Una imagen de Albert Rivera en la manifestación de este domingo en la Plaza de Colón de Madrid convocada por PP, Ciudadanos y VOX ha despertado un debate en torno al pinkwashing. El término se usa para definir la defensa del colectivo LGTBI+ al que recurren empresas, instituciones y partidos políticos a modo de lavado de imagen, con la intención de dar una idea de progreso que compense otras actividades consideradas más impopulares.
Algunos usuarios de Twitter, incluido el diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid, Eduardo Fernández Rubiño, han compartido la fotografía del líder de Ciudadanos rodeado de banderas, con la del arcoíris en un primer plano.
¿Qué es el #pinkwashing?
— Patricia Aranguren (@patriciaguren) 10 de febrero de 2019
Instrumentalizar las luchas de las bolleras, bis, maricas y trans para lavarse la cara —en este caso, al fascismo. pic.twitter.com/iQF0meU8Py
En su mensaje, Rubiño recurre al término en inglés pinkwashing para definir lo que, en su opinión, es una contradicción: defender los valores LGTBI+ en una manifestación con "grupos que se dedican a dar palizas a maricones".
A Rivera también le han llegado críticas por esta imagen desde los partidos de derecha. El portavoz de VOX Iván Espinosa de los Monteros ha criticado en Twitter la presencia de la enseña multicolor en una cita en la que "el plan era traer solo banderas de España" y ha compartido mensajes que consideran que las banderas situadas tras Rivera eran "de atrezzo".
El pacto era traer sólo banderas de España. Pero para algunos parece que la tentación era demasiado fuerte... pic.twitter.com/SKvlwkGB6T
— Iván (@ivanedlm) 10 de febrero de 2019
El líder de Ciudadanos ha apoyado este domingo en Twitter a Pablo Sarrión López, miembro del gabinete de comunicación de su partido que defiende en la red social que la bandera LGTBI+ es compatible con la manifestación por la "unidad de España".
Que nadie nos diga lo que tenemos que pensar, mostrar o ser. ¡Grande, Pablo! Viva la libertad, viva la igualdad, viva España.
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) 11 de febrero de 2019
🇪🇸🏳️🌈 https://t.co/oguDYpoOe8
Para Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), la estrategia de blanquear la imagen con la bandera no sería muy exitosa en este caso. "La manifestación del domingo y la bandera arcoíris no deberían haberse mezclado, porque no tienen nada que ver la una con la otra. Es un símbolo que no puede estar al lado de los que todavía agreden y matan a personas del colectivo y que buscan arrebatarles su derechos".
El origen del pinkwashing
El término se popularizó al margen de la comunidad LGTBI+. Ocurrió poco después de que se creara, en los años 90, el lazo rosa que conciencia sobre el cáncer de mama. La notoriedad del símbolo trajo consigo las críticas a aquellas empresas e instituciones que usaban la lucha contra esta enfermedad como una forma de márketing.
La Breast Cancer Asociation ya comenzaba a usar el término pinkwashing para destacar la incoherencia de cadenas de comida rápida y multinacionales del sector de la alimentación, que inician campañas para colaborar en la cura del cáncer de mama mientras mantienen prácticas corporativas perjudiciales para la salud pública.
El colectivo LGTBI+ adoptó después el término para criticar acciones de márketing en organismos que pretenden dar una falsa imagen de progreso apoyando su causa. En concreto, su objetivo ha sido el Gobierno de Israel, por activar la lavadora rosa mientras mantiene su conflicto bélico con Palestina.
The New York Times destacaba en 2011 el "nefasto fenómeno de colocar en puestos de poder a homosexuales blancos por parte de fuerzas políticas contrarias a la inmigración y la comunidad musulmana en Europa e Israel".
El caso más reciente en Israel está relacionado con su excesivo interés por el Festival de Eurovisión, que ganó en su edición de 2018 y que celebrará en mayo en Tel Aviv. El MADO (las fiestas del orgullo de Madrid) se desvinculó en 2018 de la actuación en la ciudad de Netta, la ganadora israelí del certamen de la canción. "Ni nos planteamos contar con ella", recuerda Uge Sangil, presidenta de FELGTB, una de las instituciones organizadoras del evento.
La expresión también aparece en otros ámbitos, como el empresarial. En los últimos años, las acciones publicitarias en favor de la diversidad sexual de la petrolera británica BP recibe críticas por "intentar distraer la atención sobre los abusos humanos que comete en todo el mundo", recordaba el colectivo activista Platform London en 2017.
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