La contingencia sanitaria por la covid-19 ha dejado imágenes nunca antes vistas. Desde hace casi un mes que el Gobierno de México instó a los ciudadanos a quedarse en casa para prevenir los contagios del nuevo coronavirus, la imagen de las ciudades mexicanas ha cambiado. “Todo este conjunto de imágenes parecen sacadas de una película”, dice a Verne Santiago Arau, fotógrafo especializado en fotografías aéreas.
Al inicio de esta contingencia, Arau tomó una fotografía aérea del Estadio Azteca durante el último juego presencial del torneo de clausura de la Liga MX, sin asistentes. “El juego de América y Cruz Azul es uno de los más importantes y donde sólo se veía la palabra corona desde arriba, con las tribunas vacías, con todo el simbolismo que eso tiene”, recuerda.
En la capital de México se siente por un lado, la soledad y el silencio de las calles más céntricas de Ciudad de México. “Las zonas comerciales del centro, Paseo de la Reforma, Zona Rosa o la colonia Roma que dependen de los comercios y actividad comercial ahora están cerradas. Es impresionante verlas así”, dice Mónica González, fotoperiodista de EL PAÍS.
Pero en las colonias alejadas del centro, la vida continúa casi como de costumbre, solo con algunas personas con cubrebocas. “Lo más contrastante ha sido ver cómo en zonas más populares hay menos gente con cubrebocas y mucha gente en la calle, que su realidad no es la que vemos en las zonas céntricas de la ciudad”, dice Gladys Serrano, fotógrafa de EL PAÍS. Ella ha retratado las dos caras de la pandemia en la capital: la del encierro y las conglomeraciones.
Pese a las recomendaciones que han hechos las autoridades sanitarias, muchas personas siguen saliendo a la calle sin protección porque no creen que la covid-19 sea real. “Por un lado, observamos a las personas que requieren de atención médica por la covid-19 y por otro lado las personas que no creen que nada de esto sea cierto”, dice González. Los hospitales de Ciudad de México están cerca del colapso ante la contingencia. De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de la capital, en la semana del 4 al 10 de mayo, cuando se espera el mayor pico de la pandemia, esperan contar con capacidad para 2.500 pacientes graves en total, por lo que han habilitado nuevos espacios para atender a los contagiados por la covid-19.
Fuera del centro del país, la contingencia se enfrenta a velocidades diferentes. “A veces es difícil saber en qué México estás: en Ciudad de México es uno, en la frontera es otro, en las comunidades indígenas se vive de otro modo”, dice a Verne Héctor Guerrero, fotoperiodista de EL PAÍS. En el Estado de Michoacán, las comunidades purépechas han actuado de modo independiente, como lo relata Carmen Morán en la crónica de su visita por la entidad. “Unos decidieron aislarse y no permitir el paso, mientras que otros iban a otros ritmos”, detalla Guerrero.
En la frontera con Estados Unidos, las imágenes de la contingencia también retratan polarizaciones. Por un lado, las aglomeraciones de personas que diariamente cruzan entre ambos países y las empresas maquiladoras que no han detenido sus operaciones. En Ciudad Juárez, uno de las ciudades con más número de contagiados por la covid-19, concentra el 90% de los casos registrados en Chihuahua hasta el 25 de abril.
Pero las imágenes demuestran un cambio en la cotidianidad en varios lugares de México. La afectación económica derivada del cierre de negocios es una de las realidades más visibles para Elizabeth Ruiz, corresponsal de la agencia AFP en Quintana Roo. “En lo personal, yo comparo esta situación con lo que vivimos con el huracán Wilma, que fue la primera vez que vimos vacía la zona hotelera, aunque en esa ocasión la recuperación fue casi inmediata, no como ahora”, dice la fotógrafa a Verne, vía telefónica. “Las playas están vacías, eso solo se había visto por huracanes”, comenta.
La joya del Caribe mexicano ha tenido que festejar el 50 aniversario de su construcción en medio de un confinamiento y con medidas cada vez más estrictas que han paralizado la actividad turística. “La ciudad vive del turismo y aquí la situación está muy difícil”, dice Ruiz. “Muchas personas han perdido sus empleos porque no hay viajes”, comenta.
Todos los fotógrafos coinciden en que la situación que vive México y el mundo por la pandemia por la covid-19 se plasma en las imágenes que capturan. “Es un momento insólito para México desde cualquier punto de vista”, finaliza Arau.
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