Francisco Toledo (Juchitán, Oaxaca, 1940), era más que un artista plástico: fue promotor cultural, activista por la defensa del maíz y un duro crítico de la política mexicana. Este jueves, Toledo falleció a causa de una complicación médica derivada del cáncer a los 79 años.
El arte está de luto. Ha fallecido el maestro Francisco Toledo, oaxaqueño, gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo. Descanse en paz.
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) September 6, 2019
Su obra siempre fue mucho más allá de lo plástico. En diciembre de 2014, tras la desaparición de los 43 estudiantes normalistas en Ayotzinapa, Toledo diseñó y armó 43 papalotes (palabra que proviene del náhuatl papalotl, que significa mariposa) que fueron elevados en Oaxaca por alumnos de primaria. “Fue un gesto que preparamos con los niños de la escuela”, explicó el artista en una entrevista con EL PAÍS en 2015.
Los rostros de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos se elevaron en el cielo de Oaxaca. “Hay una costumbre del sur: cuando llega el Día de Muertos se vuelan papalotes porque se cree que las almas bajan por el hilo y llegan a tierra para comer las ofrendas; luego, al terminar la fiesta, vuelven a volar. Como a los estudiantes de Ayotzinapa los habían buscado ya bajo tierra y en el agua, enviamos los papalotes a buscarlos al cielo”, contó el oaxaqueño.
En diciembre 2014, #FranciscoToledo diseñó y armó 43 papalotes que fueron elevados en Oaxaca por alumnos de primaria.
— Secretaría Cultura (@cultura_mx) September 6, 2019
Llevaban los rostros de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, víctimas de desaparición forzada en Iguala, Guerrero. pic.twitter.com/tBQORMZsd1
Llévanos en tu papalote maestro Francisco Toledo! pic.twitter.com/IuzqfZLFrI
— Jenaro Villamil (@jenarovillamil) September 6, 2019
El arte está de luto. Ha fallecido el maestro Francisco Toledo, oaxaqueño, gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo. Descanse en paz.
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) September 6, 2019
Toledo nació en Juchitán, #Oaxaca, rodeado de escenas de un México que ya no es, en el que el zapoteco hablado se escuchaba en todas partes, los trajes y fiestas se visualizaban con esplendor y, según él mismo explica, los pueblos indígenas tenían cierta autonomía. pic.twitter.com/DaFVcUSWD4
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Barriendo sapos (pintada por Toledo en 1971), lejos de ser un cuadro fantástico, el reflejo de un mito o una expresión surrealista, es una imagen cotidiana que un Francisco Toledo infantil vivenció en su natal Juchitán. pic.twitter.com/NBpKSWIAlT
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La obra de Toledo, quien inició sus estudios a los 14 años en el taller de Arturo García Bustos, se caracteriza por retratar animales que no son comúnmente relacionados con la belleza: murciélagos, insectos, iguanas, sapos, monos, tortugas, lagartos, conejos, peces, cabras, vacas pic.twitter.com/4kRThnYVp0
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Otro signo recurrente en la obra de Toledo es la sexualidad. En sus piezas hay una especie de sexualización de la realidad, un escenario que no difiere entre lo fantástico y lo real y que funde a ambos en el erotismo. pic.twitter.com/iqqrWTbOtK
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Viví en Europa, viajé a España, conocí a Tàpies, a Saura… Mi arte es una mezcla de lo que he visto y de otras cosas que no sé de dónde vienen. Me han influido el arte primitivo, pero también los locos, los enfermos mentales y, sobre todo, Rufino Tamayo”, señalaba el pintor. pic.twitter.com/c9r7pTrjYy
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Durante la década pasada, una de las protestas encabezadas por el pintor impidió que se estableciera un restaurante de la cadena estadounidense McDonald’s en el centro de la capital oaxaqueña. “Juchitán es Toledo, sus ocres y sus púrpuras, su negro vid de uva calcinada, su amarillo congo de tlapalería, el azúcar que va escurriendo por las calles, las abejas que zumban en torno a la miel, la miel en el paladar de la mujer, la miel en su sexo y en su vientre, la miel de sus pechos y de su cabello lavado en el agua del río", ha dicho la escritora Elena Poniatowska sobre este artista oaxaqueño.
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