Ciudad de México está sumergida en contaminación desde el fin de semana. De acuerdo con datos del Global Forest Watch Fires, se detectaron por lo menos 38 incendios en la capital, además de otros 659 en el Estado de México, 112 en Hidalgo y 87 en Morelos, lo que ha provocado que el ambiente esté cargado de compuestos orgánicos volátiles y partículas finas menores a 2,5 micrómetros (PM2.5).
Pero no solo fueron los incendios la causa de la contaminación. Este martes, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (zona conformada por Ciudad de México y otras seis entidades) decretó contingencia ambiental por las partículas finas y los altos niveles de ozono registrados en las estaciones de monitoreo del oriente de la capital.
Ciudad de México, hoy a las 4pm. pic.twitter.com/VTIdj4STRd
— Santiago Arau (@Santiago_Arau) May 13, 2019
🔴#ÚLTIMAHORA: Se activa #ContingenciaAmbiental por ozono y se mantiene #ContingenciaAmbientalExtraordinaria por partículas PM2.5 en la #ZMVM.
— Medio Ambiente CDMX (@SEDEMA_CDMX) May 14, 2019
➡️Mañana 15 de mayo, de 5 a 22 horas no circulan vehículos:
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No obstante, la manera en cómo se mide la contaminación en el país ha cambiado varias veces a lo largo del tiempo. El Gobierno de México es el responsable de establecer los estándares para el monitoreo de los contaminantes atmosféricos. Para ello, se elaboraron normas de salud ambiental que miden siete contaminantes: dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2), partículas menores a 10 micrómetros (PM10), partículas menores a 2,5 micrómetros (PM2.5), Plomo (Pb) y Ozono (O3).
Pablo Ramírez, coordinador de la campaña de calidad del aire de Greenpeace México, explica a Verne que estas reglas se elaboraron en 1994 y desde entonces, varias de ellas no se han actualizado. “La normativa debe ser mucho más rigurosa”, dice vía telefónica. “Tienen parámetros muy laxos de límites máximos permitidos, inlcuso si los comparamos con los de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que datan de 2005”, detalla.
De acuerdo con el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire (OCCA), en 2017 se registraron 4.009 muertes en la Zona Metropolitana del Valle de México atribuibles a partículas finas PM 10 y PM 2.5, por lo que indica que se deben establecer medidas más rigurosas para buscar que no se afecte la salud de los ciudadanos. La OMS considera que la concentración de partículas finas no debe rebasar los 40 microgramos por metro cuadrado, mientras que la regulación mexicana considera debe ser por encima de los 57 microgramos por metro cúbico. “Tenemos normas que superan el límite de la OMS en 1.200%”, dice Ramírez.
Mariajulia Martínez, maestra en Desarrollo Sostenible y académica del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, dice a Verne que la norma oficial debe de tomar en cuenta el fenómeno del cambio climático y no únicamente situaciones atribuibles al estado del tiempo, como la falta de lluvias. “Hoy vemos que la contaminación se incrementa por los incendios, los cuales se están dando por efecto del cambio climático”, explica la especialista. “Se puede decir que es un círculo vicioso: mayores temperaturas, menos humedad, mayor presencia de contaminantes y más incendios”.
Antes de 2017, la norma ambiental establecía como base de medición los puntos IMECA, cuya escala era negativa desde los 100 puntos pero decretaba contingencia a partir de los 200. “Debemos pensar que uno de los principales generadores de contaminación son los autos, que siguen circulando cada vez más”, dice Martínez.
Actualmente la medición se hace en puntos de medición de calidad del aire donde se decreta contingencia ambiental a partir de los 150 puntos. Para el coordinador de Greenpeace, se trata de límites que no son malos. “Cuando es mala debe de tomarse medidas sin tomar en cuenta esos otros escenarios”, indica Ramírez.
Doble contingencia, mayor contaminación
Aunque los niveles de contaminación fueron altos desde el fin de semana, la contingencia que se declaró fue extraordinaria por la presencia de contaminantes PM2.5 e hizo recomendaciones a la ciudadanía para cuidar su salud y evitar salir a exteriores. La declaratoria de contingencia por ozono se decretó la tarde del martes y consideró la extensión del programa Hoy no circula.
Para Martínez, la principal fuente de contaminación son los automóviles, por lo que la normativa ambiental debería ser más estricta. “Si queremos ver resultados se deben de sacar de circulación los coches”, indica la académica. Una publicación del Centro Mario Molina hecha en 2016, (cuando la ciudad vivió una de sus peores crisis ambientales de su historia), indica que deben de reforzarse las medidas de circulación y tenencia en función a la edad de los vehículos y no del costo, como actualmente se hace en la capital. Un auto con más de dos décadas de circulación puede contaminar hasta veinte veces más que uno con tecnología reciente.
La OCCA plantea que el programa de contingencias ambientales debe ampliarse, aplicando el programa Hoy no circula para hologramas 1 y 2 además del transporte de carga. Asimismo, bajar los niveles de contaminantes de la norma mexicana y considerar los efectos del cambio climático son algunas de las soluciones que dan estos especialistas.
La mala calidad del aire que hoy respiran los habitantes de la ZMVM se debe a los diversos incendios en la región, altas temperaturas, falta de viento y lluvias 😠 https://t.co/dLOByAihnK
— Greenpeace México (@greenpeacemx) May 14, 2019
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