Una muñeca de 32 centímetros, sin boca ni nariz, ocupa la estantería central en una juguetería en Madrid. Lleva un vestido rojo, zapatillas a juego y emite un olor floral característico, una mezcla entre rosa y madreselva. Aunque no ha protagonizado películas ni series de televisión, su rostro aparece en cromos, cepillos, artículos de papelería, bolsos, mochilas, joyeros y pijamas. Hablamos de las muñecas Gorjuss, uno de cuyos productos va a colarse esta Navidad entre los más vendidos, según las proyecciones de Amazon.
El nombre del personaje proviene de la fonética de la palabra gorgeous en inglés, que significa “muy hermoso”. Gorjuss fue creada por Suzanne Woolcott en 2004 y su auge está muy vinculado a internet. Primero, gracias a la página de arte DeviantArt. Y después, por la plataforma de venta Etsy. En 2010, Woolcott llegó a un acuerdo con Santoro London para que la compañía se ocupara de las licencias de uso sobre su creación. Woolcott, de 41 años, vive en Glasgow y continúa dibujando cada una de las estampas. La artista prefiere no hablar con la prensa y relega todo lo relacionado con Gorjuss a Santoro London.
"La increíble Suzanne Woolcott viajó de Londres a Glasgow. Vino a visitarnos para discutir temas relacionados con Gorjuss con Meera y Lucio Santoro", compartió la marca Santoro London el 10 de agosto de 2018.
En algunos blogs se menciona que Woolcott dibuja a Gorjuss sin boca porque una de sus hijas es muda. Pero, ¿cuál es la razón por la que Gorjuss no tiene boca? “Suzanne Woolcott decidió no dibujarle una boca a Gorjuss para que el que la observe pueda proyectarle sus sentimientos”, explica Meera Santoro, la directora de Santoro London a Verne en una llamada telefónica. En las más de 350 ilustraciones de las que nacen todos los productos de la marca, Gorjuss no tiene boca. Pero Meera Santoro dice que esto no significa que sea muda: “Ver las ilustraciones te evoca sentimientos. Los detalles y el entorno dicen mucho. Su peculiaridad le habla y atrae a mucha gente”.
En España, El Corte Inglés y Benetton venden desde 2015 productos con la figura de Gorjuss. Este 2018 Mercadona, estrenó un neceser con productos de la muñeca y a finales del verano la tercera versión del álbum Panini llegó a los kioskos. “Todo lo Gorjuss se ha convertido en un clásico en las estanterías, no solo en Navidad sino todo el año”, explica Ramón Flor, director de expansión de Juguettos. La cadena de jugueterías no solo vende las clásicas muñecas, también ofrece otros 50 productos relacionados con el personaje.
Cada una de las 13 muñecas, que se venden en 93 países, cuestan casi 60 euros y están hechas por el fabricante de muñecas alicantino Paola Reina. Otras muñecas del mismo estilo que las Gorjuss rondan los 40 euros. La pugna por fabricar la versión tridimensional del personaje se disputó por muchos fabricantes en Europa, pero la dedicación de los artesanos en Onil cautivó a los británicos. “Cuando visitamos el taller de Paola Reina nos convenció el cuidado y la dedicación en cada muñeca. No es un producto que se fabrique en masa, cada muñeca tiene su estilista y modista”, afirma Santoro. La compañía de licensing afirma que busca calidad para cada producto que autoriza para usar la imagen de Gorjuss.
Los productos Gorjuss se empezaron a vender en España en 2012. “45 empresas en España poseen la licencia para usar la imagen. Se fabrican más de 3.000 productos que Santoro autoriza a través de nosotros”, explica David Recasens, director de licencias en la compañía española Edebé Licensing.
Según la directora de Santoro London, en algunos países como Grecia “todo lo Gorjuss es tan popular como Hello Kitty en su mejor época”. El argumento es respaldado por el catálogo de licencias europeo, citado por medios especializados, que apuntan que España se ha convertido en el mejor mercado para los productos. Según Ramón Flor, de Juguettos, además de Hello Kitty, Gorjuss es la única licencia que sin una serie de dibujos animados ha logrado ser tan popular. La marca incluso ha sido víctima de redes que vendían artículos falsificados en más de una ocasión. Las imitaciones de artículos con Gorjuss se vendían junto a otras marcas como Real Madrid, Barcelona, Gucci y Louis Vuitton.
El éxito comercial de Gorjuss tiene una posible explicación: las edades de sus seguidores trasciende y une generaciones. “Se vende muy bien a los niños, pero fenomenalmente a gente a partir de 30 años”, afirma Flor sobre la clientela que busca a Gorjuss en Juguettos. Abuelas, madres e hijas pequeñas consumen en España todo lo Gorjuss. Lourdes Ramos, de 58 años, colecciona muñecas Gorjuss y comparte la afición con sus nietas. “Ven las cosas que me compro y también las quieren. Así que yo compro las muñecas un poco más caras y las cositas como marcadores se las doy a ellas”, explica Ramos vía telefónica a Verne. Para celebrar su último aniversario de bodas, las hijas de Ramos le regalaron la muñeca Gorjuss Ruby.
”Los coleccionistas no conocemos los límites cuando algo nos gusta”, dice Ramos, quien además administra un grupo de 950 miembros en Facebook para intercambiar cromos de Gorjuss. Ramos dice que su preferencia por la muñeca muda se debe en parte a su originalidad y el énfasis a los detalles, pero también porque le “devuelve a la infancia por los recortables que tenía cuando era niña”. Tanto a Ramos como a sus nietas les gusta que las distintas versiones de Gorjuss “despiertan la imaginación”. Y ¿no le da curiosidad que Gorjuss no tenga boca? “El que no tenga boca me permite imaginar más qué quiere expresar”, dice Ramos.
Suzanne Woolcott, la dibujante hermética
De la vida de la creadora de Gorjuss, Suzanne Woolcott, se sabe poco y encontrar un rastro digital de su existencia es complicado. Su huella digital es bastante difusa y apenas hay artículos periodísticos que hablen directamente con la creadora. Dada la dificultad de encontrar un rastro digital de Woolcott, Verne preguntó a Santoro London si era una persona real a lo que respondieron que sí y que continuaba siendo la creadora de los dibujos que se plasman en los productos. La compañía aclaró que Woolcott prefería no hablar con prensa.
Sabemos que Woolcott dibujaba a Gorjuss al menos desde 2004, año en el ya compartía versiones de la muñeca sin boca en la web DeviantArt. Aquella página web fungía como escaparate y casi red social para todo tipo de artistas, que se retroalimentaban por esa vía en aquellos años. Actualmente, DeviantArt califica a Woolcott como "miembro veterano".
La artista escocesa vendía sus dibujos en Etsy desde 2006. El arte de Woolcott formó parte de una exposición grupal llamada Delirium Tremens que se llevó a cabo en Los Angeles, Estados Unidos. Ese mismo año tuvo su primera exposición individual. Karen Harvey, curadora de arte de artistas independientes, fue la responsable de esa muestra llamada Red Apples en el teatro Angles en Wisbech, Reino Unido. "Suzanne fue una de las artistas que enviaron su trabajo para la compañía en la que yo trabajaba [Atelier East]. Sus muñecas me parecían muy interesantes, con un lado un poco espeluznante que ahora ya no se ve en las ilustraciones de Gorjuss", dice Harvey a Verne en una conversación vía telefónica. "Su arte está lleno de detalles y en ese entonces tenía un humor negro que llamaba la atención", agrega Harvey. La curadora afirma que mantiene contacto con Suzanne Woolcott y confirma que la artista sí es quién está detrás de todos los dibujos de Gorjuss.
Uno de los pocos testimonios gráficos que se pueden encontrar del lazo que aún existe entre Woolcott y Santoro London es la fotografía de su primera visita a la tienda de la marca ubicada en Bath, Inglaterra. "Fue muy especial ya que sabemos que Suzanne hizo un esfuerzo para hacer el viaje", cuenta Meera Santoro sobre la ocasión. En la fotografía [que está al principio de este artículo] aparece el matrimonio Santoro (Lucio y Meera), el esposo de Suzanne Woolcott y la artista con una muñeca Gorjuss en su regazo. La artista está en silla de ruedas debido a una enfermedad de la que apenas ha dado detalles. Pero que según ha relatado la artista en un blog que actualizó hasta 2015, le postró en la cama en el año 2013 y continúa aquejándola.
Con respecto a la creencia de que la muñeca no tiene boca porque una de las hijas de la artista es muda, Harvey dice que no tiene ningún conocimiento al respecto, pero que cada muñeca sí cuenta una historia en sí misma. Harvey remata asegurando que la artista siempre ha sido una persona celosa de su intimidad, pero que en todo caso su ejemplo es uno de éxito: "Suzanne Woolcott es una mujer normal y digna de admirar. Se enseñó a sí misma a dibujar y a pesar de una terrible enfermedad, continúa trabajando y creando arte".
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