Sus tatuajes faciales, caótica melena y dientes de oro hacen que Post Malone (Estados Unidos, 1995) no pase desapercibido. Pero son las plataformas de streaming, donde su peculiar aspecto no entra en juego, las que han convertido a este rapero criado en Texas en una estrella de la música en todo el mundo.
Austin Richard Post (así es el nombre que aparece en su partida de nacimiento) se ha convertido en el artista más escuchado en Spotify en todo el mundo durante el 2019, con más de 6.500 millones de reproducciones. El estadounidense también triunfa en España y en México y aparece en las listas de los más vendidos del mundo de los últimos tres años, pero le pasa como a Ed Sheeran y no todos le ponen cara. Las estrellas del streaming mueven masas pero no son populares entre todas las generaciones de oyentes.
Su trayectoria es, paso a paso, la biografía de un nativo digital. El cortometraje documental Rockstar repasa sus inicios. Se aficionó a la música jugando al Guitar Hero mientras se entretenía creando vídeos para Vine. Tuvo la suficiente repercusión en esta red social como para mudarse a Los Angeles a compartir casa con otros aspirantes a gamers y youtubers estrella.
Era la primavera de 2015, colgó White Iverson, su primera canción, en la plataforma SoundCloud. Alcanzó el éxito casi de la noche a la mañana. Cuando estrellas consagradas como Wiz Khalifa y el fallecido Mac Miller dieron al botón de compartir, supo que algo estaba pasando. Fue todo tan rápido que la prensa musical ya tenía preparada para él la etiqueta de cantante de un solo éxito.
Desde entonces, ha lanzado tres discos en los últimos tres años, a cada cual más popular: Stoney (2016), Beerbongs & Bentleys (2018) y Hollywood's Bleeding (2019).
Y su ascenso parece que no ha tocado techo. En el último año (desde diciembre de 2018), el estadounidense ha doblado sus seguidores en Spotify, según la herramienta Soundcharts: de 8,9 millones a 19,7 millones de fans en esta plataforma a diciembre de 2019. Es el equivalente a la población de Chile o de Rumanía.
Como ocurre con otro fenómeno musical como es Rosalía, la apropiación cultural es una de las críticas recurrentes que enfrenta como rapero blanco, a pesar de que Eminem ya abrió camino en la década pasada. A Post Malone no deben preocuparle mucho esos comentarios, porque ni siquiera se molesta en congraciarse con los puristas del hip-hop. "Si buscas buenas letras y reflexionar sobre la vida, no escuches hip-hop. Cada vez que quiero llorar; cada vez que quiero sentarme a echarme una buena sesión de lloros, escucho a Bob Dylan", dijo en 2017 durante una entrevista en Polonia.
Que no respete los códigos tradicionales del género es precisamente lo que le ayuda a conectar con una audiencia global. Como dice una crítica musical de Chicago Tribune, su sonido a menudo está más cercano a al pop que al trap. Algunos de sus éxitos recientes, como Better now o Sunflower (tema estrella en la banda sonora de Spider-Man: Un nuevo universo), se construyen a partir de melodías aptas para la radiofórmula y para un público que no está acostumbrado necesariamente a sonidos tan urbanos.
Repetición sonora y mediocridad vocal
La prensa musical, en busca de la razón de su éxito, ha consultado a profesores de la prestigiosa Berklee College of Music sobre el misterio de Post Malone. ¿Por qué es tan pegadizo? La repetición en sus letras y melodías es una de sus armas, explicaban en 2018.
La clave no es tanto reincidir en sonidos como hacerlo de la forma adecuada y crear una cadencia que guste al oído y al cerebro. Para muestra, Congratulations, su tema más celebrado en su canal de YouTube con más de 1.200 millones de reproducciones.
Sus limitadas cualidades vocales, que a su vez limitan el rango de las notas musicales que suenan en sus canciones, también le ayudan a alcanzar esos miles de millones de streamings, comentaba en 2018 el compositor Brian Raydar Ellis.
El buen ojo de su discográfica, Universal Music, también ha ayudado a crear el fenómeno. Nada más ficharlo, lo embarcó en una gira musical con Justin Bieber para exponerlo a un público objetivo más amplio y le metieron en un estudio con Kanye West. Además de incluir una colaboración de Bieber en su primer disco, también invitaron a Pharrel Williams a que fuera uno de los productores de su debut musical.
Desde entonces, se ha colocado entre los músicos que más discos han vendido en el mundo en el 2017, en el 2018 (el primero, con más de 6 millones de copias) y también estará en la del 2019, tras vender hasta el momento 2,3 millones de copias de Hollywood's Bleeding.
El último que se ha sumado a su éxito es Ozzy Osbourne. El líder de Black Sabbath ha vuelto a grabar una canción tras años de parón para colaborar con Post Malone en Take What You Want, siguiendo los consejos de su hija Kelly Osbourne. También han actuado juntos en directo.
A pesar de su extraño look, las marcas de moda desean vestirlo para sus vídeos y las entregas de premios (posee la única guitarra Fender Telecaster customizada por Louis Vuitton). "Soñé con todo esto desde que era joven. Me decían que no iba a ser nada. Ahora me dicen todo el tiempo: Felicidades", canta en Congratulations.
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