Las normas que se respetan en todos los pueblos, adaptadas a la distancia social

Este año habrá dos corrientes de urbanitas que, durante las vacaciones, pondrán sus pies en algún pueblo de España: por un lado, los nacidos en los pueblos, que cada año aprovechan sus vacaciones para volver a ver a la familia. Por otro, los que se han quedado sin viajar al extranjero y se han animado con el turismo de interior. Tanto si eres de los que regresan en vacaciones como si, debido al coronavirus, vas a animarte con el turismo rural, debes recordar que en los pueblos hay algunas normas y costumbres no escritas –que recogimos en este artículo de 2017– respetadas por todos los vecinos: salir a tomar el fresco, conocerse al dedillo el árbol genealógico de los vecinos... Para que las recuerdes y no metas la pata, hemos adaptado con humor estas normas y costumbres a las medidas sanitarias y de distancia social. Te las presentamos como la ordenanza típica de los pueblos: el bando municipal.

Debido a la situación actual propiciada por el coronavirus, desde el excelentísimo Ayuntamiento de [inserte aquí el nombre de su pueblo],

SE HACE SABER

Que se recomienda realizar las siguientes actividades:

1. Tomar el fresco

Con el objetivo de que se respete la distancia de seguridad de 1,5 metros, en algunas provincias se ha promovido que en los locales de ocio, como los bares de copas, se tenga que permanecer sentado. Lo de permanecer en una silla en nuestro tiempo de ocio, viendo a los vecinos pasar, y sentados a una distancia prudencial, tiene un nombre de toda la vida: tomar el fresco. Se recomienda hacerlo como hemos hecho siempre: cuando cae la tarde y empieza a correr el aire, y cada vecino con su silla plegable, así además evitamos posibles contagios. Como medida excepcional, se recomienda no compartir la botella de agua o, en su caso, el botijo.

2. Jugar a parentescos, nivel experto

Como todos sabemos, en el pueblo es obligatorio saber situar a todos los vecinos en su árbol genealógico: “Ese es Juan, el hijo de El Seco, que se casó con Carmen, la del mochuelo”. Con mascarilla, es mucho más complicado, pero se recomienda seguir haciéndolo para alcanzar el nivel experto en esta costumbre. Con la cara tapada, habrá que tirar de los pocos rasgos visibles: fíjate en los ojos (¿son como los de su madre?), los andares (igualito que su hermano)... Si alguno de los vecinos reconoce a alguien por la nariz, le puede avisar de que se ponga bien la mascarilla.

También se aconseja mantener las costumbres de:

3. Saludarse de lejos

La distancia social, establecida en todo el territorio en 1,5 metros, no debería ser un problema a la hora de saludarse: en los pueblos siempre nos hemos saludado desde lejos. Se recomienda seguir haciéndolo como toda la vida, de una acera de la calle a la otra, de bancal a bancal, desde el balcón a la calle… En el caso de llevar mascarilla y otro complemento como sombrero, boina o gorra de la Caja Rural, es bastante fácil que la persona a la que crees que estás saludando sea en realidad otra, pero qué más da. Si es del pueblo, lo conoces seguro.

4. Dejar la puerta de casa abierta

Toda la vida hemos dejado la puerta de casa abierta y nunca ha pasado nada. ¿Quién va a entrar? ¿El vecino? Si nos conocemos todos. Sabiendo que hay que evitar tocar objetos metálicos como los pomos o manillas, no es el mejor momento para empezar a encerrarse en casa. En caso de querer preservar algo de intimidad, se recomienda utilizar uno de los elementos decorativos más útiles: la cortina para puertas. No entran el sol ni las moscas, pero pueden entrar tanto el fresco como tus vecinos. Y sin tocar el pomo.

Que se deben evitar las aglomeraciones en estos lugares:

5. El único punto del pueblo en el que hay cobertura

El pueblo tiene un número escaso de lugares desde los que se puede utilizar el móvil, y cualquier plaza, esquina o banco que supere las dos rayas de cobertura suele reunir a varios jóvenes de forma simultánea. Para evitarlo, se recomienda que padres y madres recurran al clásico grito desde el balcón para llamar a los niños y se sustituyan los grupos de WhatsApp por grupos de vecinos tomando el fresco. En caso de que se requiera de Google Maps, es preferible consultar al único taxista del pueblo y, de querer comprar algo en Wallapop, que se acuda al mercadillo. Para más consejos, recomendamos este artículo.

6. La verbena (cancelada)

Como todos los vecinos sabéis, este año se han tenido que cancelar las fiestas y verbenas de todas las localidades españolas, y la nuestra no iba a ser una excepción. En el caso de localidades como esta, el riesgo es doble: muchas cuadrillas de la infancia, ya mayores, vuelven al pueblo con ocasión de las fiestas, así como forasteros de los pueblos de alrededor. Este año, ni nosotros vamos a sus verbenas, ni ellos a las nuestras.

7. El bar a la hora del dominó

Si bien las franjas horarias del carajillo y el aperitivo siguen siendo tranquilas, se han visto problemas para respetar la distancia de seguridad en los grupos de dominó. Dado que nuestra prioridad es que los mayores puedan seguir echando la partida, se recomienda que sean el resto de clientes los que se abstengan de acudir al bar a media tarde. El turno de chinchón y brisca irá después.

Medidas higiénicas adicionales

8. Limitar el uso del pilón

Este año, el uso del pilón se limitará a que beba el ganado. Nada de lanzar a gente al agua. Tampoco será dramático: sin fiestas y sin forasteros, no va a tener mucho uso.

9. Desinfectar las piezas de dominó entre partida y partida

Ya se ha comentado que preservar a la partida de dominó es una de nuestras prioridades y, para ello, será necesario extremar las medidas higiénicas. Entre cada partida, se recomienda desinfectar con gel hidroalcohólico todas las fichas. En el caso de los jugadores de brisca y chinchón, se recomienda utilizar guantes desechables.

10. La virgen que se pasa de casa en casa debe permanecer en cuarentena

Como sabéis, es costumbre que cada semana una familia del pueblo acoja a la figura de la Virgen o Santo local. Para evitar contagios, y al igual que ocurre con los libros que se devuelven estos días en la biblioteca, la figura tendrá que permanecer en cuarentena antes de poder mostrarla, con orgullo, en el mejor sitio del salón.

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