“Una de las cosas buenas del periodismo es que te fuerza a hacer cosas atípicas pero a la vez te obliga a mantenerte cuerdo”, dijo Tom Wolfe una vez en una entrevista con ICON.
Su muerte deja un hueco en el mundo del periodismo y la literatura. Su nombre se colocó como trending topic la mañana de este martes y continuó siéndolo por la tarde. Él, junto a otras lenguas creativas cuestionaron la forma de hacer periodismo entre los años cincuenta y sesenta e inventaron un género narrativo desde una óptica diferente. La entrevista, la crónica y el reportaje incluyeron técnicas y recursos que hasta entonces se asociaban a la literatura.
Los padres del nuevo periodismo crearon con belleza diálogos crudos y realistas en los que el autor se cuela en la trama y habla de su experiencia como testigo. Una visión personal que empuja al lector dentro de la historia, lanzándolo a una película. Sumerge al lector en todo tipo de detalles íntimos, escabrosos, duros y superficiales.
La investigación y la experimentación se convirtieron en el sello de estos maestros del periodismo y la narración que se gastaron las suelas en la calle. En perfil que hiciera Guy Talese para la revista Esquire titulado "Frank Sinatra tiene un resfriado", no solo importaba el sujeto del perfil. También se narraban detalles de la mujer que durante años acompañó a ‘La Voz’ cargando el maletín con los 60 peluquines del cantante. La historia estaba en los testigos, en el lechero, en la gente de la calle. En el taxista y en el jefe de la policía. En la mente del asesino y en sus víctimas. Los padres de esta corriente intentaban manejar la mayor información posible, pisar el lugar de los hechos y trabajar en la calle con precisión, veracidad, objetividad e investigación.
Además de Gay Talese, Joan Didion, Robert Christgau o Alma Guillermoprieto, Wolfe era de los pocos pioneros que quedaba en pie. Junto a ellos, Truman Capote, Norman Mailer, Thomas S. Thompson o Rex Reed revolucionaron el mundo del periodismo durante décadas.
"Con una mentira es posible que engañes a alguien; pero cualquier mentira te dice a ti mismo una gran verdad indiscutible: eres débil."
— literland (@literlandweb1) 15 de mayo de 2018
("La hoguera de las vanidades", del gran #tomwolfe, fallecido hoy a los 87 años)
Día triste para la literatura y el nuevo periodismo. pic.twitter.com/jys4JniAMo
Estos son algunos títulos que no te puedes perder:
A sangre fría: Truman Capote publicó este libro en 1966. Su aparición marcó el arranque definitivo del nuevo periodismo. Nueve años antes, Rodolfo Walsh en Argentina se había adelantado con Operación Masacre. Capote en su libre cuenta el asesinato de una acomodada familia de Texas a manos de dos vagabundos. Capote tardó cinco años en recabar toda la información de lo sucedido, incluidas las entrevistas en la cárcel con los dos asesinos.
La mujer de tu prójimo: Gay Talese publicó esta polémica obra que generó una gran revuelo en Estados Unidos. El autor muestra el cambio en las costumbres sexuales de los estadounidenses, comprometiendo su propia intimidad para explorar todos los rincones del sexo en EE UU.
La canción del verdugo: Norman Mailer ganó el premio Pulitzer con esta novela en 1980. El libro cuenta la historia de Gary Gilmore condenado a muerte por dos asesinatos en Utah. Gilmore decidió no apelar y exigió ser ejecutado en la fecha que marcaron los tribunales.
El Nuevo Periodismo: Una serie de ensayos que recoge Wolfe y que formalizan la corriente. En este ejemplar se hace un análisis del fenómeno y que, según sus palabras, convierte al nuevo periodismo en el género literario más rico de la época.
Los Ángeles del Infierno: Hunter S. Thompson, consagrado como una de las estrellas de la la revista Rolling Stone, vivió al límite con la peligrosa banda de motoristas de Estados Unidos conocidos como Los Ángeles del Infierno, utilizando la técnica de periodismo de inmersión total conocida como “periodismo gonzo”. Otra de sus obras más famosas es Miedo y asco en Las Vegas.
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