"Su nombre es Lupita. Es de México", dice la voz en off del narrador en un inglés con acento francés. Y enseguida añade: "Las mujeres mexicanas siempre parecen estar en medio de un extraño ritual: tan misterioso, tan raro, pero hermoso".
Así comienza Dépayser, el relato de una relación amorosa con problemas de traducciones entre un personaje francés, que nunca aparece ante la cámara, y una extraña chica mexicana que a veces es morena y a veces pelirroja; primero fotógrafa y luego sonidista.
El cortometraje de seis minutos lleva la firma de Adrenorama, una productora con sede en la Ciudad de México dedicada casi por completo a la publicidad, pero que ahora se ha aventurado con una ficción propia. Tras publicarla en Facebook, el pasado 22 de enero, se compartió más de 2.600 veces en esa plataforma.
"Un hombre nara la relación que tuvo con una chica como si la estuviera contando en un bar", dice a Verne el director y editor del corto, Guillermo Matthews. Pero este relato también incluye algunas contradicciones: "Cuando te estás enamorando de alguien, nunca sabes bien quién es. A veces tú mismo tienes que decidir si estás bien como eres o si cambias ciertas cosas para dar gusto al otro", explica Matthews sobre la doble personalidad de Lupita.
A esa dificultad, que pueden experimentar todas las nuevas relaciones amorosas, se añade en esta historia el problema del lenguaje. Y en particular de las palabras que por más que sean traducidas, nunca podrán expresar el mismo sentido que en su idioma original. Por ejemplo, el muy mexicano término ahorita, que según el contexto puede significar ahora mismo, más tarde o nunca. "Ella dice: '¿Me esperas tantito?' 'Te dije que ahorita'. ¿Qué es tantito? ¿Qué es ahorita?", pregunta confundido el narrador.
Otra palabra difícil de traducir es la que le da título al corto. Según el diccionario Larousse en francés, dépayser significa: "hacer que alguien rompa sus hábitos al colocarlo en un país o región muy diferente al suyo". Otra acepción es "desorientar a alguien al ponerlo en una situación que lo hace sentir extraño". Como en las primeras fases del enamoramiento. "El amor es inseguro y odiamos sentirnos inseguros", dice el narrador en otro momento del corto.
El amor también estuvo presente en la producción del cortometraje, e incluso fue uno de los motivos que lo impulsó. Las dos actrices, Isabella Rodríguez y Karewit Hernández, eran novias del director y del productor, respectivamente, en el momento de la filmación. Los cuatro jóvenes mexicanos se tomaron unas vacaciones de quince días a Francia e Islandia, y aprovecharon para producir un proyecto propio que estuvieron escribiendo y planeando en México, ha contado a Verne el productor y fotógrafo, Juan Carlos Lamadrid.
El corto, además, ha funcionado como un apoyo mutuo entre Adrenorama y varias marcas mexicanas de moda con las que ha trabajado la productora. Todas las prendas que visten las actrices fueron diseñadas y producidas en México por Alejandra Quesada, Dulce Armenta, Shinae Park, Napoleón, Blacornio, y Ocelote.
Sigue a Verne México en Facebook, Twitter e Instagram y no te pierdas tu ración diaria de maravillas de Internet.