“Eres elegido congresista, ¿y ahora qué?”. Esta es la frase con que Alexandria Ocasio-Cortez, introdujo hace un mes a sus seguidores de Instagram a una suerte de docureality sobre la vida de un representante en el Congreso. Desde principios de noviembre, la demócrata de 29 años cuenta en sus stories de Instagram la parte desconocida de las semanas previas a jurar el cargo en el Capitolio. Además, ha fijado estos stories en su perfil de Instagram, de manera que se pueden seguir viendo.
Texto del primer story: Eres elegido congresista, ¿y ahora qué?
Texto del segundo story: Una vez le pregunté a un congresista en funciones que me aconsejase para mis primeros días. Me contestó: "Cuando ganas no parece real del todo... Y si haces las cosas correctamente, nunca parece real de verdad"
El primer vídeo en Washington deja entrever la esencia del material. La excamarera aparece en la lavandería del edificio gubernamental vistiendo un jersey rosa, unas enormes gafas y el pelo recogido. “La mayoría de la gente no te dice que cuando compites para congresista la ropa te huele mal porque no tienes tiempo de hacer la colada”, narra mirando a la cámara mientras echa a andar la lavadora con sus prendas blancas, y agrega: “Un comienzo glamuroso”.
Durante la campaña de las legislativas, los políticos se lanzaron a por el pedazo de filete electoral más grande: los jóvenes. Intentaron hincar el diente en los festivales, en las universidades, y por supuesto, en las redes sociales. Una vez que los comicios se celebraron, el hambre desapareció. Y con él, la comunicación directa con los millennials. Existen algunas excepciones tanto republicanas como demócratas, siendo Ocasio-Cortez la más notoria. Desde que la representante del distrito 14 de Nueva York fue electa el 6 de noviembre ha duplicado sus seguidores en Instagram hasta superar el millón a base de vídeos, fotos y stories.
Los congresistas electos tienen 60 días de preparación antes de asumir el escaño la primera semana de enero. Bajo ese paraguas, la mujer del Bronx ha compartido desde el día uno los detalles del proceso: los túneles “secretos” que conectan los diferentes edificios del Capitolio, las bambalinas de la toma de foto para la credencial, el libro-guía para preparar su plan legislativo... “¿Qué prefieren ustedes? ¿Una congresista que vele por los servicios locales o que proponga leyes?”, consultó a sus seguidores. El 64% se inclinó por la segunda opción.
Uno de los relatos más sabrosos fue el reparto de oficinas. Los miembros de la Cámara de Representantes participaron de una lotería para escoger su futuro despacho, la que pudo ser seguida paso a paso por los usuarios de la red social. Ocasio-Cortez, grabada por una de sus compañeras, exclamó en español antes de coger su número: "Sana sana, colita de rana, si no sanas hoy, sanarás mañana".
Le tocó el número 40 de unos 80, así que el cántico vino a cuento. La demócrata transmitió el recorrido por el interior de las oficinas desocupadas por los antiguos legisladores, pero que aún tenían cajas, carteles de feliz cumpleaños y fotos familiares. Antes de tomar la decisión de dónde le convenía pasar los próximos cuatro años, recurrió a su gente. “Rápido: ¿es mejor una oficina grande (de 14m2) o estar cerca de mis amigos?”. Finalmente se decantó por una que, sin darse cuenta, estaba a dos puertas de la de Nancy Pelosi, la apuesta más segura a convertirse en la presidenta de la Cámara de Representantes.
Las stories de Ocasio-Cortez no solo dan a conocer el reverso del Congreso. Ella cuenta su vida en el avión mientras vuela a su natal Nueva York, comparte su agenda en el camino de regreso a casa tras una “noche de chicas congresistas”, y explica su listado de prioridades como legisladora entretanto se prepara una sopa de frijoles. Ese día iba a comerse unos macarrones que llevaban una semana en la nevera, pero el grueso de los 800.000 espectadores que seguían su vídeo le recomendaron que los tirara. Y ella, tan devota a su gente, les obedeció.
Instagram no es la herramienta más cotizada entre los gobernantes. Mientras el 98% tiene Facebook o Twitter, solo la mitad está en la aplicación, según un informe de octubre del Servicio de Investigación del Congreso. “A mí me gusta hablarles por aquí porque es más positivo e íntimo”, explicó una vez la nueva legisladora. Los que sí están en la aplicación son los jóvenes. De los 105 millones de usuarios estadounidenses, el 64% tiene entre 18 y 29 años.
Estas cifras son un caldo de cultivo para los demócratas, el partido con el que dicha generación se siente representado entre los que sí votan. Sea parte de una estrategia pensada o no, a la gran revelación de las legislativas sirve para construir una relación sólida con los usuarios de la red social.
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