series del club Megatrix. "Sobre todo, Lizzie McGuire. Lo que te voy a decir suena a frase de abuela, pero es verdad: ya no hacen series como las de antes. Me encantaba desayunar viendo los looks horteras de Lizzie".
- Carpetas de Operación Triunfo. "Mi madre me compró una carpeta de Rosa para ir a clase. Yo quería la de Bisbal, pero se habían agotado, así que me llevé esa. Se ha perdido la esencia de mostrar toda tu personalidad con una carpeta".
- El programa Art Attack con Jordi Cruz. "Me encantaba ver las manualidades y luego hacerlas, aunque siempre me salían mal".
- Las cartas de los campamentos de verano. "Echo de menos esas cartas de 'Para Ana de la cabaña 1' que te decían 'me caes muy bien' y ya o te hacían un retrato muy chungo de ti misma. Era lo único bueno que tenían los campamentos".
- Los CD remix. "No sé por qué, pero en mi casa siempre había los últimos hits de Cristina Aguilera, Britney Spears, Rebeca, Caribe 2000, etc. Me encantaba ponerlo en el equipo de música y bailarlos delante del espejo".
Javier Ruescas, escritor y youtuber (1987)
- Los rappers metálicos y tazos. "Me encantaba coleccionarlos, y de hecho aún conservo muchos de ellos en casa de mis padres".
- La serie Compañeros. "Creo que se convirtió en mi serie favorita durante mi adolescencia. ¡Y cuando no podías verlo entero, lo grababas en VHS!".
- El Messenger. "La de horas que me he pasado dejando a mis padres sin teléfono por estar hablando con gente, poniendo letras de canciones en el estado y dejando mensajes secretos que solo ESA persona entendía".
- Ir a un cyber a jugar al Counter Strike con amigos. "La de horas que pasábamos allí...".
- El copyright al principio de las películas Disney. "Con esa voz tan mítica":
Manuel Bohajar (Keunam) cantante e imitador (1989)
- El discman. "Ir con él al recreo, con la mano tiesa para llevarlo recto, porque al torcerlo saltaba la canción".
- El resurgir de las Polaroid modernas. "Eran coloridas, pequeñas y alargadas, y sacaban mini fotos".
- La primera Operación Triunfo. "Con todos estando a full con Rosa en Eurovisión".
- El flamenquito de moda. "Con Andy y Lucas, Kiko y Sara y Estopa sonando todo el rato en la radio".
- La Game Boy Color y la Advance. "Con el Pokémon y el cable link para jugar en el recreo y todo el verano".
Ter, youtuber (1990)
- Los emojis que se movían del Messenger. "Sobre todo uno que levantaba las cejas muy rápido, y le ponías a tus amigos cuando habían ligado. Esos emojis se perdieron con el Messenger y nunca los hemos recuperado".
- H2O: just add water. "Era una serie de sirenas mucho mejor que The Wire, Breaking Bad y True Detective. Llevo 5 años esperando la cuarta temporada y creo que ya es hora de que acepte que no va a volver".
- Los Polly Pockets. "Es el mejor juguete que he visto en mi vida por su complejidad arquitectónica, dentro de poco voy a sacar un vídeo en mi canal de Youtube explicándolo en profundidad".
Carolina Iglesias –Percebes y Grelos–, youtuber y presentadora (1993)
- Los discos de Caribe Mix. "Porque el concepto de canción del verano, con el tiempo, se ha perdido".
- Las galas de televisión. "Me encantaban todas las galas especiales al estilo de Murcia, qué hermosa eres. Eran a la vez una oda a lo cutre y lo elegante".
- Los grupos que salían de las series de TV. "Me encantaban TESS, que surgió de Al salir de clase, y Santa Justa Klan, de Los Serrano".
- Sonia y Selena. "Me encantaría que volvieran y sacaran Yo quiero bailar en versión trap".
- Furor. "Ojalá volviera, pero un poco más actualizada. Me la he vuelto a ver y ha envejecido fatal".
Jedet Sánchez, youtuber y cantante (1992)
- Las Spice Girls. "Aún siento amor/odio hacía Geri por haberlas dejado y hacia mi madre por no haberme llevado al cine a ver Spice World: la película".
- El cine y música prestreaming. "La ilusión que sentía cuando me regalaban una película, un disco o me llevaban al cine".
- La salsa bicolor. "Una salsa que salió que era ketchup con mayonesa, y cuando salia del bote salía con rayas blancas y rojas, y desapareció..."
- Series para niños y adolescentes. "Los momentos en los que descubrí series como: Sailor Moon, Xena, la princesa guerrera, Buffy Cazavampiros, Embrujadas, Rebelde Way, Ana y los 7, Física o Química... cambiaron mi vida para siempre".
- Los posados veraniegos de Ana Obregón.
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