Mientras los albañiles construyen, los viandantes observan. Esta postal tan costumbrista también se da en internet. Este vídeo, titulado "Albañiles nivel dios", lleva varios días entre las tendencias de YouTube. Acumula más de 1,5 millones de visualizaciones en tres días desde el 14 de agosto.
En el vídeo aparecen varios albañiles trabajando con mucha destreza. Es normal que el nombre te resulte familiar. Es un clásico de internet. La muletilla "nivel dios" acompaña a imágenes y vídeos en los que alguien hace algo que nos resulta extraordinario, aunque también se usa en memes para enfatizar cualquier cosa.
Los vídeos de albañiles "nivel dios" acumulan millones de reproducciones: Albañiles nivel dios (13 millones), Albañiles genios nivel dios (6,2 millones), Trabajadores nivel dios, versión albañil (2,4 millones)... Estos vídeos son muy populares en inglés, también descritos como "nivel dios" (god level).
En algunos de los vídeos, los albañiles trabajan con una coordinación y rapidez difícil de creer. Las recopilaciones de trabajadores a toda velocidad son otro clásico de internet. Muchas de las cosas que los albañiles hacen en los vídeos resultan increíbles, pero no parecen nada seguras: infringen la normativa de riesgos laborales se mire por donde se mire.
Pero los vídeos no son solo riesgo. En el que abre este artículo no hay ningún albañil imprudente y también ha captado la atención de millones de personas. "A las personas nos encanta ver cómo se hacen las cosas, cómo se elabora lo que nos rodea. Somos muy observadores", dice a Verne por teléfono el psicólogo José Elías Fernández.
Mirar a albañiles trabajando, ya sea in situ o por internet, es un juego "de nuestra imaginación". Es decir, "nos gusta ver cómo empieza la construcción de algo, imaginar cómo será y comprobar el resultado", añade Fernández. También hay vídeos "nivel dios" de carpinteros, pintores, leñadores o cocineros.
Y no solo nos gusta ver cómo se construye algo: también disfrutamos viendo cómo se destruye. De ahí que los vídeos de presas hidraúlicas destrozando objetos capten tanta atención, como explicamos en este artículo. "Cuando la gente necesita relajarse y desconectar no se ponen a leer un libro sobre Filosofía, ya que esto supondría un esfuerzo cognitivo extra. Eligen actividades hipnóticas y predecibles", explicaba la psicóloga Amaya Terrón. En ese sentido, las escenas de construcción y destrucción son parecidas.
Este tipo de vídeos entran en una de las categorías más importantes de internet: cosas que nos da gustito ver. Una de las mayores fuentes de este tipo de vídeos es la sección de Reddit Oddly Satisfying (Extrañamente satisfactorio). Hay estímulos físicos (explotar plástico de burbujas), visuales (un gif con un bucle perfecto) y sonoros (el crujir de las hojas).
La construcción como espectáculo
El trabajo de los albañiles despierta interés en YouTube con otros formatos, no solo con los descritos como "nivel dios". Uno de los más repetidos son los vídeos a toda velocidad en los que se aprecia cómo avanza la construcción de una obra. Este es un ejemplo con diez millones de reproducciones en YouTube: los once años de obras del World Trade Center de Nueva York.
También hay programas de televisión por el estilo. Una de las referencias internacionales es Mega construcciones (Discovery Channel). Más relacionado con el bricolaje, la referencia en España es Bricomanía, que de vez en cuando daba lecciones de albañilería. Esta es una cátedra.
En esta época recordemos el mejor episodio Bricomanía EVER. Pues vamos a hacer una piscina, con dos cojones pic.twitter.com/lgxQZZHmAM
— Dario Dieguez 🥄 (@dariodieguez) 29 de julio de 2018
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