Nubia Gaona es una agricultora de 38 años que vive en Chipaque, Colombia, a 45 kilómetros de Bogotá. Tiene dos hijos, David y Alejandro, de 14 y 9 años, y un perro. Hasta hace menos de dos meses, Nubia era una completa desconocida, desde que creo su canal de YouTube la siguen personas de Arabia Saudí, España e Italia, entre otros países. En poco más de un mes "Nubia e hijos" consiguió más de 500.000 suscriptores y cientos de comentarios aplaudiendo la iniciativa. Su primer video, publicado el 29 de abril, supera el millón de visitas.
Junto a David y Alejandro cuenta cómo es la vida en el campo, da consejos para enriquecer la tierra, cuidar a los animales de granja o crear un huerto urbano. "Hace 45 días mejoró mi vida con el canal, pude darle las cosas que necesitaban mis hijos", dice Nubia en entrevista telefónica con Verne. La idea de grabar el día a día se le ocurrió a David, acostumbrado a ver videos en Youtube parecidos a los que ahora hace con su familia. Tanto Nubia como sus vecinos atraviesan un momento económico muy difícil, agudizado por la crisis del coronavirus.
Como sucede en otros países de Latinoamérica, el campo colombiano se ha visto castigado con pérdidas y falta de inversión. "El campo en Colombia es una de las zonas más necesitadas y abandonadas. Los agricultores no pueden sembrar por el modo que tienen que invertir mucho dinero y cuando venden no les queda el beneficio de la cosecha y se endeudan", explica.
Nubia dice que está contenta de que más personas puedan conocer "lo hermoso, rico y sabroso que es el campo en Colombia". En su terreno cultiva ruda, hierbabuena, manzanilla, menta, remolacha, cebolla, cilantro y tomate para autoconsumo. "Quiero seguir con el canal para poder comprarme una finca y hacer mi minigranja más adelantico", dice la mujer.
Hace dos años su esposo murió y ella quedó al cuidado de su familia. La tierra que cultivaba no generaba suficiente ganancia, como le sucede a la mayoría de los pequeños agricultores que sobreviven cultivando la tierra en Colombia. Con el apoyo de la empresa de emprendimiento social Huertos de la Sabana, Nubia y sus hijos comenzaron a grabar los videos y en poco tiempo, recibieron apoyo desde diferentes partes del mundo. El 80% de las ganancias que les da Youtube se las queda la familia, como explican en una de sus últimas publicaciones.
Huertos de la Sabana trabaja con pequeños productores del agro colombiano. Financia el proceso de cultivo y vende los productos sin intermediarios, asegurando un salario fijo para el campesino que pone la tierra y la mano de obra, para repartir después las ganancias con las familias que trabajan en el proyecto.
"Humilde familia campesina cansada de las perdidas con sus productos agrícolas debido a la alta cantidad de intermediarios, decide volverse Youtuber para enseñar a las personas como cultivar", dice la descripción de su primer video en la red social.
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