Como todas las mañanas, Adriana Luna se levanta a las seis y media de la mañana. Ya ha dejado preparada la lección que impartirá en zoom a sus alumnos apenas den las ocho de la mañana. Así han sido sus clases desde que dio inicio el confinamiento en México a causa de la contingencia sanitaria por la covid-19. Sin embargo, no siente la misma motivación que cuando asistía personalmente al colegio particular donde da clases desde hace cinco años. “Me están pagando 30% menos aunque mis horarios se han extendido y trabajo mucho más”, cuenta a Verne esta docente de educación básica desde Yucatán, vía telefónica.
Más de 6.000 colegios privados en México han visto una disminución en sus ingresos por el pago de colegiaturas, según dice a Verne Alfredo Villar, presidente de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares en México. “Tenemos una crisis laboral con los maestros en nuestras escuelas y de carácter civil con los padres de familia”, dice vía telefónica. “Es un reflejo de lo que se vive en la contingencia”, apunta el directivo.
Para los profesores, se trata de una carga de trabajo adicional que se ha trasladado a sus hogares. En muchas ocasiones, los docentes tienen que convivir con las clases en línea, las tareas y trabajos a revisar, y los mensajes de los padres o tutores que reciben sin importar la hora. Eurídice Torres, profesora de tercer año de primaria en un colegio de Ciudad de México, cuenta que sus labores empiezan a las ocho de la mañana y terminan después de las diez de la noche. “En zoom comparto pantallas, tengo ejercicios listos para mostrar en vivo y luego mando ejercicios y tareas por correo”, explica la maestra, vía telefónica.
Torres ha tenido que dividir las sesiones que da a través de videollamada para optimizar su trabajo. ”Tengo un grupo de 28 alumnos a cargo, pero no es posible que todos presten atención en línea”, dice. "Por eso los reagrupé y les pongo atención a siete a la vez, una hora en cuatro grupos al día”, indica. En la escuela de Torres, el pago por cada alumno es de alrededor de 9.000 pesos al mes (unos 375 dólares) para recibir educación primaria.
Aranza Cleroy es diseñadora gráfica independiente y tiene una hija de seis años en un colegio en el Estado de México. Posee el beneficio de una beca que le subsidia el 70% de su educación, por lo que tiene que pagar alrededor de 2.500 pesos al mes (unos 104 dólares). Pero la contingencia sanitaria le ha cancelado todos sus proyectos. “Hay muchos padres que no podemos pagar la colegiatura completa, por eso pensamos en pedir un descuento a la escuela”, cuenta. La madre de 26 años ha pedido un descuento de al menos la mitad de la colegiatura para poder hacer frente a los gastos. “Es importante que siga con su educación”, dice.
La Procuraduría Federal del Consumidor llamó a los padres de familia a llegar un acuerdo con los colegios para que la educación de sus hijos no se vea afectada. “En más del 95% de estos casos ambas partes han alcanzado acuerdos positivos, como descuentos o el no pago de recargos”, dijo el titular de esta dependencia en la conferencia que ofrece la oficina del Gobierno de México en las mañanas.
Este martes, la Secretaría de Educación Pública de México pidió a los padres seguir pagando las colegiaturas de los estudiantes de escuelas privadas y llegar a acuerdos con las instituciones de modo individual. “La emergencia sanitaria no exime ni libera de sus obligaciones a las partes”, ha dicho el órgano educativo.
Para el presidente de las escuelas particulares en el país, es preferible llegar a acuerdos individuales con cada padre antes de que los alumnos pierdan clases o incluso, el ciclo escolar, que concluye en un mes. “Hay que ver las necesidades de cada padre de familia, no es lo mismo una persona que no ha podido hacer el depósito que alguien que perdió el trabajo”, detalla.
Mientras que Cleroy y otros padres aseguran que no se está haciendo el pago de insumos como electricidad y agua en los colegios, para los profesores sigue siendo una pérdida significativa. “No solo se trata solo de los servicios, se tiene que pagar renta y otras facturas que se tienen que cubrir”, dice Villar.
Aunque se trata de seguir los temas con la mayor normalidad posible, la contingencia sanitaria ha retrasado el calendario escolar. “Trabajamos mucho, tanto alumnos como maestros, pero no es posible avanzar como se hace en el salón de clases”, refiere Eurídice Torres.
De acuerdo con el Gobierno de México, se prevé que las clases presenciales se retomen el próximo lunes 1 de junio. “Tenemos que estar listos para la nueva ‘normalidad’ y pensar primero en la educación de los alumnos antes que en cualquier demanda”, considera el presidente de la asociación de Colegios de México.
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