No hay papeles en la ficción para las personas trans

Con motivo de la Semana de la Conciencia Trans, una agencia organiza en Madrid un ‘casting’ para estos actores y actrices

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actores trans
El colectivo de directores de casting LANE organizó el pasado 14 de noviembre en Madrid una iniciativa para incorporar a los registros de las agencias perfiles del colectivo trans. EL PAÍS

“No tienes ni puta idea de lo que es ser trans, ¿sabes cuántos años estudié interpretación? 10 años ¿y sabes cuántos castings he hecho? Uno, para hacer de puta, trans y figurante”. La que habla es la actriz trans Laura Corbacho, de 21 años, interpretando a una adaptación de sí misma en la tercera temporada de Paquita Salas. En realidad, Corbacho no lleva tanto tiempo estudiando interpretación, pero sí lo suficiente como para haber sufrido la transfobia del sector. “Hace no mucho tiempo fui a hacer una prueba para una escuela de interpretación, en la que me dijeron literalmente que con mi voz y mi cuerpo no me iban a coger nunca en ningún sitio”, cuenta a Verne en conversación telefónica la joven cacereña.

Según la última encuesta realizada por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), en España, el 85% de las personas trans (aquellas cuyas identidades de género son diferentes del sexo que se les asignó al nacer) están desempleadas. “Es difícil encontrar cifras fiables sobre el desempleo en general porque las encuestas que se realizan esporádicamente dependen de varios factores, por ejemplo, que las personas trans sean visibles o no, que hayan transitado o no…”, explica a Verne Carmen García de Merlo, presidenta de COGAM (Colectivo LGTB+ de Madrid). “Esos datos tampoco nos permiten obtener una visión segregada por sectores profesionales, aunque muy probablemente el audiovisual sea uno de los que más penalizan a las personas trans”, añade.

La trama que protagoniza Corbacho en la serie Paquita Salas, escrita y dirigida por Javier Calvo y Javier Ambrossi, denuncia precisamente la falta de oportunidades de las personas trans en el mundo audiovisual y el hecho de que los pocos personajes trans que se incorporan a la ficción son interpretados por actores y actrices cisgénero (cuyo sexo biológico coincide con su sexo sentido). “No es que los actores cis no puedan hacerlo, pero mientras no existan las mismas oportunidades para todos, yo seguiré luchando para que nos den esos papeles primero a las personas trans”, aclara Corbacho. Y añade que “ser trans es mucho más que disfrazarse con una peluca, un bigote postizo o un vestido”.

Uno de los casos más recientes y mediáticos sobre este asunto ha sido el del actor Paco León, que interpreta a una mujer trans en la serie La casa de las flores. “La principal barrera para los actores y actrices trans es que están invisibilizados dentro de los circuitos audiovisuales porque no se les da siquiera la oportunidad de participar en los casting”, explica Alicia Ruiz (27 años), una de las socias de LANE, un colectivo de directores de casting que trabaja en Madrid, Barcelona y Londres, y añade que “esto sucede igual en el mundo de la publicidad”. “Por supuesto, tiene que ver también con la transfobia, si una productora pide a una chica rubia, probablemente no le manden una chica rubia trans”, añade.

Para Ian Garrido, director y guionista trans, “el problema parte de la dictadura de los cuerpos normativos que afecta en realidad a toda la sociedad”. “Es un modelo impuesto que nos dice qué cuerpos deben ser objeto de deseo y cuáles no; el cuerpo trans no lo es, como tampoco lo es un cuerpo gordo”, explica a Verne en conversación telefónica el joven, de 30 años. “Afortunadamente, el empuje de movimientos feministas y LGTBI está ayudando a modificar estos arquetipos, pero desde luego no podemos decir que esa batalla esté ganada”.

Pese a la falta de visibilidad, cada vez hay más referentes de actrices trans en la escena audiovisual, como es el caso de Corbacho o el de la actriz, directora y guionista Abril Zamora –fue parte del reparto de la serie Vis a vis y es creadora de Señoras del (h)AMPA–. Aunque todavía no existen actores trans muy visibles en España. “Hay varios factores que explican esta situación”, dice Garrido. “Quizás el más importante tiene que ver con que los hombres trans somos invisibles literalmente: cuando nos crece un poco la barba, nos cambia la voz, nos quitamos los pechos o nos los ocultamos, pasamos desapercibidos como personas trans”, explica el director refiriéndose a lo que se conoce como passing. “Y da mucho miedo volver a exponerse al juicio social revelando tu verdadera identidad”.

Abril Zamora da vida a Luna Garrido en 'Vis a Vis'

“No olvidemos que seguimos viviendo en una sociedad machista. Cuando una mujer transita hacia hombre asciende un escalón en la sociedad y gana privilegios; en cambio, cuando un hombre transita hacia mujer desciende dos, uno por ser mujer y otro por ser trans. La pérdida de esos privilegios puede tirar para atrás a muchos actores trans a la hora de visibilizarse”, comenta García de Merlo.

Para Garrido, también faltan referentes en otras profesiones relacionadas con el mundo audiovisual. “No solo actores y actrices, sino directores, guionistas, productores, estilistas, foquistas… Tenemos que empoderarnos y aprovechar esta ventana audiovisual que se nos ha abierto, por muy pequeña que sea. Reivindiquemos lo trans, escribamos nuestras propias historias o asesoremos a aquellos que quieren hablar de ellas. Nuestra aportación es clave para visibilizar y naturalizar nuestra realidad”, concluye.

Una ventana para las personas trans

Con motivo de la celebración de la Semana de la Conciencia Trans (del 13 al 19 de noviembre), el colectivo de directores de casting LANE organizó el pasado 14 de noviembre un Open Studio Day simultáneamente en Madrid, Barcelona y Londres, una iniciativa que busca incorporar a los registros de las agencias de modelaje y representación actoral perfiles del colectivo trans, como las personas no binarias (aquellas que rechazan identificarse con uno de los dos géneros normativos, hombre o mujer). “La idea es que estos actores, actrices y modelos puedan tener la oportunidad de ser llamados para cualquier perfil, no solo de trans no binario; para visibilizar estas realidades hay que ir un paso más allá rompiendo con los estereotipos de género”, explica desde LANE Alicia Ruiz. Verne asistió al casting de Madrid para conocer a algunos de los participantes.

Andrea Comas (EL PAÍS)

Megane es un artista multidisciplinar y una persona no binaria. “Me gusta, la interpretación, la performance, la música, la fotografía y también el modelaje”.

Sus experiencias en otros castings le han obligado a posicionarse como hombre y cree que su raza es también un hándicap en el mundo audiovisual.

Se mira en las mujeres de su familia, originarias de Guinea Ecuatorial, y aunque cree que “hay referentes LGTBI si los buscas, hace falta mucho trabajo de visibilización, sobre todo en la escena mainstream y sobre la realidad no binaria”. "Puede que la gente esté más familiarizada con las personas trans, pero ¿quién ha oído hablar de las personas no binarias? Casi nadie, pero también existimos”.

Andrea Comas (EL PAÍS)

Zack Gómez lleva dedicándose al mundo de la interpretación desde los 16 años sin que su agencia de representación ni parte de su entorno sepan que es un chico trans. “Vi el anuncio del casting en redes y me pareció algo muy valiente, así que aquí estoy, va a ser mi salida oficial del armario”. Aunque le da miedo a que, por decirlo, ya no le consideren para interpretar cualquier personaje como los que ha estado haciendo hasta ahora.

“Estoy contento de haber venido y contribuir a crear referentes de actores trans, que hay muy pocos. En España yo no conozco ninguno. Hay que luchar por poder ser quién eres y celebrarlo, en lugar de ocultarlo”. Confiesa que en los años que lleva trabajando en el mundo de la interpretación no ha participado nunca en ningún proyecto en el que hubiese un personaje trans. “Eso dice mucho del tipo de historias que se escriben, así que yo ya estoy escribiendo un guión en el que el protagonista es un chico trans”.

Andrea Comas (EL PAÍS)

Adrián Andrés, procedente de Valencia, lleva un mes en Madrid, donde acaba de empezar a estudiar interpretación. “Yo simplemente proyecto mi imagen como me da la gana, a veces de una forma más femenina y, otras veces, más masculina, pero no concibo mi estado en función de mi sexo. En Madrid, puedo ser yo mismo, sin tapujos”.

Sus referentes son las actrices trans que protagonizan la serie Pose porque “no han tenido que disfrazarse, no han tenido que hacer de mujeres ni de hombres, han hecho de lo que son, mujeres trans y a mí me parece que actúan maravillosamente”.

Estuvo a punto de no asistir al casting. “Ahí estaba yo, en mi casa, muerta de miedo por exponerme ante la gente. Pero acabo de tener una experiencia maravillosa y solo espero que esto sirva de inercia para que mucha más gente trans y no binaria se atrevan a venir y a ser quienes realmente son”.

Andrea Comas (EL PAÍS)

Paul se presenta a veces como Paula, es una artista y trabajadora social trans que no se lo pensó dos veces cuando vio el anuncio del casting. “Nunca había visto una oportunidad así, he venido para contar mi historia, que es la historia de mucha gente, invisibilizada por una realidad social que no quiere ver que también existimos”.

Lamenta que el cine, la televisión o el teatro perpetúe los estereotipos negativos hacia las personas trans no binarias y que eso dificulte su integración en la sociedad. “Encima los pocos personajes menos estereotipados que van apareciendo están interpretados por personas cisgénero, esto tiene que cambiar, nosotres también queremos formar parte de esto y ganarnos la vida con ello”.

No descarta participar en algún proyecto que surja de este casting, si su otro trabajo se lo permite. “Necesitamos nuevos referentes que nos ayuden a liberarnos de las cadenas del binarismo de género, que no es más que una construcción social”, añade.

Andrea Comas (EL PAÍS)

Flor es “diseñadore” y ha venido al casting porque cuando empezó a buscar en agencias modelos trans y no binarias para sus colecciones se dio cuenta "de que no había nadie”. Se muestra contraria al género y detesta tener que disfrazarse para ir a un trabajo. “No puedo ir como yo iría vestida, ni siquiera con una raya en el ojo. Al final o no accedo o me traiciono a mí mismo cogiendo ese trabajo”.

Cree que faltan referentes diversos en el medio audiovisual para que las personas trans y no binarias puedan reconocerse en ellos. “Si no los ves, puedes pensar que estás loque, o que te está pasando algo malo". Por eso, aunque no se ha dedicado a la interpretación o el modelaje hasta ahora, se metería "de cabeza en algún proyecto que surja de aquí".

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