¿Por qué roban las fuentes radiactivas y qué uso pueden tener?

Tienen aplicaciones industriales en construcción y medicina pero no pueden ser usados como arma

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El Gobierno mexicano alertó el fin de semana sobre el robo de una fuente radiactiva en la Ciudad de México. De acuerdo con la información dada a conocer por la Secretaría de Gobernación (Segob), el robo se produjo el pasado 6 de julio y se ha alertado a diez Estados para poder recuperarla a la brevedad.

Una fuente radiactiva es un contenedor metálico similar a una caja de zapatos que contiene una manija para poder transportarla. “En su interior tiene un filamento con el material radiactivo que no es más grande que un bolígrafo”, señala De la Cruz.

En México, es relativamente frecuente el robo de este tipo de instrumental radiactivo. Desde 2012 a la fecha, se ha reportado el robo de 14 fuentes radiactivas, dice a Verne Ricardo de la Cruz Musalem, director general de Protección Civil de la Segob. “Es un material que se usa habitualmente en países industriales como México. Por ejemplo, en labores de construcción o en radiografía industrial”, dice el funcionario, vía telefónica.

De acuerdo con el Organismo Internacional de la Energía Atómica, las fuentes utilizadas para radiografías industriales pueden contener elementos como iterbio (Yb), cobalto (Co) e iridio (Ir), que pueden provocar daños a la salud si no son manipulados de forma adecuada o existe una exposición prolongada al material.

El propósito de su robo, es casi siempre fortuito. “La mayor parte de las veces, los ladrones no sabían lo que robaban, ya sea que se llevaran un vehículo o sustrajeron material de construcción de una bodega”, precisa el funcionario. Ricardo Méndez Fragoso, académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM, dice a Verne que este material no se puede vender en el mercado negro ya que su uso es muy específico. “Son de uso médico, industrial o científico. Si quisieran venderlos, se les pediría un certificado con los que no cuentan y (los ladrones) terminan por abandonarlos”, detalla.

Otro de los aspectos que puede tener una fuente radiactiva. Imagen: Segob.

La última fuente radiactiva sustraída estaba ubicada en una camioneta robada en la delegación Álvaro Obregón. El robo de autos es un delito que ha ido en aumento en los últimos años. De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, suman 91.535 unidades robadas entre mayo de 2017 y mayo de 2018.

En redes sociales circularon algunas versiones de que este material puede ser usado para fabricar armas e incluso, una bomba nuclear. “Es totalmente falso, el material radiactivo en esas cantidades solo puede tener usos industriales”, aclara De la Cruz.

Sin embargo, cualquier material radiactivo puede ser peligroso para la salud si no se maneja con cuidado. Una radiación externa prolongada puede provocar quemaduras y daños en la piel, pero según la Organización Mundial de la Salud, es imposible de cuantificar el daño a largo plazo, que pueden derivar en cáncer o crecimiento de células malignas si la exposición ha sido por varias horas.

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